De Madonna a Jennifer Aniston... Así superan los famosos el shock de sus divorcios
¿Quieres saber cómo se les da a las celebrities de nuestras alfombras rojas el desamor? Un psicólogo analiza sus actitudes para saber si siguen la senda de la recuperación o no
Ante una ruptura amorosa cada uno lo lleva como puede…, famosos incluidos. Aunque qué duda cabe que ellos lo hacen con una cuenta más saneada, un universo de opciones a elegir y un poco más de público. Porque, sí, todo divorcio es una crisis vital, la tenga Brad Pitt o la tengas tú. Separarse es una experiencia en la que se producen muchos cambios a los que cualquier persona se tiene que adaptar poniendo en marcha todo un conjunto de recursos y estrategias. Desde que se pronuncian las palabras del adiós, tanto si eres tú quién las dice como el que las recibe, comienza una peregrinación por el desierto que conlleva problemas adaptativos de malestar emocional (ansiedad, depresión o problemas de comportamiento) y/o deterioro de la actividad social, laboral o académica, o lo que es lo mismo, más vale que el mundo te tenga paciencia porque durante una etapa no vas a dar pie con bola.
Y ¿cuánto duran esos 'síntomas' de desamor? Pues depende. “A mayor tiempo de convivencia, más problemas. Además, los recursos personales y los apoyos sociales del entorno, la forma que adopta la separación, la existencia de una relación alternativa, ser el que abandona la relación o el abandonado (tiene más coste inicial el abandonado) son factores que influyen en el impacto emocional del divorcio”, explica el psicólogo Miguel Ángel Cueto, del Centro Psicológico de Terapia de Conducta (CEPTECO).
Ashton Kutcher, retiro espiritual con ayuno incluido
En 2013 nos llegó la noticia: Demi Moore y el actor que alcanzó más fama como toyboy que como actor (estamos hablando de hace una década) habían firmado los papeles del divorcio (aunque llevaban separándose desde 2011). Y él decidió liarse la manta a la cabeza, huir en solitario a las montañas de Montana, apagar el móvil y alimentarse de té y agua durante una semana. Se lo confesó a su amigo Dax Shephard en un podcast. ¿Y qué hizo esos días además de pasar hambre? Pues escribir unas bonitas cartas a todas las personas con las que tenía un relación conflictiva, reflexionando sobre esas relaciones, y después… enviarlas. Y así pasó página.
Prescindiendo del ataque de sinceridad epistolar, ¿vale la pena invertir en un billete al Naranjo de Bulnes en solitario tras una ruptura? Bueno, pues si eres del rollo lobo solitario, puede ser que sí. “Hay personas que necesitan una mayor distancia y soledad para reflexionar sobre su devenir futuro. No es mala idea para aquellas personas a las que les ayude un retiro espiritual y de ayuno con el fin de pensar lo que van a hacer a partir de la ruptura afectiva”, explica Miguel Ángel Cueto. Además, para adaptarse mejor a los cambios que trae consigo la ruptura ante todo se debe evitar tomar decisiones en un estado emocional alterado, y si para no alterarnos necesitamos entrar en contacto con la naturaleza…, pues bienvenida sea una visita a los Picos de Europa.
Chris Martin, deprimido por Gwyneth
Aceptar que una ruptura es un proceso más del devenir humano no es fácil. Aceptar que nadie es necesario para nuestra supervivencia, en algunos casos, parece que tampoco. Algo así le debió pasar a Chris Martin, cuando por fin se dio cuenta que su 'conscious uncoupling' con la actriz Gwyneth Paltrow no iba a ningún lado. ¿Y qué pasó? Que el cantante de Coldplay ha confesado que se pasó un año deprimido tras la ruptura. Tan deprimido que sus amigos íntimos se llegaron a preocupar.
“Todo proceso de tristeza, enfado o miedo suele ser normal después de una crisis vital, como podría ser la separación. Cuando es muy intensa, frecuente y duradera habría que preocuparse para evitar quedarse en procesos rumiatorios y remolinos emocionales que empeorarían dicho cuadro depresivo. Salir cuanto antes de dicho proceso no sería una mala opción”, advierte el experto.
Madonna y Guy Ritchie, a insulto limpio
Cuentan las leyendas que comenzó ella llamándole 'retrasado sentimental'. Y quedó en negro sobre blanco un año más tarde en una entrevista que el director de cine concedió a la versión estadounidense de 'Esquire': "Ella también era una retrasada". Luego elogiaba su ética del trabajo y afirmaba que aún la amaba…, pero ahí quedaba eso. Poner a caldo a nuestro ex puede ser un poco liberador en un primer momento, pero como estrategia para superar una ruptura, no es demasiado efectiva. “No es aconsejable desacreditar a alguien con el que has vivido y compartido momentos de la relación.
