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De la leyenda negra a una buena relación: la Casa Real española y la holandesa, a través de los siglos
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FAMILIA REAL ESPAÑOLA

De la leyenda negra a una buena relación: la Casa Real española y la holandesa, a través de los siglos

La princesa Amalia de Orange ha cumplido los 18 años, convirtiéndose así en mayor de edad y, por tanto, en heredera oficial al trono de los

Foto: Los Reyes de España y los de Holanda.
Los Reyes de España y los de Holanda.

La princesa Amalia de Orange ha cumplido los 18 años, convirtiéndose así en mayor de edad y, por tanto, en heredera oficial al trono de los Países Bajos. Algún día será reina por derecho como lo será nuestra Princesa de Asturias, Leonor. Las monarquías de ambos países tienen una magnífica relación (que ambas reinas consortes, Letizia y Máxima, tengan la misma lengua materna también ayuda), y Holanda y España tienen dos futuras monarcas que, como no podía ser de otro modo, reinarán siendo mujeres y como corresponde al tiempo que vivimos. Sin embargo, España sigue teniendo vigente la ley agnaticia -que da prioridad a los hombres frente a las mujeres-, mientras que los Países Bajos, desde 1983, establece igualdad en la herencia al trono por sexos.

La dinastía Borbón y la dinastía Orange. Juntos pero no revueltos. Amigos pero no íntimos y, desde luego, una gran relación institucional que favorece, sin duda alguna, la relación entre ambos países. Pero esto no fue así siempre. La famosísima leyenda negra sobre España de la que todo el mundo habla, tiene uno de sus orígenes en un Orange, concretamente en Guillermo, personaje del que hablaremos en este artículo.

placeholder La princesa Amalia de Holanda, durante su ingreso al Consejo de Estado. (Casa Real de los Países Bajos)
La princesa Amalia de Holanda, durante su ingreso al Consejo de Estado. (Casa Real de los Países Bajos)

Viajemos hasta el año 1500, cuando da comienzo un nuevo siglo que la historiografía terminará denominando el Quinientos. Grandes cambios esperan a todos los países de la vieja Europa. Una transición que los llevará a todos de la Baja Edad Media al Renacimiento, de la Edad Media a la Moderna. Cien años tan convulsos como apasionantes donde todo cambiará de lugar. El descubrimiento de América y colonización de sus tierras; la escisión de la todopoderosa Iglesia Católica con la llegada del luteranismo, calvinismo y anglicanismo; las guerras contra 'el Turco' que tendrán a todos los monarcas y príncipes europeos en jaque. Y, controlando todo esto, un imperio: la Monarquía Hispánica, de la mano de Carlos V primero y de Felipe II, su hijo y heredero, después.

Un imperio donde nunca se ponía el sol, aludiendo a que, al ser tan extenso, siempre era de día en algún lugar de él. Los Reyes Católicos habían fallecido a comienzos de este siglo: Isabel en 1504 y Fernando en 1516. Pero su legado, sus argucias políticas de expansión vía matrimonial a través de sus hijos, ya habían comenzado a dar sus frutos. Su nieto Carlos heredó por ambas partes: de su padre, Felipe el Hermoso, o, mejor dicho, de su abuelo paterno, ya que se quedó huérfano de padre con tan solo seis años, y de su madre, Juana I de Castilla.

Por vía de su abuela paterna, María de Borgoña, recibió las diecisiete provincias que formaban los Países Bajos españoles y de su abuelo, Maximiliano de Habsburgo, el Sacro Imperio Romano Germánico. Por vía materna fue todavía más temprana la herencia, ya que con tan solo 16 años heredó (de manera compartida con su madre Juana), la Corona de Castilla, que incluía el reino de Navarra, anexionado en 1512. Además, de su abuelo Fernando el Católico recibió la Corona de Aragón que incluía Nápoles, Sicilia, Cerdeña, Valencia, Mallorca y Aragón y el Condado de Barcelona. A todo esto, había que sumar los territorios de ultramar, en América y en Filipinas y algunas plazas en el norte de África.

placeholder Carlos V. (Atribuido a Tiziano)
Carlos V. (Atribuido a Tiziano)

Con estos mimbres resulta más que lógico que fuese el hombre más admirado, y a la vez más odiado del mundo conocido. Dominaba por tierra gracias a un ejército profesional, los Tercios, creados en 1534 y famosos por su gran resistencia en el campo de batalla. Eran la élite de las unidades militares de la época. Y también dominaba por mar aunque no como se atribuye erróneamente, por la Armada Invencible, cuya creación es muy posterior, de 1588 (gracias a su hijo Felipe II, a quien tantas alegrías como disgustos le dio).

