Las siete claves beauty de la reina Letizia a los 50: aprendizajes, trucos y un sello personal

Aplaudida por la prensa internacional por ser un icono de moda para la realeza europea, la reina Letizia también puede presumir de generar el mismo efecto en el plano de la belleza. Su siempre bronceado tono de piel o su maquillaje cálido para potenciar esa sensación ‘sun kissed’ son imitados por royals como Kate Middleton, que han normalizado estar morena en palacio como Coco Chanel hiciera a principios del siglo XX.

Cabello, piel, maquillaje o manicura cuentan con la impronta de la Reina, una práctica que parece solo llevar a cabo la española. Letizia no se adapta a las tendencias del momento, sino que es ella quien inicia los movimientos beauty, cuidando al milímetro cada una de sus apariciones, lo que no significa que no se atreva con movimientos arriesgados. Le hemos visto maquillar sus ojos con sombras rojas u oscurecer su cabello cuando todo el mundo se decantaba por los maquillajes naturales o las coloraciones doradas, y este es solo el comienzo de su perfil como influencer de la belleza.

Su imagen es resultado de una constante búsqueda de la excelencia en la que la Reina ha ido probando cortes de pelo, productos y maquillajes hasta construir su actual imagen, un look pulido, nada recargado pero cuidado al detalle, en el que ha incluido desde trucos de su etapa como periodista televisiva hasta innovaciones claves en el sector de la cosmética. Con motivo de su cincuenta cumpleaños, analizamos algunos de esos tips infalibles que construyen la imagen actual que tenemos de la reina Letizia, sin olvidar algunos de sus grandes hitos beauty.

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Margarita Velasco

1. La importancia de una piel iluminada

Quizá la lección beauty más importante de la vida sea la de cuidar la piel a diario para evitar males futuros, algo que la Reina parece saber desde sus primeros años como miembro de la familia real. La piel de Letizia ha pasado de la opacidad a la luminosidad y de la rugosidad a la suavidad, año tras año.

Parte de la explicación de su buena piel viene de su cumplimiento de la rutina cosmética a diario y de su uso reiterado de la medicina estética, a través de peelings y láseres con los que conseguir un tono homogéneo, luminoso y con las arrugas muy atenuadas. Así nos lo han confirmado durante años los médicos a los que hemos consultando. En la reciente visita de Joe y Jill Biden a Madrid, la piel enrojecida de la reina Letizia demostraba que, antes del verano, acude a prepararla bien a través de láseres ablativos, peelings médicos medios y profundos o Dermapen.

Este tipo de tratamientos devuelven la luminosidad a la piel y mejoran su textura. Sin embargo, tan importante como mantener un tono uniforme es para la reina conseguir un bronceado natural.

2. La reina constantemente morena

Como decíamos, una de las innovaciones de doña Letizia en el panorama de la realeza es el gusto por lucir una piel bronceada durante todo el año. Lo que comenzó como una total condena del sol ha terminado por ser un fructuoso idilio con el astro rey, del que doña Letizia se ha visto beneficiada.

Una furtiva exposición a los rayos de sol en los jardines de palacio podrían explicar un favorecedor toque de sol en el rostro, el celebrado 'sun kissed’, pero la reina Letizia ya no se conforma con un toque de bronceador, ni siquiera con el uso de los polvos de sol. Este verano veíamos cómo el moreno de la Reina se iba intensificando según pasaban sus días de vacaciones en Mallorca, hasta alcanzar un envidiable tono bronceado estival que obligaba a adecuar su maquillaje con sombras de ojos más cálidas, algo que también hemos observado en el look de Kate Middleton.

Sin embargo, el bronceado veraniego de la Reina no significa que el resto del año su piel palidezca. Las cremas bronceadoras, con partículas bronceadoras y color, las denominadas cremas efecto Photoshop que se cuelan en los desfiles de moda para crear esa característica pátina iluminada de las modelos, son el cosmético de cabecera de Letizia. Sus piernas, hombros y escote lucen el mismo tono de moreno durante todo el año, siempre que el acto al que acuda sea de noche. Para el día, la reina Letizia prefiere mostrar una piel menos sublimada.

3. El cabello oscuro es sinónimo de salud

Justo unos meses antes del inicio de la pandemia, doña Letizia dejó de aplicar mechas y reflejos claros en su cabello de una forma tan paulatina que para muchos pasó desapercibida e incluso fue explicada como la ausencia de coloración en los meses de aislamiento.

Al analizar el progresivo oscurecimiento de su cabello, es fácil notar otra cualidad, cada vez más remarcada en su cabello: el brillo y la salud. De nuevo, adelantándose a otra de las tendencias beauty del presente, el cabello de la Reina, con un color compacto y ultrahidratado, responde a técnicas de moda como el glossing, a caballo entre el tratamiento hidratante y el baño del color.

