El baño onsen, el secreto japonés milenario para bajar la tensión

La presión arterial alta o hipertensión es una enfermedad común que afecta a las arterias, llegando a provocar graves problemas cardiovasculares. El corazón de las personas que padecen esta alteración, más del 42% de la población adulta española, debe trabajar más para bombear la sangre.

La incidencia de esta enfermedad es mayor en los hombres que en las mujeres, aunque el tratamiento y los desencadenes para ambos son similares. No se conoce la causa, pero hábitos de vida saludables, como hacer ejercicio, no fumar y llevar una buena alimentación, pueden ayudar a prevenir y mejorar la presión arterial alta. Otro método es la costumbre milenaria japonesa de bañarse en onsen.

La palabra japonesa onsen hace referencia a las aguas templadas, ricas en minerales y con propiedades saludables que surgen en algunos lugares del archipiélago nipón. En el país hay más de 27.000 de estas fuentes de salud, aunque solo 3.085 son lugares de aguas termales. Los baños en estas piscinas tienen un efecto detox, estimulan el sistema inmunitario, ayudan a la conciliación del sueño y aumentan la producción de endorfinas.

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En 1931, la Universidad de Kyushu fundó el ‘Instituto de Investigación de Terapia Onsen’ en el que se estudian los beneficios de estas aguas. Junto a los investigadores del Hospital Beppu, y tras analizar a más de 11.000 personas, han determinado que los baños a más de 40 grados disminuyen la tensión arterial. Además, han encontrado evidencias de que este tipo de baños eliminan los casos más leves de hipertensión en personas mayores de 65 años. Se descubrió que las personas que se sumergían en las aguas termales con regularidad tenían un 15% menos de posibilidades de sufrir la enfermedad, especialmente si realizaban la inmersión por la noche.

Después de conocer los beneficios de los onsen, algunos hoteles y spas han creado su propia versión, con las mismas propiedades curativas e intentando seguir todo el ritual que se desarrollaría en el archipiélago nipón. En el país oriental encontramos estas fuentes tanto en interiores como en exteriores. Dependiendo del lugar, la zona de baño es unisex o se hace una distinción por género físico. Si queréis sentiros más cómodos, podéis hacer una reserva privada.

Si viajas a Japón, tienes que visitar estos espacios. Es importante saber que los baños no sustituyen a ningún tratamiento farmacológico y pese a que pueden ayudar a prevenir la hipertensión, es necesario consultar a un médico antes de realizarlos.