Todos los 'gossip' de la boda real de Laura de Bélgica: nuevos detalles y Delphine entre las invitadas

Quedan apenas unos días para el próximo enlace real en Bélgica. Será el próximo 10 de septiembre en Bruselas, la capital, donde se darán el 'sí quiero' la princesa Laura y su prometido, William Isvy. Poco antes del acontecimiento se han sabido nuevos detalles y es que este viernes la madre de la novia, la princesa Astrid de Bélgica, daba una emotiva conferencia de prensa en la catedral de Bruselas junto a su marido, el príncipe Lorenz. Era a primera hora de este viernes cuando la princesa confesaba que su esposo y ella estaban entusiasmados por su hija: “Puede que me emocione, pero es un gran acontecimiento para nosotros, como lo fue la boda de Amedeo”.

La princesa Maria Laura es la hija mayor de la princesa Astrid, hermana del rey Felipe de Bélgica. A sus 34 años contraerá matrimonio con el gestor patrimonial de origen británico francés William Isvy, de 31. Los padres de la novia, junto al portavoz privado de la familia, Hervé Verhoosel, desvelaban los detalles de la considerada por algunos medios como la boda real del año.

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Tras agradecer a la prensa el interés mostrado por el próximo enlace de su hija, la princesa Astrid explicó muy emocionada que “para Laura era importante casarse en Bruselas porque había nacido y crecido aquí, ama su ciudad”. Los padres de la novia además mostraron un gran afecto por su futuro yerno: “Es como un hijo para nosotros”.

Los novios se casarán por la mañana ante un pequeño círculo en el ayuntamiento de la Grote Markt de Bruselas. Solo acudirán los familiares más cercanos y será una ceremonia civil corta, de aproximadamente 30 minutos. Será el alcalde el encargado de oficializar la ceremonia, de la que no han querido comunicar la hora por ser privada. Lo hará en neerlandés, francés, alemán e inglés, ya que parte de la familia de William habla inglés.

La familia real estará presente en esta ceremonia, entre ellos los padres de la novia, además del príncipe Laurent, la princesa Claire y los reyes Felipe y Matilde. También está invitada la princesa Delphine, que era reconocida legalmente en 2020 tras una ardua batalla legal contra el rey Alberto por su paternidad. Como testidos, la princesa Laura ha elegido a sus hermanas menores, las princesas Luisa y Laetitia. Por su parte, el novio ha hecho lo propio con su hermano y su hermana. Los invitados entrarán en el ayuntamiento por el patio y habrá una guardia de honor formada por los cadetes de la policía de Bruselas.

Pero será por la tarde cuando los casi 500 invitados participarán en la ceremonia religiosa que tendrá lugar en la catedral de Bruselas, precisamente donde este viernes sus padres han dado una rueda de prensa. La celebración comenzará a las dos y media de la tarde y durará 75 minutos. Los primeros invitados en llegar lo harán a partir de la una, mientras que la familia inmediata llegará después de las dos y cuarto, seguida de los novios. La princesa Laura será acompañada por su padre, el príncipe Lorenz, al altar, precedidos de sus sobrinos Anna Astrid y Maximilian, hijos del príncipe Amedeo y su esposa Lili, que harán de pajes.

Durante la ceremonia se interpretarán canciones católicas y judías, debido a que el novio es judío. Todas las canciones han sido elegidas por los novios expresamente y será una ceremonia católica, pero con disparidad de cultos. Tras la ceremonia, los invitados saldrán de la catedral para esperar en la escalinata la salida de los recién casados. Después de las felicitaciones, la pareja partirá en un coche elegido por el novio, que será quien lo conduzca.

En cuanto al vestido de la novia se ha mantenido la tradición de no desvelar ningún detalle, aunque algunos medios han hablado de que la princesa lo ha “elegido cuidadosamente”. El nombre del diseñador no se anunciará hasta la semana próxima, el mismo día de la boda. El enlace terminará con una recepción privada, una cena y una fiesta nocturna. Además, en la rueda de prensa se ha confirmado que habrá una foto de familia oficial para inmortalizar este día tan especial para la familia real belga en la que tampoco faltarán los reyes eméritos, el rey Alberto y la reina Paola.

Laura y su futuro marido viven en Londres, donde ella trabaja en una organización que se ocupa de los niños y él es gestor de activos. Se conocieron en 2015 y anunciaron su compromiso a finales del año pasado. Entonces declararon estar “muy contentos e impacientes” por “empezar este nuevo capítulo de nuestras vidas”. Esta será la primera boda real belga desde 2014, cuando el príncipe Amedeo se casó con la italiana Elisabetta en Roma. Esta vez, el enlace será en Bruselas, concretamente en el mismo ayuntamiento donde sus padres se casaron el 22 de septiembre de 1984.