Nicolás de Grecia y su prometida ultiman los detalles de su inminente boda en Atenas junto a la familia real

Quedan solo dos días para que asistamos -nosotros solo informativamente hablando, claro está- al primer enlace real del año. Y sus protagonistas, Nicolás de Grecia y su prometida, Chrysi Vandinoyannes, ultiman ya los detalles de su boda en Atenas. Lo hacen en el templo donde sellarán su amor, junto a la familia real y junto al que en apenas 48 horas se convertirá en el nuevo suegro del príncipe, muy conocido en el país por sus prósperos negocios.

Este miércoles, los novios han visitado la iglesia de San Nicolás Ragavas, donde se darán el 'sí quiero', para afrontar uno de los ensayos que tienen previstos y que todo salga el viernes a la perfección. Junto a ellos, sus familiares más cercanos, como la reina Ana María y algunos de sus hijos, hermanos de Nicolás.

No veíamos ni a Philippos ni a Alexia, pero sí a Teodora de Grecia, la última protagonista de una boda real. Tampoco faltaba el príncipe Pablo, cuya presencia es más que obligada al ser uno de los padrinos elegidos por su hermano Nicolás.

La expectación ya es máxima en las puertas de este templo ortodoxo y eran muchos medios que esperaban a la familia real griega para este ensayo. Pablo, jefe de la Casa tras el fallecimiento del rey Constantino, era el que se convertía en portavoz improvisado, contestando en griego. Los periodistas también intentaban hacer preguntas a su esposa, Marie-Chantal Miller, pero en un gesto hacía ver que aún no domina el idioma. Junto a ellos también estaba su hijo mayor, Constantino Alexios.

También la prensa obtenía las primeras declaraciones del protagonista de la boda, el novio, muy tranquilo ante el inminente gran día: "No tengo ninguna ansiedad, lo espero con ilusión. Todo está listo. Me siento agradecido por el interés de la gente", aseguraba, dando a la vez otra imagen para el recuerdo, ya que era la primera vez que lo veíamos junto a su futuro suegro tras conocerse su relación con Chrysi Vardinoyannis.

La novia llegaba antes que Nicolás y, un tanto más tímida, agradecía también a los medios el interés por este inesperado enlace, que se celebra menos de diez meses después de que se comunicara el divorcio del príncipe y Tatiana Blatnik, con la que estuvo 14 años casado.

Chrysi Vardinoyannis se mostraba menos acostumbrada a las cámaras que su futuro marido, a pesar de que su nombre no es precisamente desconocido para los medios helenos. No solo su padre fue presidente del Panathinaikos, uno de los clubes de fútbol con mejor palmarés, sino que la familia, de tradición naviera, es una de las más importantes y adineradas del país.

Tras el ensayo, los novios ya sí salían juntos del templo y satisfechos con el ensayo, con el que no quieren dejar nada al azar para este viernes, cuando Nicolás de Grecia se convierta por segunda vez en un hombre casado. Será una boda muy distinta a la primera que celebró, con Tatiana Blatnik en 2010, puesto que este nuevo enlace será mucho más reducido y sin representación de las casas reales europeas, solo aquellas con las que hay estrechos lazos familiares.

Eso sí, la ceremonia, aunque más íntima, no estará exenta de simbolismo, ya que la ceremonia del matrimonio de la iglesia ortodoxa es rica en imágenes bíblicas, oraciones, con algunas partes visualmente muy emocionantes, como la bebida de vino, la coronación o la `Danza de Isaías'.