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El mejor patrimonio de Ibiza no es la fiesta
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VIAJE

El mejor patrimonio de Ibiza no es la fiesta

El viernes a las seis de la tarde, un grupo de jóvenes británicos desciende de su vuelo charter y recogen sus maletas con la etiqueta IBZ

Foto: El mejor patrimonio de Ibiza no es la fiesta
El mejor patrimonio de Ibiza no es la fiesta

El viernes a las seis de la tarde, un grupo de jóvenes británicos desciende de su vuelo charter y recogen sus maletas con la etiqueta IBZ en la cinta de equipaje. Aunque están a siete kilómetros de la capital, jamás se les ocurriría pasar por la ciudad de Ibiza y se dirigen directamente a la zona de San Antonio, buscando la famosa marcha de la isla. Sin embargo, el auténtico patrimonio insular, aquel que ha sido reconocido por la UNESCO como de toda la humanidad, se encuentra en esa ciudad que ellos nunca conocerán. Hay otra Ibiza, sólo hace falta tener ganas de conocerla.

Ibiza es la única ciudad insular española Patrimonio de la Humanidad que está bañada por las aguas del mar. El Mediterráneo siempre está presente con su intenso azul, domina la ciudad, y es el líquido elemento el que le ha dado forma a lo largo de los milenios desde que los fenicios fundaran aquí Aiboshim, la ciudad de Bes, en el siglo VII aC.

Hoy la antigua villa, que ostenta el título de ciudad desde 1782, sigue conservando el espíritu portuario que ha formado parte de su esencia tanto como pueden haberlo hecho las murallas, una de las visitas inexcusables en un viaje a Ibiza. Esta frontera construida por los hombres establece la separación entre Dalt Vila y el resto de la ciudad. Aunque ya existían murallas en Ibiza desde la Antigüedad, las que se pueden contemplar hoy en día datan de la época de Felipe II, que dotó a la entonces villa de una defensa moderna y cuya construcción fue un hito en la época, al tardar sólo 20 años en ser levantadas.

Técnicamente la muralla, que sirvió para ampliar los límites del recinto fortificado anterior (hoy aún es posible ver fragmentos de la vieja muralla en Dalt Vila), está compuesta por siete baluartes, un revellín y dos caballeros. En uno de los baluartes, el de San Juan, se levanta hoy en día el Museo de Arte Contemporáneo de Ibiza, en el que es posible contemplar obras de los muchos artistas que han pasado por la isla desde los años 60.

Recorriendo ‘la villa de arriba’

Las murallas delimitan con tal rotundidad la ciudad que la colina sobre la que se levanta parece de mayor altura aun. En su cima, la plaza de la catedral es el lugar donde se encuentran buena parte de los antiguos poderes de la isla. Junto al templo catedralicio, que adquirió tal grado en el siglo XVIII, se levanta la casa del común o Universidad de Ibiza, la corte judicial y la capilla del Salvador. Aquí también se celebraba la lonja, se subastaban todo tipo de cosas (desde fincas hasta hombres) y se ajusticiaba a los condenados a muerte.

Entre los antiguos muros medievales y la muralla renacentista se encuentra la plaza de la Villa, a la que se había trasladado el mercado huyendo de la aglomeración de la zona de la catedral. Bajando hacia el mar está la Vila Nova, que fue poblada por comerciantes a partir de 1700. Muchas casas en todo el casco histórico fueron abandonadas durante el siglo XX por las comodidades de las viviendas construidas al calor del turismo, pero la recuperación de estos inmuebles en el centro de la ciudad es un hecho y el paseo por sus callejuelas resulta cuando menos sobrecogedor.

Los habitantes de Ibiza fueron acercándose al mar a medida que se sucedían las ampliaciones en la muralla. El barrio de la Marina conserva aún cierto aire de otro tiempo y recuerda a la época colonial, con sus coloridas casas y las peculiares formas de sus viviendas. Este es el auténtico centro de ocio de la ciudad hoy en día. En torno a la Marina se encuentra la mayoría de bares y cafés de la ciudad, frecuentados por los ibicencos en cualquier momento del año.

Cómo llegar: El aeropuerto de Ibiza conecta la isla con las principales capitales españolas y extranjeras. Por barco es posible llegar desde Barcelona, Valencia o Alicante.

Dónde dormir: Royal Plaza, Hotel Los Molinos, Hotel El Corso.

Dónde comer: Txoko (Vía Púnica s/n, 971 393 360), Sa Gavina (Av. Pere Matutes 20, 971 301 453), El Olivo (Plaza de la Villa 8, 971 300 680).

Más información: Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España, Turismo de Ibiza, Ayuntamiento de Ibiza.

El viernes a las seis de la tarde, un grupo de jóvenes británicos desciende de su vuelo charter y recogen sus maletas con la etiqueta IBZ en la cinta de equipaje. Aunque están a siete kilómetros de la capital, jamás se les ocurriría pasar por la ciudad de Ibiza y se dirigen directamente a la zona de San Antonio, buscando la famosa marcha de la isla. Sin embargo, el auténtico patrimonio insular, aquel que ha sido reconocido por la UNESCO como de toda la humanidad, se encuentra en esa ciudad que ellos nunca conocerán. Hay otra Ibiza, sólo hace falta tener ganas de conocerla.