Como decíamos, en un momento en el que la tendencia generalizada era la de aclarar el cabello de una forma más o menos discreta, en parte como forma de ocultar las posibles canas, Letizia rompía con la norma y recuperaba su castaño oscuro natural. Mes tras mes, el color cada vez iba siendo más intenso y brillante, creando la sensación de una melena oscura y ultrasaludable.

4. El lápiz de ojos inamovible

Si bien es su truco de maquillaje más antiguo, nos llevó algo de tiempo dar con él. Desde que doña Letizia se sentara tras la mesa del telediario, el lápiz de ojos con color no ha abandonado su mirada, convirtiéndose en el mejor aliado para resaltar los matices de sus ojos verdes. Para conseguir esa mirada entornada y cálida en la que es difícil apreciar un delineado o una sombra muy marcada, la Reina y su equipo de estilismo utilizan lápices de ojos cremosos y de distintas tonalidades metalizadas. Cobres, bronces, cromos, magnetitas, latón, pirita… La lista es infinita.

Al ser colores opuestos, los tonos cobrizos son los que más resaltan el iris verde de la Reina. En su look habitual, los ojos de doña Letizia se entornan con un trazo más o menos grueso del lápiz cremoso, que se desliza con suavidad y se difumina con facilidad. De este modo, no hace falta recurrir al uso de un eyeliner. Su maquillaje 'signature' se complementa con un par de capas de máscara de pestañas.

Pero cuando la ocasión merece un maquillaje más potente, además de apostar por un lápiz de ojos cromo o cobre, el maquillaje de la Reina incorpora el paso del lápiz de ojos negro en la línea de agua, un punto de luz en el lagrimal o pestañas postizas.

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5. La reina de las canas

Si la prensa internacional valora muy positivamente el estilo a la hora de vestir de la Reina de España, el otro aspecto de su imagen más aplaudido es su naturalidad a la hora de lucir sus canas. Desde el inicio de la pandemia, doña Letizia dejado de camuflarla con mechas o de cubrirlas con tintes y baños de su color. Al mantener su natural castaño chocolate, la tonalidad clara de las canas resalta mucho más, lo que confirma la intencionalidad de dejarlas a la vista.

Para conseguir que las canas se vean con ese matiz metalizado frío, probablemente la Reina debe cuidarlas con el uso de champús o mascarillas con pigmentos azules, ya que, por el contrario, las canas tenderían a amarillear y parecerían más descuidadas. El análisis de los expertos consultados en los últimos años por Vanitatis confirma que las canas al natural de la Reina son intencionadas y buscan acercar su imagen al pueblo.

6. Su no manicura, un hito único

Rara vez vemos lacas de uñas rojas, negras o de colores muy llamativos en las manicuras reales, de ahí que cuando la infanta Sofía apareció en sus vacaciones por Mallorca con las uñas esmaltadas en azul bebé se tratara de todo un hit royal -que ya vimos años antes en Victoria Federica-. Pero, a pesar de las restricciones (o no) por protocolo real, Kate Middleton, Meghan Markle o cualquier otro miembro femenino de la realeza acostumbran a lucir la manicura hecha, siempre con discretas lacas de uñas como el ‘ballet slippers’ de Essie aprobado por Buckingham Palace.

Todo cambia en el caso de Letizia. Ni esmaltes naturales, ni colores intensos, ni manicuras acrílicas, la Reina no luce absolutamente ningún tipo de laca. Sus uñas permanecen siempre libres de color, muy cortas, libres de cutículas y pulidas. Su manicura es tan sobria pero cuidada como el resto de su imagen beauty. Por supuesto, la pedicura de la Reina sigue la misma premisa: natural e incolora.

7. Los peinados con truco

Pasan desapercibidos pero causan un efecto único, el tan ansiado ‘effortless chic’. Puede parecer que la reina Letizia solo lleva una coleta a media altura, pero en realidad, detrás de ella hay un cabello concienzudamente trabajado. Texturizar el pelo con ayuda de una plancha para crimparlo y conseguir un mayor volumen es alguno de los trucos que hemos descubierto en los escasos deslices capilares de doña Letizia.

Pero no es el único. Uno de sus trucos más habituales es el del 'tirito’ o la también llamada coleta ‘lifting’. Al tomar un mechón de cada sien y recogerlos con tensión en la parte posterior de la cabeza, se logra un efecto tensor del rostro, como si se realizara un estiramiento de la mirada. Los moños bajos de efecto 'casual' pero cuidadosamente despeinados o los recogidos con mechones ‘face farming’ liberados también a ambos lados del rostro son algunos de los estilismos con los que la Reina se deshace de los looks encorsetados y refresca su imagen.

Aunque estos son solo algunos de los trucos más repetidos por la Reina, lo cierto es que cada uno de sus gestos beauty tiene un porqué y genera una repercusión. Su saludable cabello no solo se apoya en la nutrición o las mascarillas con pigmento azul, su corte, al bies y ahora con capas al estilo de los años 90, es otra de sus lecciones de belleza más reconocibles, claves para que la reina Letizia haya llegado a los 50 convertida en toda una influencer beauty a nivel internacional.