Este es el secreto japonés que transforma relaciones rotas en vínculos más fuertes

• La enseñanza japonesa que te ayudará a tener una relación más feliz
• Nankurunaisa, el secreto japonés que te ayudará a vivir mejor y sin estrés

Por si todavía no lo sabías, existe una antigua técnica japonesa de reparación de cerámica que puede inspirarte a mejorar tu relación de pareja o incluso cualquier otra relación. Este secreto ya no tan oculto se trata del Kintsugi, un método que utiliza resina mezclada con polvo de oro, plata o platino para arreglar piezas rotas, resaltando sus imperfecciones y haciéndolas aún más valiosas.

En concreto, este arte no solo es una metáfora poderosa, sino también una guía práctica para construir vínculos más saludables y felices. Tal y como hemos leído en el medio ‘El Tiempo’, el psicólogo Mark Travers, colaborador del portal ‘Psychology Today’, sugiere que las relaciones de pareja, al igual que la cerámica, pueden encontrar belleza y fortaleza en lo roto.

Según Travers, al trabajar en reparar los momentos difíciles con paciencia y dedicación, la relación no solo se restablece, sino que evoluciona hacia algo más profundo. La clave, según esta filosofía, está en celebrar las imperfecciones. Las parejas no deben aspirar a la perfección, sino aceptar que los conflictos y las diferencias son oportunidades para crecer juntos.

De este modo, se fomenta una relación donde las heridas no se esconden, sino que se transforman en símbolos de resiliencia y compromiso. Hablando de resiliencia, el Kintsugi sugiere que no basta con superar los problemas: es esencial reparar y renovar los vínculos. En concreto, este proceso incluye abrirse al diálogo, tener paciencia y trabajar en conjunto para fortalecer lo que parece haberse quebrado.

Además, otro pilar de esta práctica es transformar el honor. Aceptar la evolución personal de cada miembro de la pareja es crucial. Según Travers, reconocer y apoyar el crecimiento individual contribuye a una unión más rica y significativa. De hecho, cada uno puede aportar su mejor versión al proyecto compartido, generando un vínculo más auténtico y lleno de gratitud.

Especialmente, y al hilo del citado artículo, en estos momentos, en una época donde se exigen relaciones ideales, el Kintsugi nos recuerda que los verdaderos lazos se construyen a través de la empatía y el esfuerzo mutuo. De esta forma, como una cerámica reparada con oro, una relación que supera sus fracturas puede ser más hermosa que nunca y que ninguna otra.