El método de Marie Kondo para guardar los abrigos y jerséis en buen estado y ahorrar espacio

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Con el cambio de estación y la subida de las temperaturas llega el momento de llevar a cabo el siempre tedioso cambio de armario y guardar aquellas prendas de invierno que ya no vamos a necesitar hasta dentro de unos meses. Por ello, la popular y archiconocida experta en orden y limpieza, Marie Kondo, nos cuenta cómo guardar las prendas de invierno sin que ello suponga un gran trabajo.

Lo primero que la experta en orden recomienda es revisar el estado de cada prenda antes de guardarla y desechar sin miedo todo aquello que ya no sintamos que comparte sinergias con nosotras.

Una vez seleccionadas las piezas que se conservarán, Marie Kondo recomienda lavar o llevar a la tintorería las prendas que lo necesiten para cuidar la ropa y prolongar así su vida útil además de evitar malos olores en nuestros armarios. Para aquellas prendas que requieran algún retoque como que tengan un bolsillo descosido o les falte algún botón, Marie Kondo propone arreglarlas antes de guardarlas, quedando ya en condiciones perfectas de cara a su próximo uso.

Un aspecto clave es asegurarse de que todas las prendas estén completamente secas antes de ser guardadas. Esta medida simple evita la proliferación de humedad en los armarios, protegiendo la calidad de los tejidos durante meses.

El popular 'método KonMari' desaconseja almacenar la ropa fuera del hogar, es decir, en espacios como trasteros o garajes. La sugerencia es aprovechar estantes altos o zonas menos accesibles del armario principal, donde moveremos las prendas de invierno colocando en su lugar las de verano.

Para guardar las prendas, la experta recomienda cajas o bolsas de tela transpirable que permiten que los tejidos respiren y reduce las arrugas. También es beneficioso incorporar bolsitas de lavanda para conservar un aroma fresco o saquitos con sal para evitar que la humedad impregne la ropa y produzca malos olores.

El motivo de optar por bolsas de tela para guardar la ropa es que estas son más flexibles y se adaptan mejor a los espacios reducidos que las cajas. Aplicar las técnicas que propone Marie Kondo no solo ayuda a mantener el orden, sino que también favorece una conexión consciente con nuestras pertenencias, potenciando un estilo de vida más sencillo y armonioso que nos ofrezca un mayor bienestar.