Fotos exclusivas: La celebración de Kalina de Bulgaria y Kitín Muñoz por su 20º aniversario de boda

Veinte años y un día. Parece una sentencia condenatoria dictada por un juez implacable. Pero no lo es. Es el tiempo que llevan casados Kalina de Bulgaria y Kitín Muñoz, que este miércoles cumplían su 20º aniversario de boda. Y lo hacían, además, con una cita muy especial y en un lugar muy significativo para toda la familia Sajonia-Coburgo-Gotha. Hablamos del palacio de Vrana, la residencia oficial de la familia real búlgara y del que aún se está disputando la titularidad en los tribunales para que no vuelva a pasar a manos del Gobierno.

Aun con la controversia de la que ha sido objeto en el último siglo, incluso siendo objetivo de los bombardeos de las fuerzas británicas en la II Guerra Mundial, Kalina y Kitín no dudaban en celebrar sus 20 años de matrimonio en este palacio, primero con una misa en la capilla de San Boris y Mikhail, en Sofía, la capital búgara, y posteriormente con un vino en la mencionada residencia, situada en las afueras de la ciudad.

No faltaron a la cita Simeón II, padre de Kalina, y jefe de la depuesta Casa Real búlgara, además del hijo de Kalina de Bulgaria, Simeón Hassan, o varios invitados, como la directora de protocolo del Ministerio de Asuntos Exteriores, Simeonova Boriana; el embajador de España, Alejandro Polanco; la embajadora del Reino de Marruecos, Zakia El Midaoui; el embajador en la Santa Sede, Bogdan Patashev; el director del Museo Parque de Vrana, Ivailo Schalafoff, o el secretario del rey Simeón, Yavor Kirylof.

Lógicamente, nada tiene que ver una boda con un aniversario. Así que, aunque la pareja haya querido celebrar esta fecha especial con algunos invitados y así dar gracias de alguna forma por su feliz matrimonio, nada ha tenido que ver este festejo con el de su propio enlace, al que asistieron más de 500 invitados y que tuvo un marco tan incomparable como el balneario de invierno de Bórovets, una zona situada a las faldas del pico Musala, el más alto de los Balcanes. Hasta allí, a más de 1.300 metros de altitud, se trasladaron todos los asistentes, entre los que hubo nombres muy conocidos.

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Uno de ellos, el la infanta Cristina, acompañada de Iñaki Urdangarin. La pareja llevaba cinco años de matrimonio y ya había dado la bienvenida a sus tres hijos mayores. Fue la única representante de la familia real, dada la estrecha relación que tenía y sigue teniendo con los Sajonia-Coburgo-Gotha. De hecho, tampoco faltó, más recientemente, a la boda de Mafalda de Bulgaria, el pasado mayo en Mallorca -un enlace al que Kalina y Kitín, curiosamente, no asistieron-. Pero también viajaron hasta los Balcanes invitados como el cantante Raphael, Paloma Segrelles o Isabel Sartorius, entre otros.

Desde luego, aquel enlace hace 20 años dio lugar a imágenes que hoy en día serían muy difíciles de repetir. Una de las fotografías más esperadas fue la de las cuatro nueras de Simeón de Bulgaria y Margarita Gómez-Acebo: Miriam de Ungría, Rosario Nadal, Carla Royo-Villanova y María García de la Rasilla. Y mientras Miriam se casaba hace unas semanas con un primo del rey Abdalá de Jordania, varios años después de haberse quedado viuda, Rosario y Kyril de Bulgaria se divorciaron hace unos años. Así que el de Konstantin y Kubrat de Bulgaria, además del de Kalina, son los dos únicos matrimonios que sobreviven de aquel momento.

Su vida en Bulgaria

La pareja ha vivido desde que comenzaron su relación a caballo entre nuestro país, Bulgaria y Marruecos. El propio Kitín Muñoz nacía en el reino alauita, por lo que el vínculo con la región es muy estrecho. De hecho, no solo uno de los padrinos de su hijo Simeón es el rey Mohamed VI -la otra es Irene de Grecia, hermana de la reina Sofía-, sino que también recibió el nombre de Hassan en honor al antiguo monarca.

Pero es en Bulgaria donde han pasado los últimos años de su vida. Y tal y como el propio Kitín reconocía en una entrevista reciente a Vanitatis: "Mi vida es feliz en Bulgaria con Kalina y nuestro hijo nacido allí. Los búlgaros son muy hospitalarios, respetan muchísimo al rey Simeón y su familia". El amor que tiene la pareja por el país lo están llevando también a la televisión, ya que hace unos meses comenzaban a grabar una serie de documentales, destinados a promover el patrimonio cultural búlgaro en todo el mundo. Un proyecto para el que se dividían las tareas. Mientras Kitín escribía y dirigía los diferentes capítulos, Kalina ejercía de protagonista y presentadora.

En esa mencionada entrevista que el explorador concedía a Vanitatis, no faltaba una reflexión sobre sus dos décadas de matrimonio: "Nuestros 20 años han pasado muy felices, con los pies en la tierra", decía, a la vez que confesaba lo que más le gustaba de su mujer: "La autenticidad, la generosidad y el gran corazón". Tres cualidades que han servido para que Kitín Muñoz y Kalina de Bulgaria puedan decir que estos días celebran, felices, su 20º aniversario de boda.