El vestido de novia de Alexandra de Luxemburgo y los detalles de su tiara en su boda real en Francia

Una semana después de su enlace civil, Alexandra de Luxemburgo le ha dado de nuevo el 'sí, quiero' a Nicolas Bagory en una ceremonia religiosa. La boda real se ha celebrado en Francia, concretamente en Bormes-les-Mimosas, un pueblo situado en la Provenza, en el que la familia gran ducal veranea desde hace décadas. La iglesia de San Trófimo se ha engalanado para albergar estas nupcias a las que ha acudido lo más granado del Gotha europeo, pues se trata de la única hija de los Grandes Duques de Luxemburgo.

Eran las 16:10 horas de la tarde de este sábado cuando Alexandra llegaba al templo del brazo de su orgulloso padre, el gran duque Enrique. Si para la ceremonia civil la princesa elegía un look sobrio, formado por un dos piezas de Natan de blusa y pantalón y una capa de Valentino, en la boda religiosa lo ha dado todo con un vestido nupcial con numerosos detalles.

Alexandra ha elegido para su gran día un diseño en blanco roto, con escote en V y un entrelazado en la zona del pecho que llega hasta la cintura, donde se abre una falda de corte recto con una ligera cola. El velo, de tul, presenta una explosión de pequeñas flores e iba justo detrás de su recogido, un moño de estilo despeinado que dejaba al descubierto los pendientes de diamantes con perlas colgando que lucía la princesa.

Como la mayoría de novias reales, Alexandra ha coronado su cabeza con una tiara, en concreto la conocida como la Chaumet Chocker. Una pieza realizada por la mítica joyería francesa. La base presenta un enrejado de diamantes coronada por diamantes. Habitualmente, en la parte superior también lleva unas perlas, pero la princesa ha decidido retirarlas para la boda.

La tiara fue una adquisición del gran duque Jean y la gran duquesa Josefina Carlota, abuelos paternos de Alexandra, a finales de los setenta en una subasta. La pieza original llevaba zafiros en la parte superior, pero fue Josefina Carlota quien los cambió por perlas, luciéndola siempre de esta forma, al igual que lo haría años después su nuera, la gran duquesa María Teresa, que también la ha llevado, como ahora su hija, sin las perlas en algunas ocasiones.

Es una tiara tan flexible que se puede convertir muy fácilmente en un collar, un chocker, de ahí el nombre con el que se la conoce. De esta forma, como gargantilla, solo ha lucido por la gran duquesa María Teresa. Quizás por su tamaño y su peso ha sido la elegida por Alexandra en diversos eventos de gala y ahora la ha vuelto a escoger para un día tan especial como el de su boda con Nicolas Bagory.