La verdad de las cuentas de Meghan y Harry: lo que pagó el príncipe Carlos tras el Megxit

Cuando, a principios de 2020, el príncipe Harry y Meghan Markle anunciaron que dejaban de ser miembros trabajadores de la Casa Real británica, incidieron en que querían ser económicamente independientes. Esta independencia se basaba, como ellos mismos aclararon después, en que renunciaban a la parte de sus ingresos -una muy pequeña, por cierto- que procedía de la Subvención Soberana, el mecanismo de financiación de la monarquía que depende de fondos públicos. No decían nada del dinero que les ingresaba el príncipe Carlos procedente de lo que cada año genera el ducado de Cornualles, gracias a lo que se sufragan los gastos tanto del príncipe Carlos y Camilla como de los Cambridge y los Sussex. No contaban con que Carlos también les retiraría esta parte de la asignación una vez el Megxit se hubo hecho efectivo, tal y como le confesaron a Oprah Winfrey en su entrevista del pasado marzo. Pero parece que Meghan y Harry no le dijeron toda la verdad de sus cuentas a la presentadora, ya que ahora se ha desvelado lo que Carlos les pagó tras el Megxit.

Durante esa entrevista, que quedará para el recuerdo y supuso un antes y un después en su relación con los Windsor, la pareja afirmó que el príncipe de Gales había dejado de apoyarles financieramente en el primer cuatrimestre de 2020, tras dejar de ser miembros trabajadores de la Casa Real. Aseguraron que todo lo que tenían en ese momento era gracias a la herencia que Diana de Gales había dejado a Harry y a sus contratos con Netflix y Spotify, aunque reconocieron que estos dos últimos no entraban en sus planes y que no tuvieron más remedio que firmarlos al no recibir apoyo económico de la familia real. Pero parece que hay ciertos matices que no se corresponden con lo que le contaron a Oprah. El príncipe Carlos les cortó el grifo, sí, pero no tan pronto como ellos señalaron.

Es lo que se desprende del informe anual de gastos publicado por Clarence House, en el que se incluye lo que se pagó tanto a los duques de Cambridge como a los duques de Sussex para los gastos oficiales y no oficiales. Aunque no se desglosa cuánto se les ingresó a una y a otra pareja, puede saberse haciendo una cuenta rápida. Lógicamente, hay una diferencia entre el total que se les pagó en conjunto en el ejercicio de 2019/2020, 5,6 millones de libras, a lo que se les pagó en el ejercicio 2020/2021, 4,4 millones de libras, precisamente debida a la marcha de Harry y Meghan de la Casa Real y al ahorro que supuso.

Pero las cifras llaman la atención porque las cuentas no cuadran: si se les hubiera cortado el grifo nada más hacerse efectivo el Megxit, la diferencia tendría que haber sido justo la mitad. Hay que tener en cuenta que el ejercicio de cuentas comprende del 1 de abril al 31 de marzo del año siguiente, justo en la fecha en la que Harry y Meghan dejaron de ser miembros trabajadores de la familia real. La cuenta ahí se hubiera puesto a cero y solo habría que contabilizar lo que se les pagó a los Cambridge, pero no es así.

Así que queda claro que la afirmación de que se les había dejado de apoyar económicamente en el primer cuatrimestre de 2020 es falsa. Partiendo de la base de que esa cantidad sea a partes iguales para los dos hijos del príncipe Carlos, como así se entiende, a cada uno les corresponderían 2,8 millones de libras en el ejercicio 2019/2020. Y una vez quitada esa parte que correspondería a lo que se les ha pagado a los duques de Cambridge en este último ejercicio, la diferencia es de 1,2 millones de libras para Harry y Meghan. Un dato que no se corresponde, en absoluto, con lo que le contaron a su amiga Oprah en la entrevista.

Por supuesto, al hacerse públicas las cuentas del príncipe Carlos, una fuente de los Sussex ha querido matizar la afirmación de Harry, diciendo que la información que dio él y lo publicado por Clarence House no se contradicen, explicando que el príncipe Harry se refería al primer cuatrimestre del ejercicio fiscal, no del 2020. Es decir, que la pareja podría haber tenido apoyo económico hasta julio, justo cuando comparon la mansión de Santa Bárbara donde ahora viven. Un detalle que, por confusión, despiste o decisión propia, decidieron omitir.