Los enemigos de la Monarquía Hispánica

Carlos se pasó toda su vida guerreando contra sus enemigos, que no fueron pocos. Este hecho le hizo pasearse apenas por España, causándole no pocos problemas en forma de revueltas de los nobles, tanto de Castilla como de Aragón, que jamás vieron con buenos ojos a un monarca extranjero que apenas se personó en sus territorios españoles y que, además, nunca dominó el idioma. Las batallas abiertas las tenía en todos los frentes: contra Francia (Francisco I) por los territorios italianos que eran propiedad de España o en sus dominios en los Países Bajos donde se encontraba nuestro gran protagonista, Guillermo de Orange, uno de los grandes instigadores de la leyenda negra española que, según algunos, dura hasta hoy día.

Guillermo de Orange

El origen se da en la figura de este noble flamenco aunque, en honor a la verdad, tan solo tiene 5 años cuando muere nuestro emperador Carlos. Por tanto, podemos afirmar que este príncipe comienza su peculiar empeño de desprestigio hacia la figura de Felipe II, heredero de Carlos. Guillermo se había educado en la corte del emperador. Cuando Felipe II hereda el trono (por abdicación de su padre dos años antes de morir,) cambia totalmente la forma en la que 'atiende' sus posesiones en los Países Bajos. Si Carlos se caracterizó por no pisar apenas España, Felipe hizo lo propio con las actuales Holanda, Bélgica y Luxemburgo.

Con 29 años Felipe se convirtió en el rey de los Países Bajos estableciendo un Consejo de Estado en el que Guillermo de Orange participó de manera activa, encargándose de asesorar a Margarita de Parma, hija bastarda de Carlos V y que, a pesar de ser ilegítima, se convirtió verbigracia de los manejos matrimoniales de su padre en duquesa consorte de Florencia y Parma, y en gobernadora de los Países Bajos.

El motivo de acumular tanto poder, siendo una mujer con pocos o nulos derechos por su condición de hija natural, es su tía abuela Margarita de Austria (hermana de Felipe el Hermoso) y nuera de los Reyes Católicos ya que se casó con uno de sus hijos, el infante Juan (muerto prematuramente). Margarita de Austria decidió acoger a la de Parma bajo su protección y la educó como si de una verdadera princesa se tratara. Como tal, matrimonió con Alejandro de Médici, un mulato del que se decía era hijo natural del papa con una sirvienta negra, aunque dicho matrimonio solo duró unos meses al ser él asesinado. Margarita volvió a los Países Bajos y fue casada con Octavio Farnesio, de cuya unión nació Alejandro Farnesio.

El origen de la leyenda negra

Tras el nombramiento de Margarita de Parma como gobernadora de los Países Bajos, las tensiones que habían comenzado poco antes entre la nobleza flamenca y la corte de Valladolid se recrudecieron. Los historiadores no se ponen de acuerdo en una única causa, sino en varias. La lentitud con que el Consejo de Flandes decidía en los asuntos que tocaban a esas tierras, las consecuencias del conflicto económico con Inglaterra que impidió la llegada de lana inglesa, materia prima fundamental para la industria textil flamenca… Otros motivos fueron la guerra en el Báltico, que dificultaba la llegada de cereales y otros alimentos a los Países Bajos o la dureza de la climatología invernal, que menguaba considerablemente las cosechas.

placeholder Guillermo de Orange.
Guillermo de Orange.

Pero sin duda hay una causa que, no siendo la única, sí fue de gran peso: la determinación del rey de erradicar el protestantismo de los Países Bajos. Para ello creó nuevas diócesis y estableció la Inquisición con la calificación del pecado de herejía como crimen civil máximo, de lesa majestad o traición al rey. En estos casos el juicio era sumarísimo. Vamos, que era condenado sí o sí, a muerte. Tuvo su importancia la pasividad de la nobleza ante la furia iconoclasta de 1566 (Beeldenstorm o Tormenta de las estatuas), y en general, ante los graves disturbios que desde esa fecha se sucedieron en las provincias.

Como el lector puede imaginar, se daban todos los ingredientes para que aquello fuese un polvorín de grandes dimensiones. Esencialmente lo que ocurrió fue que en 1565, la pequeña nobleza de provincias y otros estamentos sociales (conocidos como los 'mendigos', 'les gueux'), firmaron el llamado Compromiso de Breda, en el que proponían a Felipe II que suavizase las medidas anticalvinistas. El rey rechazó esta propuesta. La alta nobleza, entonces, presentó su dimisión a la gobernadora, dejándola en una situación de gran vulnerabilidad. En los pueblos y ciudades, mientras tanto, se multiplicaba el número de predicadores calvinistas llegados de Francia y el Imperio, que ponían al pueblo de su parte. Los 'mendigos' los apoyaban, ya que habían presenciado el enriquecimiento de los príncipes alemanes pasados al luteranismo, y deseaban lo mismo.

