Alexia de Holanda y los dos grandes retos a los que se enfrenta la princesa más 'glam'

No hay duda. Alexia de Holanda es una de las princesas más coquetas de su generación. Siempre que hay una cámara delante, vemos a la hija mediana de Guillermo Alejandro y Máxima poniendo morritos y posando como si fuera una auténtica influencer. Su pasión por la moda, así como algunas fotografías que se han filtrado de su Instagram privado en las que demuestra su lado más glam, han convertido a la joven en una royal a seguir.

Y en breve Alexia se enfrenta a dos grandes retos. El primero, este mismo sábado. Adelantando a su hermana mayor y heredera, Amalia, la princesa llevará a cabo su primer acto en solitario. Aunque la primogénita de los reyes de los Países Bajos ha participado en actos oficiales e incluso acompañó a sus padres en una gira de más de quince días por las Antillas caribeñas, nunca ha protagonizado un compromiso institucional sola.

Sin embargo, Alexia, que cumplió 18 años el pasado mes de junio, se estrenará en los quehaceres reales sin compañía. La princesa bautizará en Róterdam una embarcación perteneciente a la asociación juvenil Young Van Oord, que forma parte de una longeva y conocida empresa de los Países Bajos. Posteriormente, recorrerá el buque y hablará con miembros de la tripulación.

Estamos seguros, viendo cómo se ha desenvuelto Alexia en actos anteriores, que nos dejará con grandes imágenes en este acto. Además, se espera que la princesa luzca por primera vez un tocado o pamela, ya que así lo marca la etiqueta del acto. Cabe recordar que su madre es quizás la royal con una colección de sombreros más amplia. Los tiene de todos los tipos, así que es posible que la joven pida consejo a Máxima para elegir modelo.

Diez días después de bautizar el barco, el 19 de septiembre, Alexia debutará en el Prinsjesdag, el que es el acto más importante de la familia real holandesa. El Día del Príncipe, como se conoce en español, supone la apertura del Parlamento holandés, y durante el acto el rey lee los presupuestos anuales del Estado. Los reyes abandonan el palacio de Noordeinde, en La Haya, y se desplazan hasta el Binnenhof en una carroza dorada, como en un auténtico cuento de hadas.

El año pasado los acompañó por primera vez la princesa Amalia, quien eligió para la ocasión un vestido verde de gasa de Asos y joyas de diamantes y esmeraldas del joyero real de los Orange. Ahora, en este 2023, se les unirá Alexia, que promete dar que hablar con su estilismo. La etiqueta para el Prinsjesdag es clara: traje largo para las damas y tocado. Y en los Países Bajos ya se están haciendo apuestas sobre qué vestirá la mediana de las hijas de Guillermo Alejandro y Máxima.

La benjamina de la familia, Ariane, empezaba hace apenas una semana las clases en el UWC Adriatic, que pertenece al mismo conglomerado del centro en el que estudió la princesa Leonor y donde ahora está la infanta Sofía. Alexia de Holanda también pasó por el Atlantic, ubicado en Gales; sin embargo, su hermana pequeña ha optado por el centro de Trieste (Italia).