Kate Middleton, elegancia de blanco en el Día de la Jarretera: un vestido con falda plisada y muchas perlas

Tras la celebración del Trooping the Colour este sábado, Kate Middleton ha vuelto a la escena pública para cumplir con otra actividad institucional junto al resto de la familia real británica. El 16 de junio se celebró el Día de la Jarretera, la orden más importante del Reino Unido, de la cual también forma parte el rey Felipe. Después de su ausencia el año pasado debido al tratamiento de quimioterapia que estaba recibiendo, la princesa de Gales ha regresado por todo lo alto a este acto.

Kate Middleton ha demostrado que sabe darle versatilidad a uno de sus vestidos más queridos. Se trata de un diseño blanco de la firma Self Portrait confeccionado en bouclé, gasa y encaje fino. Presenta un corpiño de manga larga ajustado a la cintura y una falda midi plisada. Este modelo está forrado, incluye un cinturón del mismo tejido y bolsillos con solapa.

La princesa estrenó este vestido en septiembre de 2021, durante una recepción en el Palacio de Buckingham para presentar el libro de fotografías tomadas durante la pandemia, Hold Still. Lo repitió en 2023, en el concierto posterior a la coronación de Carlos III, y recientemente en otro concierto con motivo del 80º aniversario de la liberación. En esta ocasión, ha optado por lucirlo en un acto diurno, siendo esta la primera vez que lo utiliza en un evento de este tipo.

La esposa del príncipe Guillermo ha completado su estilismo con unos salones de ante en color nude de Gianvito Rossi, cartera de mano blanca y un nuevo sombrero de Sean Barrett, con flores decorativas en la parte superior.

Kate ha añadido un toque más regio a su look con joyas de perlas, en concreto un collar de cinco vueltas del catálogo de Susan Caplan. Realizado con perlas artificiales de distintos tamaños, se cierra con un broche de cristal Swarovski. Su precio es de 250 euros. En cuanto a los pendientes, son de la misma diseñadora y presentan brillantes perlas artificiales en forma de cruz con pequeños detalles de perlas.

Durante el acto, la princesa ha observado cómo el príncipe Guillermo, junto al rey Carlos y la reina Camila, además de otros miembros de la familia real, participaban en uno de los eventos más vistosos del calendario real. Cada año, en la ceremonia, los Windsor y otros asistentes se visten con elegantes capas de terciopelo y sombreros adornados con plumas para desfilar desde el castillo hasta la capilla de San Jorge, en el castillo de Windsor, donde asisten a un servicio privado.

Tras ello, regresan en carruajes tirados por caballos. Kate presenció el desfile junto a Sophie, la duquesa de Edimburgo, ya que ninguna de las dos pertenece a esta antigua orden y, por tanto, no han participado en el acto.