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La fabulosa mansión de Boris Becker en Mallorca en la que viven los okupas
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La fabulosa mansión de Boris Becker en Mallorca en la que viven los okupas

Los alemanes Bauchi, Hassel y Steffi lideran la comuna que lleva un año viviendo en Son Coll, la casa del extenista. Han plantado un huerto y planean tener gallinas

Foto: Boris Becker, en una foto tomada en Múnich. (Getty)
Boris Becker, en una foto tomada en Múnich. (Getty)

El diario 'Última hora' ha pasado unas horas con Bauchi, Hassel y Steffi, los tres alemanes que lideran la comuna de okupas que viven en Son Coll. Abandonada durante años, decidieron instalarse en ella hace unos meses y desde entonces han mantenido la finca a salvo de la maleza, han plantado huertos y tienen hasta wifi. Amplias praderas, una piscina exclusiva, establo para los caballos, una residencia principal más otra casa de invitados, pista de tenis y así hasta el infinito. En su día, se unieron ocho parcelas y estuvieron años de obras para convertirla en una villa de lujo. La exquisita Son Coll, la mansión que un día fuera símbolo de la gloria del tenista Boris Becker, fue ocupada hace un año y ahora estos 'hippies' alemanes disfrutan de los placeres que otorga vivir en una mansión de 10 millones de euros.

La propiedad llevaba años a la venta y había sido prácticamente abandonada por el tenista, tras sospecharse su ruina económica. Ocasión que fue aprovechada por Bauchi, Hassel y Steffi para entrar y acomodarse en ella. No solo eso, suelen difundir en vídeos y fotografías el estado actual del otrora palacio.

placeholder Son Coll, vista desde el aire. (Balearic Properties)
Son Coll, vista desde el aire. (Balearic Properties)

Los okupas contaron a la prensa alemana que solo se percataron de que se trataba de la famosa mansión de Becker, el que fuera el jugador de tenis número 1 del mundo, cuando un par de periodistas teutones llamaron a su (maravillosa) puerta. Les contaron los planes de futuro que tenían para la villa, que se encuentra cerca de la localidad de Artà, en el noroeste de Mallorca. Junto a otros amigos ya habían cortado la maleza y habían recogido la basura acumulada durante años.

Ahora, la prensa mallorquina ha podido constatar que estos alemanes están plenamente instalados. Planean traer gallinas, han instalado una ducha y acondicionado unas antiguas viviendas de trabajadores para algunas familias.

Son Coll fue adquirida por Boris Becker a fines de los 90 y estaba en entredicho por sus deudas pendientes. La primera vez que el tenista alemán quiso venderla fue en 2007, por un precio de 15 millones de euros, aunque luego cambió de idea. La excusa que puso entonces es que la casa era demasiado grande para él, dado que solo pasaba allí unas semanas al año y sus hijos (al menos la mayor parte) ya eran adultos.

placeholder Vista de la piscina de Son Coll cuando estaba en buen estado. (Balearic Properties)
Vista de la piscina de Son Coll cuando estaba en buen estado. (Balearic Properties)

En este tiempo, la finca de Becker ha salido a subasta tres veces, la última en diciembre de 2015 por el impago de 97.665 euros a quienes eran los guardeses de la propiedad. En 2012 y en 2014 se evitó in extremis que Son Coll fuese vendida al mejor postor tras saldar el tenista en el último momento las deudas que tenía pendientes con una empresa de jardinería y una constructora mallorquinas. Los problemas económicos le persiguen y, de hecho, en verano del año pasado, el ex número uno del tenis mundial fue declarado en bancarrota por una jueza de Londres. Él siempre ha negado la mayor y actualmente reside en una de las mejores zonas de Londres, donde el alquiler no baja de 20.000 euros al mes.

Mientras, Bauchi, Hassel, Steffi y el resto disfrutan de la mansión con el resto de su comuna y suelen compartir vídeos sobre el estado actual de Son Coll (bastante deplorable) y sus avances en ese sentido. Cuando el periodista les pregunta qué pasará si de repente Boris vuelve a la casa, Bauchi afirma que se marcharán pacíficamente. "Nos iremos y dejaremos que la disfrute".

El diario 'Última hora' ha pasado unas horas con Bauchi, Hassel y Steffi, los tres alemanes que lideran la comuna de okupas que viven en Son Coll. Abandonada durante años, decidieron instalarse en ella hace unos meses y desde entonces han mantenido la finca a salvo de la maleza, han plantado huertos y tienen hasta wifi. Amplias praderas, una piscina exclusiva, establo para los caballos, una residencia principal más otra casa de invitados, pista de tenis y así hasta el infinito. En su día, se unieron ocho parcelas y estuvieron años de obras para convertirla en una villa de lujo. La exquisita Son Coll, la mansión que un día fuera símbolo de la gloria del tenista Boris Becker, fue ocupada hace un año y ahora estos 'hippies' alemanes disfrutan de los placeres que otorga vivir en una mansión de 10 millones de euros.

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