Reunidos en una confederación, estos pequeños nobles dirigieron en total tres peticiones al rey: la primera, una cierta tolerancia; la segunda, la licitud del culto calvinista privado (varios familiares de Guillermo de Orange eran calvinistas, entre ellos Luis de Nassau, su hermano); y la última, un poco insultante para Felipe II, la libertad religiosa total a cambio de tres millones de florines, es decir, un chantaje en toda regla a un monarca. En caso de rechazarse esta última petición, se amenazó con la rebelión.

El rey había comenzado a estudiar la situación de Flandes bastante antes de 1565, pero ante la gravedad de lo acontecido en 1566, decidió enviar a Fernando Álvarez de Toledo, duque de Alba, a Bruselas a poner orden. Siguiendo al historiador Parker, hay dos cosas que terminaron por desencadenar la revuelta: en primer lugar, el acuartelamiento de las tropas españolas en ciudades leales al rey. Margarita había sugerido que se las alojase en localidades rebeldes. El duque de Alba no lo consideró conveniente, y la presencia de los soldados (como siempre) produjo alteraciones y desórdenes de todo tipo, que contribuyeron a empeorar la imagen de la monarquía.

En segundo lugar, habiendo erigido el duque de Alba el llamado Consejo de los Tumultos, en contra del parecer de la gobernadora (que dimitió) se celebraron en tiempo récord miles de juicios (unos 12.000), más de 8.000 confiscaciones y alrededor de mil ejecuciones, entre ellas las de los que se consideraban cabecillas de la rebelión: Egmont y Horn. Todo esto provocó miles de exiliados (60.000 estimados) que huyeron hacia Francia y Alemania.

Guillermo de Orange se constituyó en líder de los rebeldes tras morir Egmont y Horn, y trató en vano de derrocar a las tropas del duque Alba. Había abandonado Flandes antes de la llegada de Fernando Álvarez de Toledo, retirándose a sus tierras alemanas. Desde allí otorgó patentes de corso a mercenarios y rebeldes de Holanda, Zelanda y Frisia para atacar naves españolas: serían los nuevos “mendigos del mar”. Intentó varias veces, con esas tropas mercenarias, derrotar al duque de Alba y los Tercios sin éxito, y llevando a los Países Bajos las miserias de una guerra civil.

placeholder Fernando Álvarez de Toledo, duque de Alba. (Antonio Moro)
Fernando Álvarez de Toledo, duque de Alba. (Antonio Moro)

En 1567 se dio por concluida esta primera rebelión, pero le siguieron las de 1569 y 1576, y en 1581 tres provincias se unieron (Holanda, Zelanda y Frisia) autodenominándose Provincias Unidas. Y a partir de esta fecha y estos acontecimientos nace parte de la leyenda negra española que ha permanecido en los estudios de los holandeses hasta hace bien poco. Un apunte para finalizar: tanta es la aversión al duque de Alba en esas tierras que los padres no advierten a los niños, si se portan mal, de que viene el 'coco', sino de que viene el duque de Alba.

A pesar de todo lo dicho hasta aquí, en la actualidad las relaciones entre las monarquías española y holandesa son, como se ha dicho, inmejorables. Y, además, la actual casa reinante española es la borbónica, no es la de Habsburgo, lo cual aleja, también, el conflicto del que hemos hablado.

* Gema Lendoiro es periodista y doctoranda en Historia Moderna por la Universidad de Navarra.

La princesa Amalia de Orange ha cumplido los 18 años, convirtiéndose así en mayor de edad y, por tanto, en heredera oficial al trono de los Países Bajos. Algún día será reina por derecho como lo será nuestra Princesa de Asturias, Leonor. Las monarquías de ambos países tienen una magnífica relación (que ambas reinas consortes, Letizia y Máxima, tengan la misma lengua materna también ayuda), y Holanda y España tienen dos futuras monarcas que, como no podía ser de otro modo, reinarán siendo mujeres y como corresponde al tiempo que vivimos. Sin embargo, España sigue teniendo vigente la ley agnaticia -que da prioridad a los hombres frente a las mujeres-, mientras que los Países Bajos, desde 1983, establece igualdad en la herencia al trono por sexos.

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