Así es la nueva gabardina en 2022: corte clásico, oversize y cargada de personalidad
El trench, o en otras palabras, el abrigo de entretiempo por excelencia de la primavera, muta, cambia y evoluciona esta temporada a favor de las tendencias
Al igual que no se puede concebir un buen fondo de armario sin unas cuantas camisas blancas, sin pantalones vaqueros, americanas de corte sastre o vestidos de color negro, la gabardina es también una de esas piezas imprescindibles. Clásica, imperecedera e imbatible, porque a pesar de nuevas prendas y corrientes, su rol como esencial insustituible cuando la primavera asoma mantiene a este abrigo de entretiempo en el top. Siempre, en mayor o menor medida, goza de representación en el street style y para 2022 ha decidido pasar por el túnel de lavado, transformarse y versionarse.
No pierde de vista su imagen tradicional y algunas de sus señas de identidad más características como el tejido funcional, técnico y ligero, la paleta de colores neutra o el cinturón, pero ahora su patrón está deconstruido, su dimensión ha aumentado hasta el oversize y, por si fuera poco, suma detalles rompedores que hacen de la nueva gabardina una pieza cargada de personalidad con la que declarar al mundo tu estilo.
Sabíamos que, tal y como sucede cada temporada, el trench estaría de vuelta en el street style con las últimas ediciones de las Semanas de la Moda en París, Milán o Nueva York; es una prenda fija en los armarios de las expertas. Hacía meses además que la industria de la moda nos había avanzado que no sería como esperábamos. Mientras las grandes casas apostaban por una gabardina de vinilo como hit estival, las firmas asequibles, sin embargo, iban lanzando modelos que combinaban diferentes retales de tejidos estampados con su tela base.
Pues ni un modelo, ni otro. Lo visto y analizado sobre el asfalto nos habla de un abrigo dispuesto a romper moldes y estructuras preestablecidas. Primero y precisamente por eso, porque al igual que se pone en práctica en otras disciplinas artísticas, el trench tal y como lo conocíamos ha experimentado una desestructuración de su silueta y, de rebote, nos sorprende con formas insólitas, tanto que hasta cuesta reconocer que debajo de ese laborioso trabajo de corte y confección está la prenda de abrigo por antonomasia de la primavera.
Todo está permitido. Probar suerte con la tendencia bicolor y enfrentar al clásico camel con otros tonos potentes como el naranja, el verde trébol, el azul eléctrico o el rosa fucsia. Reconvertir su parte de arriba hasta transformar su cuello con solapas de muesca y su cierre de doble botonadura en una especie de capa con cuerpo voluminoso. O jugar al contraste empastando tejidos contradictorios.
¿El motivo de tal incesante mutación? Permanecer en nuestro vestidor estival y, por ende, seguir protagonizando los looks este 2022. Cierto es que los clásicos nunca fallan y siempre podemos regresar a ellos, pero en ese caso concreto hacía ya un tiempo que este popular abrigo no había sufrido modificación alguna y el sector ha dictaminado que era el momento.
Tod's, Burberry, Fendi, Ulla Johnson, Dior y así un completo listado de marcas prémium que no han dudado en subirse a este carro fashionista de última tendencia con la gabardina como estrella (otra vez) en los looks de las prescriptoras para los próximos meses.
Presagiamos que no tardaremos nada en ver opciones irreverentes en los catálogos de nuestras firmas asequibles de cabecera y, tal y como han hecho estas casas de moda, sumarnos comprando nuestra versión preferida de la gabardina 2.0.
Al igual que no se puede concebir un buen fondo de armario sin unas cuantas camisas blancas, sin pantalones vaqueros, americanas de corte sastre o vestidos de color negro, la gabardina es también una de esas piezas imprescindibles. Clásica, imperecedera e imbatible, porque a pesar de nuevas prendas y corrientes, su rol como esencial insustituible cuando la primavera asoma mantiene a este abrigo de entretiempo en el top. Siempre, en mayor o menor medida, goza de representación en el street style y para 2022 ha decidido pasar por el túnel de lavado, transformarse y versionarse.