Gloss hair, el tratamiento secreto para domar, hidratar e iluminar el cabello
Si llevabas tiempo contemplando las lustrosas melenas que se sacudían en las alfombras rojas, estás de enhorabuena porque ya sabemos cómo conseguirlas: gloss hair
¿Quién no sueña con un cabello que resplandezca por su salud, brillo y grosor? En la insaciable búsqueda por una melena 10, a la rutina de lavado-acondicionador-mascarilla, le vamos sumando pasos como ampollas reparadoras, sérums hidratantes para cuidar las puntas, por no hablar de los protectores térmicos. Por si todo eso no fuera suficiente, hay que agendar con escrupulosidad las visitas a la peluquería, espaciándolas nunca más de tres meses. Aún con todo eso, conseguir el cabello brillante y compacto que vemos en redes sociales o editoriales de moda parece estar al alcance de muy pocas personas. O al menos así era hasta que desde el Olimpo de los dioses bajó el glass hair para democratizar el pelazo Hollywood. Y lo mejor de todo es que puedes lograrlo tanto en el salón de belleza como en tu propia casa.
Si alguna vez te has quedado prendada varios segundos del movimiento mágico de un peine al contacto con una melena aún recostada en la silla de una peluquería, disfrutando de cada uno de sus reflejos de luz… Primero: no estás sola. Segundo: te gusta el glass hair más de lo que imaginas.
¿Qué es?
La hidratación es solo uno de los maravillosos efectos secundarios de este tratamiento que, en realidad, tiene como finalidad mejorar el tono del cabello (natural o decolorado), unificándolo y matizándolo. Su efecto varía según dónde se realice, siendo el máximo las seis semanas si se trata de un glass hair de peluquería. Para simplificarlo, es la versión amplificada de los champús de color y el galze hair puesto que a la mejora del color se le suma el brillo y la hidratación. Además, el hair gloss penetra en la cutícula y permite que el efecto sea más duradero.
Tratamiento en peluquería
Un hair gloss de salón de belleza se personaliza al máximo según el cabello del cliente. Es algo así como un baño de color con el que intensificar el tono. Evita la oxidación del color, potencia tonos rubios, castaños o cobrizos, homogeneiza el tono y repara el brillo, siendo este último beneficio el más visible. A la salida de la peluquería no se nota un color recién pulido sino un cabello tremendamente hidratado, como si acabaras de hacerte la mejor queratina del mundo, con la diferencia de que la intensa hidratación del glass hair mejora también el movimiento. El cabello no queda apelmazado sino con esa voluptuosidad que acostumbramos a ver en la alfombra roja.
Dependiendo del tipo de cabello y del color, se pueden utilizar unos productos u otros para lograr el glass hair. Por ejemplo, los tonos más claros necesitarán un mayor mantenimiento, mientras que aquellos más oscuros necesitarán menos pigmento y menos retoque. En la peluquería se utilizan cosméticos profesionales con los que se consigue un glass hair semipermanente, mezclando este tratamiento de hidratación y matiz del color. En una entrevista con 'Elle', la colorista del Sally Hershberger Salon de Nueva York, Lucille Javier, lo definía como un pigmento mezclado con revelador, a diferencia de los tintes tradicionales que solo tienen pigmento puro y por ello su única finalidad es teñir el cabello.
Glass hair en casa
Aunque los resultados del glass hair son más duraderos si el tratamiento se realiza en una peluquería, también se puede conseguir ese efecto nutrición-coloración en casa. El paso clave para lograrlo es el acondicionador. Aunque en la rutina de lavado suele ser el cosmético que más nos saltamos, además de facilitar la tarea del desenredo, el acondicionador mejora la hidratación y puede incorporar pigmentos para mejorar el tono del cabello o matizar la coloración. Este tipo de acondicionadores con color son excelentes para mantener en buenas condiciones el tinte o mechas que llevemos. Sin embargo, esto no significa que los cosméticos o tratamientos para el glass hair sean única y exclusivamente para los cabellos teñidos. Una melena virgen también puede mejorar sus reflejos naturales y conseguir ese efecto de brillo e hidratación.
La forma óptima de utilizar estos acondicionadores glass hair es aplicarlos después de lavar y enjuagar el cabello y hacerlo sobre este húmedo, no mojado. Es decir, tras aclarar, se seca el cabello con una toalla, retirando la humedad. Tras desenredar, se aplica el acondicionador con pigmentos, por todo el cabello, pero nunca directamente sobre las raíces. Se deja reposar unos minutos (no más de 5) y se aclara de forma natural. Al repetir este proceso de forma rutinaria, el tono, el brillo y la hidratación del cabello van adquiriendo ese acabado glass hair.
El tratamiento para matizar el color de Christophe Robin, 36,99€ en Sephora, está disponible en varios tonos según sea el color de tu cabello (morado, azul, amarillo, naranja o marrón). Cada mascarilla contiene acondicionadores (como manteca de karité, aceite de almendras y aceite de burití) más un tinte que corrige el tono para contrarrestar la oxidación y la opacidad del color. El cabello parece mucho más luminoso.
El Soin Repigmentant de Leonor Greyl, en color Rubio Veneciano, 43,90€, actúa como un potenciador de los matices rubios y rojizos, mejorando la hidratación y la suavidad del cabello gracias a ingredientes como manteca de babassu o proteína de arroz. En concreto, este tono aporta reflejos cálidos en los cabellos castaños claros o rubios. Desde la marca explican que es un tratamiento perfecto para aplicar entre coloraciones y que sus efectos duran hasta tres lavados.
¿Quién no sueña con un cabello que resplandezca por su salud, brillo y grosor? En la insaciable búsqueda por una melena 10, a la rutina de lavado-acondicionador-mascarilla, le vamos sumando pasos como ampollas reparadoras, sérums hidratantes para cuidar las puntas, por no hablar de los protectores térmicos. Por si todo eso no fuera suficiente, hay que agendar con escrupulosidad las visitas a la peluquería, espaciándolas nunca más de tres meses. Aún con todo eso, conseguir el cabello brillante y compacto que vemos en redes sociales o editoriales de moda parece estar al alcance de muy pocas personas. O al menos así era hasta que desde el Olimpo de los dioses bajó el glass hair para democratizar el pelazo Hollywood. Y lo mejor de todo es que puedes lograrlo tanto en el salón de belleza como en tu propia casa.