La infanta Margarita en Estoril: recuerdos y un gesto de generosidad del rey Juan Carlos
Como cada verano, la hermana del Rey emérito pasa una temporada en Portugal. Allí se instalaba a principios de mes y estará durante algunas semanas
Ni sus 82 años, ni sus problemas de movilidad, ni sus problemas de visión. Hay pocas cosas en este mundo que puedan alterar los planes de la infanta Margarita. Y su costumbre en vacaciones tampoco se ha visto alterada este año. Así que, tal y como nos confirman fuentes cercanas al entorno familiar, la duquesa de Soria disfruta ya de su destino favorito para la época estival, Estoril. Allí tiene multitud de recuerdos y, entre ellos, un gesto de generosidad del rey Juan Carlos, sin el que quizá no hubiera sido posible que su hermana pequeña volviera allí cada verano.
La infanta Margarita se instalaba en Estoril a principios de mes y, si es fiel a su costumbre, se espera que esté en la ciudad portuguesa hasta el final de verano. Se escapa, por tanto, del aniversario 'maldito' que está próximo, el de la marcha del rey Juan Carlos a Abu Dabi. Algo totalmente opuesto a lo que hará la infanta Elena, que tiene intención de 'celebrar' esta fecha con su padre.
Gracias a su estancia en Estoril, Margarita podrá evitar preguntas de los periodistas sobre esta marcada fecha. Algo que seguro que agradece. Intenta ser siempre muy discreta, pero a veces el intentar agradar a la prensa y su simpatía natural le han jugado alguna mala pasada. Así que el 3 de agosto la duquesa de Soria estará disfrutando de esas playas que tanto le gustan y tantos recuerdos le traen, ajena al polémico aniversario del rey Juan Carlos.
La tía paterna del rey Felipe VI hace en Estoril una vida muy normal. Paseos por la zona donde vive junto a la trabajadora que la ayuda, alguna parada para tomar un helado y, si puede, algún baño en la playa de Tamariz. Es la misma en la que se la fotografiaba el año pasado durante su estancia en Portugal, la misma que atesora impagables recuerdos de su infancia. Allí era donde jugaba con sus hermanos, donde tantas bromas le hizo un Juan Carlos que ya por entonces mostraba su carácter guasón, ese que tanta división de opiniones genera.
No necesita a mucha gente para que su verano sea perfecto. De hecho, pasa varias semanas separadas de sus dos hijos y todo apunta que este año no va a ser una excepción. Su hija, María Zurita, aún no ha podido coger vacaciones, pero cuando lo haga, irá a Marbella, como hace casi cada verano. Allí disfruta de unos días de descanso junto a su hijo, sin muchos más lujos que baños en el mar y muchas horas de juegos en la arena.
Pero Estoril es mucho más que la playa de Tamariz para la infanta Margarita. Llegó a la ciudad portuquesa con 9 años y allí vivió el exilio dorado de sus padres, don Juan y doña María de las Mercedes, condes de Barcelona. Junto a sus hermanos, Juanito, Pilar y Alfonso, vivió su infancia tardía y su adolescencia. Allí, en Villa Giralda, la casa en la que se instalaron en 1948, sufrió el día más trágico de su vida, cuando en 1956 su hermano Alfonso fallecía a causa de un disparo fortuito. Pero también disfrutaría, años más tarde, de uno de los más felices, cuando contrajo matrimonio con Carlos Zurita.
Es tanto el apego que Margarita tiene por Estoril que, cuando llegó el momento de cumplir con el testamento de don Juan de Borbón, unos meses después de su muerte, don Juan Carlos y doña Pilar renunciaron a la parte legítima que les correspondía para favorecer a su hermana pequeña. Una parte en la que entraría la casa en la que cada verano se instala ahora. La propiedad, según se publicaba en su momento, había sido comprada por su padre, gracias al dinero que había conseguido con la venta de Villa Giralda, en 1988. Y, gracias al gesto de generosidad del rey Juan Carlos y la infanta Pilar, la infanta Margarita puede tener el verano que quiere.
Ni sus 82 años, ni sus problemas de movilidad, ni sus problemas de visión. Hay pocas cosas en este mundo que puedan alterar los planes de la infanta Margarita. Y su costumbre en vacaciones tampoco se ha visto alterada este año. Así que, tal y como nos confirman fuentes cercanas al entorno familiar, la duquesa de Soria disfruta ya de su destino favorito para la época estival, Estoril. Allí tiene multitud de recuerdos y, entre ellos, un gesto de generosidad del rey Juan Carlos, sin el que quizá no hubiera sido posible que su hermana pequeña volviera allí cada verano.