El armario de verano de la reina Letizia: inteligencia estilística, estrategia y un truco infalible

Doña Letizia está firmando uno de los veranos más inspiradores de los últimos años. En cada aparición pública derrocha personalidad, elegancia y coherencia con una imagen que, aunque institucional, no deja de ser muy suya. Desde la sobriedad hasta el color más vibrante, la Reina ha demostrado que sabe cómo moverse entre distintos códigos con soltura.

Uno de los looks que más ha dado que hablar recientemente fue el que lució en los Premios Mariano de Cavia. Aquel vestido palabra de honor en negro absoluto firmado por Sybilla, acompañado por un collar de perlas perteneciente al llamado lote de pasar, dejó claro que doña Letizia también sabe arriesgar sin estridencias. Un estilismo sofisticado, que rompía con lo que solemos ver en esta época del año, tradicionalmente dominada por tonos vivos y tejidos ligeros.

Y es que si hay un momento en el que el armario de Letizia se transforma con más libertad, ese es el verano. Es durante estos meses cuando la vemos brillar con más color, apostar por tejidos naturales como el lino, siluetas más relajadas, y pequeños guiños de romanticismo que suavizan su conocida fuerza escénica. Porque sí, doña Letizia tiene una imagen poderosa, una presencia firme, una postura impecable y unas microexpresiones que transmiten carácter y decisión. Pero sabe perfectamente que todo eso puede equilibrarse con los códigos adecuados del vestuario.

Para analizar en profundidad el porqué de sus elecciones estivales, hemos consultado a la experta en imagen personal Duduyemi Afuye, quien nos ha confirmado que la Reina pertenece a la colorimetría “otoño suave”. ¿Qué significa esto? Que los tonos que más la favorecen son aquellos cálidos, con matices empolvados o apagados, como el melocotón, el beige, los verdes claros o incluso el terracota. Sin embargo, en su papel como Reina de España, no siempre puede seguir a rajatabla estas recomendaciones. Por ello, en muchas ocasiones la vemos enfundada en colores fríos como el azul, el gris o el negro, que aunque transmiten sobriedad y autoridad, no terminan de resaltar su luz natural.

A pesar de ello, hay aspectos que domina con precisión. Por ejemplo, su uso del estampado floral. No es casualidad que lo elija con tanta frecuencia: según Duduyemi Afuye, estos motivos ayudan a dulcificar su imagen, a añadir un matiz más amable y cercano. “Le encantan las flores, y sabe que le sientan bien porque romanticen su estilo. Ella es consciente de su fuerza visual, así que contrarresta esa energía con tejidos y diseños más suaves”, explica la experta.

En cuanto a siluetas, hay una clara ganadora en su armario estival: el vestido evasé. Ajustado en el pecho y con vuelo en la falda, este corte permite frescura y movimiento sin perder elegancia. Es una opción que le favorece especialmente porque estiliza su figura, que es más bien rectangular, y al mismo tiempo proyecta una imagen más ligera y accesible. Además, este tipo de diseños suele venir acompañado de tejidos frescos como el lino, muy presentes en sus estilismos de verano.

Otro truco infalible que ha perfeccionado con el tiempo es el de la comodidad. Cada vez es más frecuente verla con zapatos de tacón bajo o directamente planos. No es una decisión meramente estética, sino también práctica: doña Letizia sufre desde hace años de dolencias en los pies, motivo por el cual ha dejado atrás los altísimos stilettos de antaño. En su lugar, apuesta por slingbacks, alpargatas de cuña moderada o salones con tacón sensato. Todo ello sin renunciar al estilo, por supuesto.

Y esa es, precisamente, la clave de su armario de verano: mantener el equilibrio entre formalidad institucional y frescura estacional. Una Reina que no teme repetir prendas, que introduce guiños a diseñadores españoles, que sigue marcando tendencia sin perder autenticidad. Porque si algo ha demostrado Letizia en estas últimas semanas, es que la elegancia, en verano, también puede llevarse con naturalidad, con color y, sobre todo, con inteligencia estilística.