Máxima de Holanda rescata el vestido de la boda de la duquesa de Medinaceli para su última salida nocturna
La argentina apostó de nuevo por el look que ya le viéramos en Jerez de la Frontera para un nuevo evento en la visita de Estado del presidente surcoreano
Día ajetreado el de ayer para la realeza europea. Mientras Alberto y Charlène recibían en Mónaco la Luz de la Paz de Belén en el Palacio del Príncipe, en Noruega los príncipes herederos Haakon y Mette-Marit se reunían con el presidente ucraniano Zelenski, y aquí en España, la reina Letizia lucía falda midi y botas 'over the knee' para una reunión con la Fundación Princesa de Girona en representación de su hija, la princesa Leonor. Mientras todo esto acontecía en cada uno de los reinos, en los Países Bajos continuaba la visita de Estado del presidente surcoreano Yoon Suk-yeol y su esposa, Kim Keon-hee.
En el segundo día de esta histórica visita oficial, ya que es la primera que se produce desde que las dos naciones establecieran relaciones diplomáticas, ha sido la pareja procedente del país asiático la que ha hecho de anfitriona para la reina Máxima y el rey Guillermo Alejandro. Las dos parejas acudían a un espectáculo de música y danza clásica coreana en Ámsterdam y, durante la animada velada, la argentina nos sorprendía rescatando un vestido que ya le viéramos usar hace muy poco tiempo.
Concretamente es el look por el que apostó en su visita a España el pasado 14 de octubre para asistir a la iglesia de San Miguel, en Jerez de la Frontera, donde se dieron el 'sí, quiero' Victoria Hohenlohe, duquesa de Medinaceli, y Maxime Corneille. Máxima, que acudió al enlace junto a su marido y su hija Amalia, llegó con suma discreción al enlace vistiendo sobria y elegante con un vestido confeccionado en color gris perla, de manga larga y con una larga abertura en su pierna izquierda. En aquella ocasión lo acompañó con un tocado a juego.
En su reaparición en el vestuario de la reina, ahora hemos podido conocer que el vestido pertenece a la firma griega Costarellos. Fundada en 1998 en Atenas por el diseñador griego de origen alemán Christos Costarellos, según nos cuentan en su web, la marca "está redefiniendo la moda de noche para los tiempos modernos mediante la creación de prendas de lujo modernas elaboradas por expertos siguiendo los principios de la alta costura".
Como las temperaturas holandesas no son las de Andalucía, Máxima decidía en esta ocasión lucir sobre el vestido una capa de lana reversible de su querida firma Natan perteneciente a la colección de Alicia Audrey que también le hemos visto llevar en anteriores ocasiones. Natan es una firma creada por el interiorista belga Edouard Vermeulen que actualmente es una de las grandes favoritas de la reina de Holanda y de muchas mujeres de la realeza como Matilde de Bélgica o Silvia de Suecia. La royal nacida en Buenos Aires completó su look con unos de sus habituales zapatos de tacón del diseñador holandés Jan Taminiau.
La vista de Estado del mandatario de Corea del Sur a los Países Bajos está sirviendo para que veamos a Máxima sacar del armario algunos de sus grandes éxitos del pasado. Sin ir más lejos, en la cena de gala que se celebraba el martes en el Palacio Real de Ámsterdam la veíamos elegir de nuevo un diseño de Costarellos. En esta ocasión se trataba del modelo Lisie, un look en color burdeos que combina terciopelo y guipur y tiene un precio de 2.235 euros.
Previamente, en la ceremonia oficial de bienvenida a Yoon Suk-yeol y a la primera dama, Máxima viajaba aún más atrás en el tiempo para rescatar un abrigo que ya había estrenado hace más de veinte años, concretamente en 2002. Para acompañarlo elegía un original tocado en terciopelo que llevaba el sello de otra de sus marcas fetiche: Philip Treacy. Todo para dejar claro una vez más que sigue siendo la reina de la moda sostenible.
Día ajetreado el de ayer para la realeza europea. Mientras Alberto y Charlène recibían en Mónaco la Luz de la Paz de Belén en el Palacio del Príncipe, en Noruega los príncipes herederos Haakon y Mette-Marit se reunían con el presidente ucraniano Zelenski, y aquí en España, la reina Letizia lucía falda midi y botas 'over the knee' para una reunión con la Fundación Princesa de Girona en representación de su hija, la princesa Leonor. Mientras todo esto acontecía en cada uno de los reinos, en los Países Bajos continuaba la visita de Estado del presidente surcoreano Yoon Suk-yeol y su esposa, Kim Keon-hee.
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