El regreso de Rubén Cortada tras estar sus años perdidos en un infierno personal

Salvando las distancias, en la historia de Rubén Cortada encontramos muchas similitudes con la de William Levy, otro actor con orígenes humildes, bien dotado para el deporte y con talento para la interpretación, que también debió abandonar su Cuba natal para triunfar en la televisión. Pero al contrario que el protagonista de 'Café con aroma de mujer', que ha seguido una carrera ascendente, Cortada vio la suya truncada por los problemas personales y familiares.

Tras aterrizar en España para trabajar como modelo, el joven actor cubano empezó a despuntar en series como 'Bandolera' o 'El tiempo entre costuras', pero fue en 2014 cuando logró la fama definitiva y el estatus de sex symbol gracias a su papel de villano en 'El Príncipe'.

Tras su éxito en esta ficción llegaron tiempos de bonanza y no pararon de salirle proyectos. En 2015, se convirtió en guardia civil en 'Olmos y Robles', junto a Pepe Viyuela, y un año después también dio vida a Ramón Serrano Suñer en 'Lo que escondían sus ojos', junto a Blanca Suárez.

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Precisamente es su reencuentro con la actriz española el que le ha colocado de nuevo de actualidad. Junto a ella protagoniza a las órdenes de Álex de la Iglesia la película 'El cuarto pasajero', una comedia sobre el trayecto de cuatro desconocidos que viajan hasta Madrid.

Con este largometraje volvemos a situar en el radar a Cortada, después de que durante años se lo tragara la tierra. Hace cinco años, el intérprete, modelo, ingeniero y extenista infantil de élite de pronto dejó de salir en televisión y abandonó su Instagram borrando casi todas sus publicaciones. ¿Qué había pasado? No fue hasta 2020 cuando confirmaba su regreso a España con las palabras "I’m back (He vuelto)" en sus redes sociales, luciendo además un peculiar look de náufrago.

"Estuve en Cuba. Paré de trabajar, porque me fui por unos temas personales y cada vez se complicó más la cosa. Se me fue de las manos y no pude salir del país hasta casi pasados tres años. Fue una situación complicada. Pero he regresado con mucha fuerza. Todo está bien compartimentado en mi cabeza. Hubo cosas que gestioné mal", explicaba Cortada a la revista 'MadMen Magazine' sobre la época en la que tocó fondo.

"Me fui muy abajo. Mal. Son procesos y todo el mundo los tiene. Nuestros demonios están todo el tiempo acechando, o por lo menos a mí me están dando todo el tiempo. En Cuba fue bajar al noveno círculo del infierno. Saludé a Dante: '¿hola qué tal?, ¿todo bien?", era lo que relataba entonces el actor sin aportar más detalles sobre el infierno personal.

De las desgracias e infortunios que truncaron aquel prometedor futuro daba cuenta meses más tarde en una sincera entrevista en 'El País'. Tras un momento vital "dulcísimo", su mundo se vino abajo tras la muerte de su padre, al que califica como "el hombre que yo hubiera querido ser". Sin apenas tiempo para recuperarse de esta pérdida, dos años después también fallecía su madre "tras un proceso complicadísimo de hospital, quimioterapia y mucho sufrimiento".

La cancelación de un proyecto importante debido a la pandemia fue el golpe definitivo que terminó por minar la moral del actor, que define su vida entonces como un "infierno", asegurando que "es como si alguien hubiera dicho: 'te va bien, ok, ahora vas a pagar tu peaje".

Superada aquella cruel etapa, Rubén Cortada está de nuevo instalado en España junto a su hija y su mujer, la modelo Susana Pino. Los dos se conocieron en La Habana mientras estudiaban bachillerato en la Escuela Vocacional Lenin y posteriormente unos estudios informáticos les unieron aún más.

Mientras tiene nuevos proyectos en el horizonte, en su muro de Instagram, donde le siguen cien mil fans, el atractivo actor da muestras de su buen estado de ánimo y optimismo a base de divertidas publicaciones y de otras tantas que hacen subir la temperatura de la plataforma.