Muere Yuriko de Japón, la princesa Mikasa, a los 101 años: adiós a la más longeva de la dinastía Yamato

La Agencia de la Casa Imperial anunció la muerte de Su Alteza Imperial Yuriko, la Princesa Mikasa. A los 101 años de edad se había convertido en el miembro más longeva de la familia real japonesa, todo un hito en la historia. Aunque sufría de varios achaques, a principios de este año empeoró al sufrir un derrame cerebral. “Falleció hoy a las 6:32 a.m. en el Hospital Internacional St. Luke”, expresaba el comunicado afirmando que no aceptaran ni flores ni regalos.

Nacida el 4 de junio de 1923 en Tokio, Yuriko fue la segunda hija del vizconde Masanari Takagi, un noble japonés dedicado a la entomología, y de Kuniko Irie, prima segunda del emperador Hirohito. Cuando aún no tenía 18 años, se casó con el príncipe Takahito, siete años mayor que ella. Ostentó el título de princesa Mikasa dentro de la familia imperial y, a través de su boda, se convirtió en cuñada del divino emperador.

Fruto de su matrimonio, nacieron sus cinco hijos, destacando la princesa Yasuko. Sin embargo, la desgracia irrumpió en sus vidas tras la pérdida de tres de sus vástagos. El más joven, Norihito, murió repentinamente en 2002 de un paro cardiaco. Sus dos hermanos mayores, Tomohito y Yoshihito, murieron en 2012 y 2014, respectivamente. Pese a ello, la princesa Yuriko centró su vida a ejercer de abuela de sus nueve nietos y, más tarde, de sus ocho bisnietos.

El año pasado, al cumplir su centenario, se convirtió en la segunda en alcanzar dicha edad entre los miembros de la familia imperial nacidos durante y después de la era Meij. "Me gustaría seguir pasando mis días mientras rezo por la felicidad de la gente", expresó la princesa entonces. Una de las claves de su longevidad fue la práctica de deporte, ya que hacía ejercicio durante unos 15 minutos todas las mañanas.

La princesa Yuriko acababa de cumplir 100 años, convirtiéndose en la decana de la familia imperial del país del sol naciente. "Hoy, pude alcanzar el hito de los 100 años, más de 80 años después de unirme a la familia imperial a la edad de 18 años", aseguraba la tía abuela del actual emperador Naruhito, en un comunicado emitido por la agencia oficial del trono del crisantemo. “Me gustaría seguir pasando mis días mientras rezo por la felicidad de la gente”, añadió la princesa.

Por ahora, sus dos hijas continúan con su legado, fuera de la familia imperial, debido a su matrimonio con plebeyos. No obstante, persiste el problema para la supervivencia del linaje de la dinastía y continua la preocupación por Michiko de Japón, quien estuvo ingresada en el hospital por un accidente doméstico días antes de cumplir 90 años.