Máxima y Amalia de Holanda, en Curazao: looks de día y de noche, tortugas y carnaval

La pareja real compuesta por Máxima y Guillermo de Holanda, acompañados de su hija Amalia, continúan con su gira caribeña. Este pasado viernes, los tres disfrutaron de segundo día de visita a Curazao, una jornada que, de nuevo, dejó curiosas imágenes de la familia.

Por la mañana, los reyes y la heredera del trono visitaron Landhuis Knip, una antigua plantación donde Tula inició la revuelta de esclavos en 1795. La isla de Curazao, que tiene cerca de 160.000 habitantes, es hoy un estado autónomo que constituye el Reino de los Países Bajos, pero fue una antigua colonia donde la población local no escapó a la esclavitud de los colonos.

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R. R.

Máxima, Guillermo y Amalia siguieron con atención un programa sobre el levantamiento de los esclavos y pudieron charlar con los descendientes de estos.

Después de esta visita, la familia se dirigió a la zona agrícola de Hofi Mango, un antiguo espacio azucarero que se ha convertido en un parque natural, donde, entre otras cosas, se ha habilitado una formación hortícola.

Por la tarde, los tres asistieron a una presentación en la playa de Cas Abao de Sea Turtle Conservation y Dutch Caribbean Nature Alliance (DCNA). Estas dos fundaciones son organizaciones encargadas de la preservación de la naturaleza y en particular de la liberación de tortugas.

La princesa Amalia pudo conocer a Mojito, una tortuga que lleva el mismo nombre que su amado caballo. Mojito fue atendido por la fundación y operado de cinco tumores que probablemente fueron causados ​​por agua de mar contaminada. La princesa Amalia se descalzó y ayudó a que la tortuga se introdujera en el mar.

Para esta jornada, Máxima lució un vestido azul de falda midi con volante y escote en V, que complementó con un sombrero de ala ancha a juego con unas bailarinas de punta en color camel, así como con unos pendientes azules, negros y blancos.

La princesa Amalia optó por un vestido blanco con estampado en tonos azules que combinó con deportivas y sombrero en color blanco.

Para concluir la visita a Curazao, la familia real asistió al Concierto de Música Tumba. La velada festiva, que incluyó espectáculos de carnaval, bailes callejeros, canciones y grupos de música, tuvo lugar en Brionplein, la plaza principal de la capital, Willemstad, y fue organizada en honor al difunto Boy Dap, considerado el rey de la tumba, un estilo de danza y música originario de África.

Durante este encuentro, Máxima, Guillermo y su hija lo pasaron en grande y disfrutaron bailando junto al resto de asistentes. Amalia lució para la ocasión un llamativo vestido fluido con estampado en tonos verdes y unas largas mangas de murciélago. Su madre destacó con un vestido con estampado de rayas anchas en tonos rosas y granates y con una sola manga corta y ancha con lazada.

Este sábado y el domingo, Máxima, Guillermo y Amalia se tomarán un descanso antes de retomar las visitas el lunes 6 de febrero. La familia cambiará de escenario y se dirigirá hacia las Islas de Barlovento, más al norte. La primera parada será Saint-Martin. Le seguirán las visitas a Saint-Eustache y Saba, que se encuentran entre Guadalupe y Puerto Rico.