Serge Gainsbourg, ¿el Weinstein francés? Historia de un provocador

La cantante luso-belga Lio no se ha andado por las ramas. En el podcast 'Transmission', difundido en Arte Radio, ha hecho unas durísimas declaraciones sobre Serge Gainsbourg, de las que se han hecho eco los principales medios franceses, pero también ha tenido una gran repercusión en la prensa anglosajona, habida cuenta de la enorme trascendencia que tuvo para el mundo musical el mítico compositor de 'Je t'aime... moi non plus', pero también para la crónica social. No en vano por su vida pasaron algunas de las mujeres con más talento, éxito y belleza de la época.

"Hoy voy a volver sobre Gainsbourg, que era simplemente un acosador, alguien que no era nada cool en absoluto con las chicas y que era un Weinstein (el todopoderoso productor estadounidense, actualmente en prisión) de la canción, en cierta manera. Viví en primera persona su comportamiento más que engañoso hacia las mujeres jóvenes y su falta de respeto hacia ellas", afirma respecto al autor de 'Les sucettes', una canción que interpretó France Gall en 1966 (la cantante falleció hace dos años) y que describía a través de dobles sentidos una violación.

France Gall declaraba en 2015 en una entrevista con 'Le Parisien': "No entendí el significado de la canción y puedo certificar que nadie en ese momento entendió el doble sentido", y cuando fue consciente del contenido del tema "cambió mi relación con los hombres. Para mí fue humillante". Tanto es así que la ganadora de Eurovisión con 'Poupée de cire, poupée de son' en 1965 la eliminó de su repertorio. Y ahora Lio considera que se trató de un abuso por parte de Gainsbourg: "Claramente, los adultos sin respeto abusaron de France. Es una violación, ella lo sintió así y es legítimo. Y que la gente de la profesión se riera es inaceptable para mí. Estoy totalmente del lado de France".

Son muchas las situaciones en las que Serge Gainsbourg pasó algunos límites que ahora serían juzgados de una manera mucho más severa que en ese momento, en el que, además, no había emergido el movimiento #meetoo. En 1989, en el programa 'Champs Élysées', después de una actuación de Whitney Huston, visiblemente ebrio, protagonizó uno de los momentos más bochornosos de la televisión contemporánea, que recordaba treinta años más tarde el presentador Michel Drucker.

"El enfrentamiento me marcó. El cantante estaba borracho y le había murmurado en inglés a la artista americana de 22 años que era genial y que quería follársela. Muy agobiado, hice un esfuerzo enorme por quitarle importancia a la situación y darle a sus palabras otra traducción, pero Gainsbourg insistió. Al principio, sin palabras, luego estupefacta, Whitney Houston abandonó el plató indignada y furiosa", aseguró.

Otro momento que generó también estupor en ciertos sectores de la sociedad fue cuando grabó la canción 'Lemon Incest', con su hija Charlotte, en la actualidad una estrella como actriz y cantante, pero que en ese momento tenía solo 12 años. Al tratar una cuestión tan espinosa como el incesto, recibió acusaciones de pedófilo y su propia hija en octubre de 2019 en 'The Guardian' manifestaba que su padre sería "sistemáticamente condenado por cada uno de sus hechos y gestos (en la actualidad)".

Respecto a la mencionada canción, Charlotte aseguraba en la mencionada entrevista que "recuerdo a mi padre teniendo que explicarse, porque usaba juegos de palabras. (Hablar de) incesto y tabú. Es como si se divirtiera con eso. Pero si escuchas las letras, solamente habla del infinito amor de un padre por su hija y de una hija por su padre, y no puedes condenar eso. Porque no hay nada físico. Así que, sí, dice 'incesto".

Serge falleció de un ataque al corazón en 1991, cuando Charlotte tenía 19 años. Detrás dejaba una leyenda de conquistador y polemista, quien tuvo una intensa vida sentimental por la que pasaron, entre otras, Brigitte Bardot, Jane Birkin, madre de Charlotte, la modelo Bambou y la fotógrafa Constance Meyer. Sus singulares canciones han sido interpretadas por estrellas de la magnitud de Vanessa Paradis, Marianne Faithfull, Juliette Gréco, Dalida, Françoise Hardy, Catherine Deneuve o Isabelle Adjani, entre otras. Sin embargo, entre todas ellas, ha sido Jane Birkin quien más vivo ha mantenido su legado musical.