Las ondas relajadas y cómodas que llevan las mujeres con estilo se llaman ghost waves

Si hay una moda que defienda ir poco peinada o poco maquillada pero sin ser un cuadro, es más, logrando justo todo lo contrario, que parezcas una experta en tendencias: tiene toda nuestra atención.

Hace unos meses, comenzamos a ver que en los aledaños de los desfiles de las diferentes semanas de la moda, no tanto entre las asistentes vestidas con las prendas de la marca del desfile, sino entre las fashionistas que se dejaban fotografiar por las decenas de paparazzi, había un peinado estrella.

Eran onas ondas, desdibujadas, revueltas, deshechas, zigzagueantes, pero con la raya marcada en el centro de la melena y con un volumen que recordaba al de Gisele… ¿Estábamos ante una tendencia capilar? El estilista Tom Smith ha sido, como siempre, el primero en ponerle nombre al peinado: las ghost waves. Ondas fantasma.

La estética que persigue este peinado es la messy, jugando con el encrespamiento para potenciar el efecto de ‘desastre’ y de paso ganar volumen, moldeando la melena con ondas en una versión de pelo de playa, pero en la ciudad.

“Las ondas fantasma son simplemente la impresión de movimiento en el cabello, caracterizadas por su forma de S y su poca estructura”, precisa el peluquero, que en su día ya nos descubrió la coloración toffee brunette o el corte de pelo Dolce Vita.

Quien avisa no es traidor y estas ondas etéreas y que no buscan perfección han ido calando en el street style. Las ondas de sirena de hace un par de años requerían demasiada producción, lo que ha contribuido al ascenso de ondas más casual.

La tendencia la amparan movimientos como el castlecore que recrea las melenas de estética medieval en las que las ondas muy relajadas y las trenzas lo son todo. En pasadas galas del MET ya vimos sendas melenas de estética entre Venus de Botticelli y musa de pintor prerrafaelita.

Con las ghost waves se reduce el volumen de alto impacto y, en su lugar, se pueden utilizar productos de styling efecto pelo mojado, dice Smith que son la evolución de las beach waves, pero “aún más irregulares, orgánicas y fluidas en su aproximación, y lejos de ser perfectas”.

Para lograr esa onda que no sigue un patrón idéntico y por ello construye una melena irregular, el truco del estilista es trabajar sobre la propia onda natural del cabello. Puedes simplemente potenciar potenciar tus rizos si los tienes definidos, pero sea cual sea tu tipo de cabello puedes remarcar la onda que tiene cada mechón. A continuación, se deshace el rizo con los dedos o con un peine de púas anchas y listo.

En el caso de querer estimular el brillo, sprays texturizantes, geles y sérums además de hidratar, también pueden aportar un extra de fijación.

La sencillez del peinado ha contribuido a que se cuele sobre la pasarela, donde lo hemos visto en desfile de Zimmermann, Chanel o Dolce & Gabbana, pero también se ha convertido en el peinado recurso del street style.

Hace un par de años, el clean look -recoger todo el cabello en un moño muy terso con la tay en medio y efecto mojado- era el gran aliado de las expertas de moda para pasearse por los aledaños de los desfiles sin perder un ápice de allure y a la vez manteniendo el minimalismo beauty necesario para que robarle el protagonismo al estilismo.

Además de adaptarse a todas las tipologías del cabello, como apuntaba el estilista Tom Smith, las ondas fantasmas se pueden llevar en melenas de distintos largos, siendo apta tanto para bobs como para las melenas XXL del castlecore. Y lo mejor es que su bajo rendimiento logra que, bien aderezadas, duren perfectas varios días. Being messy is cool.