Flamenco de Leones, una fiesta para los cinco sentidos en el corazón de Madrid

La crítica de 'ni canta ni baila, pero no se la pierdan' pueder una de las más míticas de la historia, incluso aunque no se sepa si realmente se escribió o solo fue un comentario que le hicieron a su protagonista, Lola Flores. Pues bien, nosotros vamos a parafrasear esa crítica para hablarles de Flamenco de Leones, un nuevo concepto innovador que reinventa la experiencia del flamenco: "Cantan y bailan (y muy bien, además). No se lo pierdan". Podríamos añadir que se cocina muy bien. Y que nada más entrar en este espectacular local, se vive una auténtica fiesta para los cinco sentidos.

La vista, el primero que se deleita. Flamenco de Leones es una oda al legado andalusí -no podemos evitar, de entrada, que el nombre nos recuerde a uno de los lugares más conocidos de la Alhambra de Granada-. Así lo reflejan los materiales y los detalles que forman parte del tablao, desde los azulejos hasta los muxarabis traídos desde el mismo Fez, además de las obras al óleo del artista Iván Floro. Nada está dejado al azar, ni el más pequeño rincón de los cuartos de baño, ni las puertas que separan las distintas estancias que forman parte del palacete -también reservados en los que se pueden celebrar cenas más privadas-, ni los murales que nos acompañan durante el trayecto en escalera, con retratos de figuras tan emblemáticas como Lola Flores, Paco de Lucía o Antonio Gades.

Una vez dentro, está todo muy medido y organizado para que se pueda disfrutar de una cena con espectáculo. Solo hay una hora disponible para la cena, las 20:30. A partir de entonces llega el turno del gusto, con un desfile de aperitivos basados en los platos típicos andaluces. No falta el cazón en adobo, las gambitas de Huelva o el rabo de toro. Todo en una sala en la que los azulejos son los grandes protagonistas, junto a las vistas a la misma Puerta de Alcalá, que se ve prácticamente desde cada rincón de este palacete, situado en el número 4 de la plaza de la Independencia.

Los comensales entrarán después al restaurante, donde hay dispuesto un escenario para el espectáculo posterior. Hay tres modalidades de cena con tres nombres muy flamencos, Lunares, Duende y Castañuelas, de 60, 70 y 80 euros, respectivamente. A eso hay que unirle los 55 euros del show, que también se puede contratar de forma independiente, a las 22:15 y que incluye una consumición.

Elijan lo que elijan, disfrutarán de una experiencia única y que reinventa la tradición de los cafés cantantes, locales de ocio nocturnos tan populares en el siglo XIX. Flamenco de Leones no es un tablao al uso, aunque tiene mucho de eso. Su escenario acoge un exclusivo espectáculo que rinde homenaje a la historia del flamenco como eje central, con una puesta en escena auténtica y con un elenco de primeras figuras del flamenco dirigidas por Jonatan Miró. Fandangos, bailaores invitados cada noche y, por supuesto, un espectacular fin de fiesta con las patadas por bulerías que no pueden faltar en cada show de estas características.