Las incógnitas sobre Angelina Jolie y Brad Pitt, un año después de la separación

El 20 de septiembre de 2016 quedará, para la historia de la prensa rosa, como el día en el que los grandes amantes de Hollywood decidieron caminar por libre. Los Mary Pickford y Douglas Fairbanks del siglo XXI, Angelina Jolie y Brad Pitt, se separaban tras la petición de ella, que solicitó el divorcio y extremó cautelas en torno a sus hijos.

Como en toda separación traumática y mediática, los rumores sirvieron de fuente de inspiración a miles de periodistas alrededor del mundo. Los tabloides se hicieron de oro recreándose en detalles escabrosos como el de las adicciones de Brad o el incidente del actor en un avión con su hijo Maddox. ese episodio de gritos y violencia (parece que, finalmente, solo fue verbal) llevó al actor de 'El club de la lucha' (nunca mejor dicho vista la batalla campal entre ambos) a ser investigado por el departamento de policía de Los Ángeles. La razón: supuesto "abuso físico y verbal" hacia sus hijos.

Doce meses más tarde, parece que reina la paz entre las dos estrellas. Sin embargo, el tratado de paz entre estos dos contendientes sigue sin firmarse. Casi sin mencionarse el uno al otro, Angelina y Brad ya han sido capaces de hablar en público de su separación y de cómo han vivido todo este tiempo. Él ha reconocido sus problemas con el alcohol y ella pone paños calientes cada vez que un periodista le pregunta por el tema, lo cual ocurre a menudo. "Es doloroso", se limita a decir cuando, forzada por el momento, tiene que hablar de su vida al promocionar una película o alguno de los actos solidarios por los que también es conocida en todo el mundo.

Las diferencias entre Brad y Angelina y su forma de llevar el divorcio han sido notables desde septiembre de 2016. La protagonista de 'Maléfica' ha cerrado filas en torno a su prole e incluso adquirió la vieja mansión que poseía Cecil B.DeMille en Los Feliz, una zona residencial de la ciudad de las estrellas. Pitt, por su parte, ha retomado la amistad con Jennifer Aniston, a la que dicen que ha pedido perdón por la súbita forma en la que rompió la relación que ambos mantenían en 2005, justo cuando llegó a su vida el 'huracán Angelina'. Aniston vive ahora feliz junto a Justin Theroux y parece que, pese a huir de tormentos amorosos como de la peste, ha tendido una mano a su exmarido, al que no dejan de adjudicarle romances con las actrices más diversas. Sienna Miller fue una de las más sonadas. "Estoy muy triste, pero lo que más importa ahora mismo es que nuestros hijos estén bien. Pido a la prensa que les den el espacio que se merecen durante este tiempo de transición", suplicó Pitt hace un año al enviar un comunicado y expresar sus sentimientos; esos que han sometido a su físico a un drástico adelgazamiento.

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Doce meses después de la separación, la incógnita más importante es la que tiene que ver con la custodia de sus hijos. Aunque es bastante probable que sea compartida o que sea Angelina la que consiga la tutela, los juzgados aún no se han pronunciado. Tampoco han resuelto el divorcio y el dinero que cada uno tendría que repartirse con el otro. La fortuna total de la expareja asciende a 400 millones de dólares (240 de Pitt y 160 de ella) y también habría que repartir las muchas propiedades adquiridas por ambos a lo largo de los años. También se desconoce si el acuerdo solo incluiría el dinero generado desde que ambos se casaron en 2014, cifra que la prensa norteamericana estima en 100 millones de dólares (60 de él y 40 de ella).

El caso es que las espadas, una vez en alto, parecen haberse bajado por largo tiempo. Este matrimonio de 'celebrities' millonarias parece haber sobrevivido a un huracán mediático que amenazó con destruir sus carreras o determinar para siempre la reputación de ambos (sobre todo la de él). Pero no tienen por qué inquietarse: nada, ni las portadas escabrosas sobre un divorcio, dura tanto en Hollywood.