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La boda de Alexandra de Luxemburgo: un íntimo 'sí, quiero' con solo 15 invitados
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MARIDO Y MUJER

La boda de Alexandra de Luxemburgo: un íntimo 'sí, quiero' con solo 15 invitados

Este sábado se celebraba el matrimonio civil de la única hija de los Grandes Duques. Un aperitivo del gran enlace que tendrá lugar el próximo sábado

Foto: Alexandra de Luxemburgo y Nicolas Bagory, recién casados. (Cordon Press)
Alexandra de Luxemburgo y Nicolas Bagory, recién casados. (Cordon Press)

Novia mojada, novia afortunada, dicen. Y la única hija de los Grandes Duques Henri y María Teresa casi cumple a rajatabla con el refrán. Porque las condiciones del clima no han acompañado al que es uno de los grandes enlaces reales de este año. Paraguas y chubasqueros han protegido a la pequeña multitud que ha querido trasladar sus mejores deseos a Alexandra de Luxemburgo para el día de su boda. O mejor dicho, de su primera boda, ya que este sábado solo se ha tenido lugar un íntimo 'sí, quiero' con solo 15 invitados, como aperitivo a la gran celebración que llegará el próximo sábado.

Eso sí, a pesar de lo reducido de este primer enlace, todo en el ducado estaba muy bien organizado. Desde primera hora de la mañana, las calles de la capital se preparaban para las tres de la tarde, la hora en la que estaba previsto que los novios y la familia ducal llegaran a la plaza de Guillermo II, donde se sitúa el ayuntamiento, el lugar escogido por Alexandra de Luxemburgo y Nicolás Bagory para la primera de sus dos bodas, esta sin nada de pompa y muy íntima, solo con la presencia de sus familiares más cercanos.

placeholder Los grandes duques Henri y María Teresa. (Cordon Press)
Los grandes duques Henri y María Teresa. (Cordon Press)

En el caso de Alexandra, ha contado con sus padres y sus cuatro hermanos, además de sus dos cuñadas. El hecho de tratarse de un enlace reducido y de perfil más bajo que el que se celebrará el sábado que viene ha hecho que las tres mujeres de la familia ducal opten por estilismos menos formales que los que podemos pensar para una boda religiosa. Por ejemplo, Claire, esposa de Félix de Luxemburgo, optaba por un vestido en color amarillo con corte boho firmado por Diane von Fürstenberg y la gran duquesa María Teresa se decantaba por pantalones y blusón en color fucsia.

placeholder Claire y Félix de Luxemburgo. (Cordon Press)
Claire y Félix de Luxemburgo. (Cordon Press)

Mención aparte merece Stéphanie de Luxemburgo, la futura gran duquesa. La nuera de los Grandes Duques reaparecía en la boda de su cuñada después de dar a luz hace menos de un mes a su segundo hijo, el príncipe François. Así, era una de las asistencias más esperadas, a pesar de que los herederos llegaban al ayuntamiento de Luxemburgo sin sus dos pequeños, al igual que lo hacían Claire y Félix o el príncipe Louis, sin la compañía de Gabriel y Noha, los dos hijos que tiene de su relación -terminada hace ya años- con Tessy Antony de Nassau.

placeholder Los Grandes Duques herederos. (Cordon Press)
Los Grandes Duques herederos. (Cordon Press)

Así, la familia ducal casi al completo, a excepción de los nietos y con los novios a la cabeza, recorría la alfombra roja extendida en la plaza de Guillermo II hasta la puerta del ayuntamiento. Lo hacían poco antes de las 15:30 horas, la hora de la ceremonia civil, posando para los fotógrafos y con una Alexandra visiblemente nerviosa que no paraba de agradecer las muestras de cariño. Su ya marido no estaba demasiado acostumbrado a estas situaciones, pero parecía desenvolverse muy bien ante los medios situados a uno y otro lado de la plaza, junto a algunas decenas de luxemburgueses que no querían perderse el gran momento.

placeholder Alexandra y Nicolas, llegando al ayuntamiento. (Cordon Press)
Alexandra y Nicolas, llegando al ayuntamiento. (Cordon Press)

Se desvelaba entonces el secreto mejor guardado de toda boda, el look nupcial. Estaba previsto, al tratarse de un enlace íntimo y civil, que Alexandra vistiera de corto y sin tiara, pero ha dado la sorpresa al optar por un conjunto de pantalón y blusa, abrigándose con una capa de Valentino. Todo, por supuesto, en blanco, el color de las novias. Habrá que esperar hasta el próximo sábado para descubrir cuál de las tiaras de la familia luce y qué diseñador escoge para su gran día.

placeholder Alexandra y Nicolas, recién casados. (Cordon Press)
Alexandra y Nicolas, recién casados. (Cordon Press)

Y solo unos minutos después de verlos entrar en el la sede del ayuntamiento, los veíamos salir, aunque con Alexandra y Nicolas ya convertidos en marido y mujer. La pareja se entretenía saludando a todos los vecinos congregados en la plaza mientras el resto de la familia se dirigía al Palacio Ducal a pie, ya que son muy pocos los metros que separan uno y otro edificio. Allí estaba previsto que recibieran al resto de sus invitados, más de los 15 que presenciaban este primer 'sí, quiero', pero también un número reducido de amigos y familiares.

Será el sábado que viene cuando Alexandra y Nicolas celebren su amor a lo grande, ya con la pompa propia de las casas reales y en un lugar muy significativo para la familia, ya que será en la iglesia Saint Trophyme, en Bormes-Les-Mimoses, el pueblo francés en el que veranean Enrique, María Teresa y sus hijos desde hace años.

Novia mojada, novia afortunada, dicen. Y la única hija de los Grandes Duques Henri y María Teresa casi cumple a rajatabla con el refrán. Porque las condiciones del clima no han acompañado al que es uno de los grandes enlaces reales de este año. Paraguas y chubasqueros han protegido a la pequeña multitud que ha querido trasladar sus mejores deseos a Alexandra de Luxemburgo para el día de su boda. O mejor dicho, de su primera boda, ya que este sábado solo se ha tenido lugar un íntimo 'sí, quiero' con solo 15 invitados, como aperitivo a la gran celebración que llegará el próximo sábado.

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