Letizia, de presentadora a Reina: la evolución de sus cortes de pelo y tintes

Nada queda de aquel rubio ceniza mechado y de la melena a capas. Hoy la reina Letizia ha pasado de ser una seguidora de tendencias a ser quien las lidera. Su cabello es cada vez más oscuro, del mismo modo que su salud le hace resplandecer. Pero ahí no queda la cosa porque sus canas se han convertido en un símbolo de naturalidad aplaudido a nivel internacional. Pero hasta alcanzar un cabello tan sano, el camino de Letizia ha sido muy largo y cuidadosamente aconsejado por expertos capilares.

Cortes, capas y bobs

Todo comenzó en los años de telediario de la Reina. Cuando a comienzos de los 2000 la Casa Real hacía oficial su relación con el, por aquel entonces, príncipe Felipe, Letizia lleva un corte de pelo con mucho volumen y movimiento. Las capas dictaban las normas y en el caso de su melena, con un largo ligeramente por encima del pecho, servían para enmarcar su rostro y darle un volumen redondeado al cabello. Aunque se trataba de capas largas, ideales para aportar movimiento, poco tenían que ver con las capas que luce en la actualidad, menos marcadas y escalonadas.

Las capas de los primeros años de Letizia dividían el cabello en dos largos. En la actualidad, en la melena midi de la Reina tan solo se puede apreciar algo de capa en las puntas. Se trata de un corte mucho más natural, que crea el mismo efecto de movimiento pero sin acercarse al corte juvenil de sus primeros años en la familia real.

El largo de la melena de Letizia también ha supuesto un elemento de constante evolución en su imagen. En sus primeros años de matrimonio y cuando nacieron Leonor y Sofía, lucía una melena más larga e incluso tuvo algún que otro escarceo con el flequillo. Pero sin duda su momento más sonado fue corte de pelo bob con el que sorprendió a todo el mundo hace ya seis años. Su forma de llevarlo, ultraliso y ladeado, recordaba mucho al reconocible carré de Anna Wintour.

Pero Letizia y sus asesores debieron de tener en cuenta el revuelo y optaron por dejar el cabello creciera, hasta quedarse en el largo medio que mantiene aún a día de hoy. “Ese corte le pronunciaba mucho la mandíbula y le aportaba dureza”, señalaba el estilista Eduardo Sánchez a Vanitatis cuando le preguntamos por el bob de hace seis años.

Aunque los cortes de pelo largos y con capas le aportaban un aire más juvenil, su bien escogido corte de pelo actual tiene un indudable efecto rejuvenecedor. Las capas en las puntas le dan movimiento y el volumen justo para mantener el encrespamiento a raya. Se aprecia también que el cabello está sumamente cuidado, nutrido, lleno de brillo y con las puntas saneadas. En torno al rostro, los mechones están desfilados para enmarcarlo y crear un corte más orgánico, no recto e impersonal.

Mechas y canas, historia de un cambio

Con la evolución en los cortes de pelo, lo queda claro es que Letizia no teme a las tijeras y sabe que cortar por lo sano no es solo una frase hecha, sino una enseñanza que no olvidar para mantener un cabello saludable. En esta línea de preocupación por el estado del cabello, entra también la relación de la Reina con la coloración. Las mechas han sido las grandes aliadas de Letizia durante gran parte de su vida dentro de palacio, sin embargo, tras llegar a utilizarlas para aclarar su cabello hasta rozar el rubio, poco a poco fue dejándolas, al igual que cualquier tipo de coloración, hasta alcanzar su castaño chocolate actual, repleto de canas, pero más sano que nunca.

Siempre creímos que el cabello base de Letizia era un castaño claro, sin embargo, ahora que no lo tiñe y tan solo le aplica tratamientos hidratantes y puede que algún que otro baño de color que no cubra sus canas, hemos descubierto que su base natural es mucho más oscura. Cuando Letizia presentaba el telediario, su cabello era castaño claro, con mechas cobrizas, lo que aclaraba notablemente su cabello.

Conforme fueron pasando los años, las mechas rubias fueron haciéndose más finas pero mucho más abundantes. Así llegamos a la versión más rubia de Letizia, a mediados de la pasada década. No solo había más cantidad de mechas, sino que estas eran de más de un color, creando un cabello como tejido, que estaba lleno de matices y luz. Si por aquel entonces la Reina tenía canas, es algo que no podemos saber porque, precisamente, las mechas rubias se utilizan de forma habitual para camuflarlas.

Pero, en los últimos años, Letizia ha iniciado una tendencia a la que se han ido sumando otras royals que hasta la fecha habían ocultado sus canas con pulcritud. Letizia ya no se tiñe. Poco a poco fue relajando su coloración, dejando que su tono natural se asomara a sus raíces, dejándolo crecer y matizando el resto del cabello para que el cambio de color no fuera tan drástico. Hay que recordar que la Reina nunca ha llevado coloraciones del tipo mechas californianas o balayage, y siempre optaba por mechas finas y naturales pero desde la raíz, un tipo de coloración más esclava.

Con este progresivo oscurecimiento, el color natural de Letizia se asomó, y cuando toda su melena fue homogénea, el retoque del color dejó de convertirse en una exigencia cada mes y medio. El cabello de la Reina fue recuperándose de los años de coloración y el brillo comenzó a convertirse en su cualidad más destacable. En cada acto en el que aparece, es imposible no apreciar la caída y el movimiento del cabello, libre de cualquier imperfección tipo puntas dañadas y con un acabado seda que deja claro que los tratamientos como bótox capilar o queratina son sus aliados secretos.

Prácticamente, podría decirse que no queda nada del cabello de la antigua Letizia que presentaba el telediario en la reina Letizia y que tanto su equipo de estilistas como ella tienen claro que la salud del cabello prima por encima de cualquier moda (y que el bob solo como peinado).