La genialidad del maquillaje de la reina Letizia en los Princesa de Asturias: el eyeliner bicolor

Puede que la edición 2022 de los Premios Princesa de Asturias haya sido la más atrevida en lo que a tendencias de belleza se refiere. A la altísima coleta de inspiración Y2K de la infanta Sofía habría que sumirle el moño con acabado spikey de Leonor, pero mención aparte merece el maquillaje de la reina Letizia.

Acostumbrada al uso de un amplio repertorio de lápices de ojos metalizados de todos los colores posibles, la Reina incidía en el delineado de sus ojos, pero como nunca antes lo había hecho: x2. Por un lado, duplicaba el grosor del trazo, pero por el otro también duplicaba el material que utilizar.

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Para realzar la forma almendrada de sus ojos y levantar el párpado, pero sin crear un marcado eyeliner felino, la maquilladora de la Reina realizaba un doble delineado en el que combinaba un lápiz de ojos blanco y otro negro. El preciso trazo partía del lagrimal con un delineado blanco, muy fino en el inicio y que iba engrosándose según avanzaba.

Al llegar a la parte central del párpado, entraba en el juego el lápiz de ojos negro que comenzaba delineando con el mismo grosor y disminuyendo progresivamente según se acercaba al final del ojo, para crear un rabillo geométrico. No es casualidad que el delineado bicolor recayera en el lápiz blanco y negro cuando todo el estilismo giraba en torno al vestido bicolor de Carolina Herrera.

Para conseguir un efecto ultrapulido y solo al alcance de un verdadero ‘makeup artist’, la zona en la que ambos lápices se tocaban se separaba perfectamente de forma diagonal para, finalmente, ser muy sutilmente emborronado. El resultado de la genialidad era que la mirada quedaba iluminada y muy abierta en el lagrimal, gracias al lápiz de ojos blanco, pero a la vez cobraba fuerza y se elongaba con el tradicional delineado negro.

El trazo grueso con el que se realizaba el maquillaje equilibraba el efecto óptico al redondear el ojo. Las enormes pestañas de la Reina ayudaban a acentuar la forma almendrada del ojo y potenciar la profundidad de la mirada. Sin embargo, mientras en el párpado superior se optaba por el juego blanco-negro, en el párpado inferior no fallaban los cosméticos de siempre. Con lápiz de ojos cobre amarronado, se entornaba un poco la mirada, ahumándola y potenciando el tono verde del iris de doña Letizia.

Con este potente maquillaje con el que doña Letizia aparecía en el teatro Campoamor, el resto de elementos 'beauty' del look quedaban relegados a un necesario segundo plano. Para lograr tal tarea, los pómulos de la Reina se cubrían con una ligera capa de polvos de sol en un tono terracota para reforzar la sensación de piel bronceada que tanto gusta a la asturiana, pero de una forma muy natural.

Siguiendo las tendencias de maquillaje más aplaudidas en plataformas como TikTok, sus labios se colmaban de un labial tipo gloss, de color nude anaranjado. Así mantenía el tono monocolor del rostro, aportando calidez, mientras que la textura jugosa ejercía un poder iluminador muy natural.

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Una de las curiosidades del look 'beauty' de la reina Letizia era que, para conseguir este look minimalista pero igualmente atrevido, prescindía de sus habituales cosméticos hidratantes con color con los que consigue un bronceado homogéneo en cuerpo y rostro.

Remataba el estilismo un moño realizado en paralelo al peinado de la princesa Leonor. Para cubrir la castaña del moño inicial, el cabello se superponía, en este caso muy pulido, y escondiendo cualquier horquilla o pasador para fijar el pelo. En el recogido, las famosísimas canas de la reina Letizia se convertían en reflejos muy finos desperdigados por todo el recogido, lo que llenaba de matices y luz su cabello ya de por sí brillante.