La coleta chunga que te haces en el transporte público ahora se llama ‘subway ponytail’ y es lo más en Nueva York

De los creadores del greasy hair, esa textura de cabello entre el efecto mojado y el acabado graso, ahora llega la coleta de metro, como ha bautizado a este peinado la revista Byrdie.

Aunque el término surgía tras el desfile de Sandy Liang en la semana de la moda de Nueva York, lo cierto es que el peinado resultante de combinar textura húmeda y recogidos imperfectos no es nueva.

Bajo el término subway ponytail, cuyo significado literal es ‘coleta de metro’, nos encontramos precisamente eso, una coleta práctica, rápida, con mechones sueltos y ‘apañada’ con lo que pillas, desde un coletero hasta una pinza.

Basta con recrear el ambiente cálido de un vagón de metro abarrotado, una carrera para entrar antes de que se cierren las puertas y un poco de climatología adversa para identificar esa reacción capilar que, hasta ahora, podríamos decir que era un ‘bad hair day’, un mal día para el pelo. Ahora, ser un cuadro es ‘cool’.

No es casualidad que en el desfile de Dior de la colección primavera-verano 2025, amparado por la estética ‘sporty’, el estilismo beauty consistiera en un combo de peinado casual y deshecho, de aspecto sudado y con baby hairs disparados por todas partes.

Como tampoco es casualidad que el greasy hair fuera uno de los peinados recurrentes de la semana de la moda de Nueva York de 2022 o que Chanel dejara la pulcritud a un lado y creara peinados en los que, de nuevo, los baby hairs se liberaban del recogido.

Ahora es la web Byrdie la que, aprovechando la estela del último desfile de Sandy Liang, vuelve a hablar de esos peinados deshechos y con textura que, ingeniosamente, ha denominado subway ponytail, coleta de metro.

Tras texturizar la cabellera de sus modelos, la diseñadora estadounidense recogía el cabello en la coronilla en una coleta sin rematar, utilizando en algunas ocasiones una voluminosa pinza.

No faltaba tampoco la extrema raya a un lado, de tal modo que el flequillo quedaba apaisado, una vez más reforzando la textura grasa -emulando un poco el pelo sucio-, al más puro estilo de los primeros 2000 (estética Y2K). Aquellos primeros años del siglo en los que Paris Hilton era la cumbre de la sofisticación.

Detrás del estilismo, que te puede parecer aleatorio, está Evanie Frausto, el estilista de Sabrina Carpenter y cuyos peinados llevan años sacudiendo las tendencias capilares. Según declaró a la publicación, el look pretendía recrear el rostro y el cabello de una mujer que acaba de salir del trabajo, exhausta pero aun así guapa.

En el caso de la pasarela neoyorkina, para lograr ese efecto de pelo en sus momentos más críticos, con textura greasy, pero cuidadosamente fijado, recurrió a los productos de Amika (concretamente el Curl Corps Defining Cream for Curly Hair para texturizar los cabellos ondulados y el aceite Superfruit Star Lightweight Hair Styling Oil responsable de ese efecto graso), porque no, no se trataba de cabello graso y apelmazado real.

La sensación que el estilista buscaba recrear era la de una mujer guapa y segura que se recoge el pelo de forma descuidada en el metro después del trabajo, “está un poco sudorosa, tiene muchas capas de ropa y la calefacción del tren está a tope. Esa es la onda", matizaba Evanie Frausto en Byrdie.

Si el peinado, esa coleta chunga, sudorosa, hecho rápidamente con una pinza, sin prestar demasiada atención a si se queda algún mechón o ricito suelto fuera suelto, te parece demasiado, la pasarela ofrece alternativas. Sin peder de vista el encrespamiento, Miu Miu o Ujoh simplemente optaban por crear una coleta limpia y luego pasar un cepillo en dirección contraria para crear ese efecto messy.

Liberar baby hairs y texturizarlos, realizar moños que no quedan cerrados del todo o emular un moño de gimnasio son otras ideas de este peinado revuelto de mujer working glass. Si será tendencia y lo veremos en las calles solo lo dirá el tiempo.