Tamarises, tradición y modernidad en el abra de Getxo

El remodelado Restaurante Tamarises, en Neguri, Getxo,  gestionado por el equipo de Fernando Canales del Etxanobe, ha sido una de las mejores sorpresas en mi visita de estas fechas a Bilbao. Pocas veces he estado en sitios donde me haya sentido tan bien atendido. Si de un restaurante debiéramos valorar la atención y el servicio, Tamarises es actualmente imbatible.

Con un servicio liderado en la sala por María Albero y Jaime Cardenal, que derrochan simpatía, amabilidad y  ganas de complacer al cliente, no solo atendiendo las peticiones y cuidando los detalles, sino con la inteligencia de querer aprender y satisfacer los menores detalles y sugerencias que se les hacen. Simplemente por esto merecería Tamarises un lugar destacado.

Sin embargo, no es solo su magnífico servicio lo que destaca. Ubicado sobre la playa de Ereaga,  su situación es una delicia, céntrico para los visitantes de Getxo y a 15 minutos del corazón de Bilbao. El nuevo Tamarises ha actualizado el antiguo local y ha creado un espacio que aún teniendo un carácter minimalista posee esa calidez que se echa en falta a menudo. Estamos asistiendo sin duda a la pubertad del restaurante de referencia de Guexto para la próxima década.

Tras esta introducción, trataré de dar las mejores pistas de su cocina, que está dirigida por Javier  Izarra (ex Etxanobe), y que podríamos definir como cocina tradicional vasca con un toque de modernidad, alternando  platos fieles a los mejores principios y, por otro lado, presentándonos nuevas creaciones que combinan con los sabores básicos de siempre.

Para comenzar nos ofrecen un finger de queso frito, su versión a lo Adrià de la tradicional Hilda, y un salpicón "rico rico".

De sus entrantes destaco su revuelto de trufa negra, es una delicia, de una honestidad impresionante, más que huevo con trufa, es trufa con huevo,  generando unos aromas  intensos y rotundos que a veces llega casi a empachar. El plato es de culto obligado y no se lo deben perder si  les gusta la trufa, pero tampoco su tataki de atún rojo (17 €), su marmitako de bogavante (21 €) o la lasagna de alcachofas con crema trufada (15 €), que son para mí sus entrantes estrella.

Tiene la carta lugar especial para dos especialidades vascas por excelencia, la merluza en sus elaboraciones tradicionales, y el bacalao. Pero además nos ofrece platos tan novedosos como las vieras asadas sobre natillas de hongo o el tronco de rodaballo con patatas panadera. De sus carnes sobresale el steak tartar, preparado en la mesa, y su huevo de caserío escalfado con panadera de hongo y foie, sin olvidarse de la vizcaína de callos morros y patas o algún plato de temporada como la becada. Como ven, tradición junto a modernidad.

De los postres, su tostada con helado de toffe, sensacional, y todo esto atendido con esa naturalidad y proactividad tan propia de los vascos. Una delicia, y por un precio que rondará los 50 euros.

Tamarises. Tel. 94 491 00 05
Muelle de Ereaga, 4. Getxo – Algorta (Vizcaya)