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Este yate es una auténtica obra de arte
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LUJO

Este yate es una auténtica obra de arte

¿Cuál será el siguiente paso en el mundo de los yates? Hace poco comentábamos las recientes incursiones hechas por Philippe Starck o Norman Foster en el

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Este yate es una auténtica obra de arte

¿Cuál será el siguiente paso en el mundo de los yates? Hace poco comentábamos las recientes incursiones hechas por Philippe Starck o Norman Foster en el mundo del diseño de naves recreativas. Primero fue el A, la impresionante nave creada por Starck, el ‘rey Midas’ del diseño, para el millonario ruso Andrei Melichenko, y luego llegó el turno de la nave proyectada por el arquitecto autor del metro de Bilbao, cuyo bautizo está previsto para dentro de muy poco. Ahora llega el momento de que arte e ingeniería naval se den la mano, y el artífice de la unión tiene uno de esos nombres-marca cuya simple pronunciación ya hace sonar la caja: Jeff Koons.

El autor del peculiar Puppy que mora junto al museo Guggenheim de Bilbao se ha encargado de decorar el exterior del yate Guilty, propiedad del multimillonario griego y mecenas artístico Dakis Joannou, poseedor de una de las principales colecciones privadas de arte contemporáneo de todo el planeta. La nave, de 35 metros de eslora, es bastante pequeña en comparación con otros colosos del lujo que surcan los mares, pero gana a todos por goleada en diseño y estilo.

El yate, diseñado por la arquitecta naval Ivana Porfiri y construido en la Cantieri Navali Rizzardi, cerca de Roma, tuvo un bautizo que reunió a buena parte del quién es quién en el arte contemporáneo mundial. No en vano la artista Sarah Morris tiene el honor de haber puesto nombre a la nave, que se llama Guilty siguiendo el título de un cuadro de la británica que, por supuesto, está colgado en uno de los camarotes.

 

A pesar de lo llamativo de su diseño exterior, en realidad Koons ha buscado su inspiración en el camuflaje militar. Sí, porque las líneas seguidas por el estadounidense no son otras que las marcadas durante la I Guerra Mundial por Norman Wilkinson, artista y oficial de la marina británica que en vez de crear un patrón de camuflaje que ocultara las naves optó por distribuir líneas quebradas que dificultaran la localización de su ruta por parte de los submarinos enemigos. Entonces nació el camuflaje dazzle, que se mantuvo como tónica en los barcos de guerra aliados en la II Guerra Mundial, diseño que más de seis décadas después es recuperado para gloria de un multimillonario. ¿Acaso el mundo del arte no es como una gran guerra?

¿Cuál será el siguiente paso en el mundo de los yates? Hace poco comentábamos las recientes incursiones hechas por Philippe Starck o Norman Foster en el mundo del diseño de naves recreativas. Primero fue el A, la impresionante nave creada por Starck, el ‘rey Midas’ del diseño, para el millonario ruso Andrei Melichenko, y luego llegó el turno de la nave proyectada por el arquitecto autor del metro de Bilbao, cuyo bautizo está previsto para dentro de muy poco. Ahora llega el momento de que arte e ingeniería naval se den la mano, y el artífice de la unión tiene uno de esos nombres-marca cuya simple pronunciación ya hace sonar la caja: Jeff Koons.