Qué alimentos puedes tomar y cuáles debes esquivar a la hora de la cena

La alimentación juega un papel fundamental en nuestras vidas, ya que cada vez somos más conscientes de la necesidad de una dieta sana y equilibrada para que nuestra salud y nuestro cuerpo estén en las mejores condiciones posibles.

Cuidamos lo que comemos pero también cuándo lo hacemos, porque todo es importante. Por ejemplo, después de la cena es el momento de preparar nuestro cuerpo para la hora de dormir, intentando facilitar el sueño, y la alimentación también influye.

Por la noche nuestro metabolismo es más lento al estarse preparando para el reposo. Por ello conviene optar por cenas ligeras, saciantes y con bajo aporte calórico, ya que vamos a pasar muchas horas sin hacer ejercicio. Así conseguiremos dormir mejor y mantener la línea.

Alimentos que puedes tomar

Aunque en muchas ocasiones se ha dicho que los carbohidratos no deberían formar parte de nuestra cena, lo cierto es que podemos incluirlos, pero cumpliendo unas normas. Por ejemplo, con un poco de pan tendremos suficiente.

También podemos incluir un puñado de cereales o pasta, pero mejor si es integral. En el caso de la fruta, sucede lo mismo. Se puede incluir y se recomienda, pero con moderación. No es buena idea cenar solo fruta, ya que pueden aportar demasiados azúcares de golpe.

Siempre es buena idea optar por las verduras y hortalizas, como las espinacas, las judías verdes o las cremas de verduras, y completar la cena con proteínas, sobre todo carnes de ave y pescados, mejor cocinados a la plancha y con poco aceite.

Los que es mejor evitar

Conviene intentar llevar una dieta lo más equilibrada posible, siempre dependiendo de las necesidades de cada uno. Aunque hay algunas pautas que son extensibles a todos, como evitar las cenas pesadas.

Por ejemplo, los fritos o las salsas es mejor eliminarlas de nuestras cenas, así como los productos que puedan hacer nuestra digestión más lenta.

Es el caso de las legumbres, que además pueden provocar gases, por lo que es recomendable no consumirlas a última hora, sobre todo si no estamos acostumbradas. Puede suceder algo parecido con la lechuga, que a menudo resulta indigesta.

Tal y como hemos comentado, se puede consumir un poco de pan, pero sería el equivalente a una rebanada, por lo que quedan descartados los bocadillos de pan blanco, sobre todo acompañados de embutidos, de los que tampoco conviene abusar, especialmente de los más grasos, como chorizo o salchichón.

¿Y qué sucede con los lácteos? ¿Es buena idea cenar un yogur? Pues como todo en la vida, depende. Será mucho mejor optar por aquellos bajos en grasa o desnatados y conviene evitar los que tienen azúcares añadidos.

Por supuesto, cada persona tiene sus propias necesidades, por lo que si tienes dudas, lo ideal es consultar con profesionales del tema que puedan prescribir una dieta personalizada para ti.