Peinados castlecore: la estética medieval es lo tuyo si tienes una melena XL

El que avisa no es traidor y en el caso de la belleza, cuando ves una tendencia en más de un post, un reel, un TikTok o un artículo, ten claro que estás ante la próxima moda beauty.

Todo comenzó cuando Dior escogió Escocia como escenario de su colección crucero de 2025. Tejidos de mantas escocesas, chokers al cuello, capuchas emulando cotas de malla y… peinados con trenzas.

La mecha prendía entonces con un claro foco: la primavera y el verano de 2025. Desde entonces y muy sigilosamente, alfombras rojas, pasarelas, street style y redes sociales se han ido llenando de larguísimas melenas y trenzas de estilo medieval.

Ahora ha llegado el momento de hablar de la estética castlecore.

Resulta complicado definir con exactitud la época que toma como referencia, pero siempre que busques personajes medievales, cuadros prerrafaelitas o pienses la propia Mérida de ‘Brave’ estarás muy cerca de una melena o un peinado castlecore.

Mientras otras corrientes de belleza como la ‘dark academia’ se centraban en recrear un look con maquillaje, la naturalidad de este movimiento estético se centra más en el minimalismo, colocando a los cabellos muy largos en el centro del estilismo.

Las trenzas son sus grandes aliadas, pero no se utilizan buscando un acabado pulcro, sino en su estado primigenio, como una forma de recoger el cabello rápida y efectiva. El truco está en crear trenzas esponjosas en las que cada tramo sea más grueso.

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Estas se pueden anexionar al peinado a modo de diadema, como semirrecogido, superponiendo varias, como accesorio a un moño terso o, por supuesto, largas y lánguidas. Dior tomaba ofrecía una amplia variedad de los usos de las trenzas medievales en su desfile escocés.

Pero también en el mismo abanico capilar, amparado por esta nueva estética castlecore encontramos referencias pictóricas, como larguísimas trenzas a los lados, largos cabellos engalanados con flores como en los cuadros de John William Waterhouse, esponjosos mechones en torno al rostro al estilo de Alfons Mucha, melenas de ondas encrespadas como la Ofelia de John Everett Millais… Tanto si es medieval como si es la interpretación posterior de aquella época, encajará bajo el paraguas del castlecore.

La idea es siempre partir de personajes románticos y huir de los peinados recargados, mantener ese sentimiento bucólico. Son bienvenidos los brushing con la raya en medio -obligatorio- y las ondas, sobre todo aquellas en zigzag pero desdibujadas, como si acabáramos de deshacernos una trenza y un ligero frizz hubiera hecho que el cabello queda esponjoso, sin llegar a las ‘neptune waves’ de hace un par de temporadas.

Precisamente una de las claves de esta sigilosa pero rápida expansión del castlecore es que, aunque el cabello es un claro protagonista del look, se trata de peinados que resultan fáciles de incorporar en cualquier estilismo. Sobre la alfombra roja, en parte por culpa de Nina Park, hemos visto con peinados castlecore a celebrities como Margaret Qualey o Lily Rose Depp, firmes ‘it girls’ capaz de poner de moda todo lo que tocan. Y tampoco olvidemos a Chappell Roan, otra defensora de los melenones y los looks medievales.