¿Cómo podrías explicarte a ti mismo que has vivido con una persona que es… (póngase el apelativo negativo que se quiera)? Nosotros animamos a las parejas cuando se separan a evitar el rencor y el comentar aspectos negativos del otro/otra, especialmente si se tienen hijos, pues es importante que mantengan el apego con ambos progenitores”, asegura Miguel Ángel Cueto. Ya sabes: nada de 'retarded' en público (aunque tus amigas ya intuían que lo era...).
Jennifer Aniston y Brad Pitt... por partida doble
Cuando se divorció de Brad Pitt, Jennifer Aniston hizo la terapia más cara del mundo: protagonizar una película en la que interpretaba a una mujer perseguida por su exmarido que a la sazón era cazarrecompensas (y lo interpretaba Gerald Butler). Toma catarsis. Más tarde confesaría que centrarse en el trabajo la ayudó a superar el bache. “Al igual que el retiro, la actividad laboral también podría ayudar a superar crisis afectivas cuando este es gratificante y nos hace sentirnos útiles y bien con nosotros mismos. Para las personas más sociables sería una buena forma de adaptación, al igual que para las personas más intimistas hacer una pausa en su vida”, explica el psicólogo. Pero si Jennifer está en este ranking por partida doble, es porque tras su divorcio con Justin Theroux todos babeabamos con la idea de que volviera a los brazos del también divorciado Brad Pitt (hasta que ha llegado Neri Oxman y el gusto de Brad por la arquitectura a matarnos la ilusión).
¿Volver con un ex anterior es una opción para superar un divorcio? El psicólogo (y todos los nostálgicos del mundo) le damos la bendición a la unión Jenn-Brad: “Buscar apoyos emocionales es una forma habitual de ayudarnos a superar crisis personales. Cada persona debe valorar si pedir ayuda al ex le podría ayudar a superarla. Cuando la relación afectiva ha sido buena anteriormente con el ex podría ser beneficiosa esa ayuda con la condición de que el ex o la ex no se aproveche de esa situación de debilidad afectiva que suelen aparejar las rupturas”. Brad, no te aproveches; o sí.
Justin Theroux, nueva novia (más joven, of course)
El tercero en discordia en la historia de Jenn y Brad es Justin Theroux, el reciente ex de la actriz. Él ha encontrado su propia forma de superar la ruptura: estrenar novia al mes del divorcio más joven que su recién estrenada exmujer… y con la que se sospecha que ya tenía una relación antes de pronunciar el 'no quiero' con Aniston. ¿Un poco precipitado?
Pues no tiene por qué… “No hay normas que nos digan cómo actuar en estos casos. Aunque mi experiencia me dice que, en ocasiones, y más frecuentemente en los hombres, suele darse o propiciar la separación cuando se tiene a otra pareja sustituta”, concluye el psicólogo que también aprovecha para darnos algunas claves para que la situación no se vuelva a repetir: “Reflexionar y modificar aquellas conductas que hacían complicada la convivencia anterior para evitar volverlas a desarrollar con las nuevas parejas. Darse permiso para hacer un duelo por la pérdida de la pareja y darnos un tiempo límite. Dejar sitio para sentir y expresar emociones (tristeza, abatimiento, soledad, ira... y, al fin, empezar una nueva vida”.
Ante una ruptura amorosa cada uno lo lleva como puede…, famosos incluidos. Aunque qué duda cabe que ellos lo hacen con una cuenta más saneada, un universo de opciones a elegir y un poco más de público. Porque, sí, todo divorcio es una crisis vital, la tenga Brad Pitt o la tengas tú. Separarse es una experiencia en la que se producen muchos cambios a los que cualquier persona se tiene que adaptar poniendo en marcha todo un conjunto de recursos y estrategias. Desde que se pronuncian las palabras del adiós, tanto si eres tú quién las dice como el que las recibe, comienza una peregrinación por el desierto que conlleva problemas adaptativos de malestar emocional (ansiedad, depresión o problemas de comportamiento) y/o deterioro de la actividad social, laboral o académica, o lo que es lo mismo, más vale que el mundo te tenga paciencia porque durante una etapa no vas a dar pie con bola.