Máxima de Holanda brilla en Chipre de azul Mediterráneo: terciopelo, zafiros y un vestido redescubierto

Aunque ya pudimos ver a los reyes de los Países Bajos llegando a Chipre en este primer viaje oficial del año, ha sido este martes cuando la visita de Estado comenzaba oficialmente, con la tradicional ceremonia de bienvenida en el Palacio Presidencial y la ofrenda floral. Una cita en la que hemos visto a Máxima de Holanda brillando de azul Mediterráneo, enfundada en tercipelos y presumiendo de zafiros y un vestido redescubierto.

Una elección perfecta para no pasar frío a pesar de la ausencia de abrigo y poder así lucir este diseño, firmado por Costarellos, creador griego que se ha convertido en uno de los favoritos de Máxima de Holanda, tanto para apariciones de gala como las que no lo son.

No sabemos si lo ha hecho con toda la intención, al ser un país vecino, para homenajear así al Mediterráneo, o es pura casualidad, pero lo cierto es que son frecuentes las ocasiones en las que la argentina luce esta marca. Y no solo ella, ya que son muchas las royals que tienen en sus vestidores prendas de Costarellos, responsable también del vestido de novia de Chrysi Vardinoyannis para su boda con Nicolás de Grecia.

De hecho, se trata de un vestido que no es creado especialmente para esta ocasión, como sí sucede en otras visitas de Estado, sino que Máxima lo tiene desde hace tiempo en su armario, aunque es la primera vez que lo vemos en todo su esplendor.

Para saber cuando lo lució, aunque de forma muy, muy discreta, nos tenemos que trasladar a diciembre de 2023, cuando, junto al rey Guillermo, recibió al presidente de Corea del Sur y su esposa en visita de Estado. La temperatura de esa fecha en Ámsterdam era muy inferior a la que ha acompañado este martes a la pareja en Nicosia, por lo que Máxima no tuvo otra que lucir un abrigo azul marino, bajo el que se adivinaba un diseño del mismo color.

Efectivamente, es el mismo vestido del que la reina de Países Bajos ha podido presumir en el inicio oficial de la visita de Estado a Chipre. Una creación con drapeado en un hombro y bajo asimétrico con cascada desde la cintura, que ha combinado con stilettos del mismo color y un tocado del británico Philip Treacy que ya ha lucido en más ocasiones, una de ellas, precisamente, en esa visita del presidente coreano.

Por supuesto, Máxima también ha puesto al estatus royal al diseño. ¿Cómo? Con las joyas de la colección familiar, unos espectaculares pendientes de zafiros y un broche igual de imponente que ha querido utilizar de una forma muy original. Y es que, en lugar de llevarlo prendido en la parte superior del pecho, como se hace habitualmente, lo ha prendido en la cintura, creando un bonito efecto con la cascada del vestido.

Aunque no se conoce el origen exacto, hay imágenes de la reina Guillermina, bisabuela del actual monarca, luciéndolo en 1930, por lo que es posible que tenga más de 100 años. Eso sí, la piedra original no era ese enorme zafiro que vemos ahora, sino una esmeralda de las mismas dimensiones, que fue sustituida en la década de los 80 por una que se cree que procede de la colección de Ana Paulova.

Sea cuál sea su origen, lo cierto es que se convirtió en apuesta segura para la ahora princesa Beatriz, quien incluso lo lució para la coronación de su hijo mayor y heredero en 2013. Y su nuera ha llevado este espectacular broche hasta en seis ocasiones, siempre combinado con azules, como en este caso en Chipre, donde el Mediterráneo ha tenido un protagonismo importante en el look de Máxima.