Charlène de Mónaco personaliza un mono blanco de escote encaje en una gala junto al príncipe Alberto

La familia real monegasca se reunía la mañana de este martes para dar la bienvenida a la antorcha olímpica a su paso por el Principado. Tanto el príncipe Alberto como la princesa Charlène disfrutaron de una jornada con los pequeños Jacques y Gabriella para portar la llama. Ambos lucieron ropa deportiva en blanco con el sello de París 2024 para caminar holgadamente por las calles de la ciudad.

Sin embargo, tuvieron que cambiarse rápido para asistir por la tarde a la gala de clausura del Festival de Televisión de Montecarlo. Para la ocasión, Charlène volvió a confiar en una de sus firmas favoritas, Elie Saab. Escogió un mono blanco asimétrico con detalles de encaje en el escote, que personalizó con una manga abierta.

El diseñador libánes es uno de sus preferidos y así lo demostró cuando lució otra de sus prendas para su reaparición en el Baile de la Rosa tras diez años. Optó por un mono de manga larga en tonos champán con lentejuelas, falso escote en forma V y fajín para enmarcar su figura. Un diseño muy diferente al que ha escogido para esta gala.

Aunque en aquella ocasión apostó por el pelo liso, para este acto de clausura celebrado en Mónaco se decantó por unas ondas que dejaban entrever unos pendientes de ámbar. Además, también lució una pulsera de plata y manicura de uñas cuadradas y esmalte rosa.

Agarrados de la mano, ella y Alberto posaron en el photocall de entrada previo a la ceremonia de entrega de premios. Entre otras personalidades, se encontraba la actriz americana Carrie Preston, quien hace escasos días también visitó España para promocionar su última serie, ‘Elsbeth’. En su posado por la alfombra de Mónaco, la cómica vistió un diseño de Carolina Herrera en amarillo con manga farol y lazada frontal.

De nuevo, una ceremonia que acercó a los príncipes monegascos a la televisión. Una relación que no siempre fue fácil. Recordemos cuando Charlène ofreció una entrevista en su país que provocó un enorme disgusto por los crecientes rumores sobre la fragilidad de su matrimonio.