Carmen Linares y María Pagés, dos figuras del flamenco que han abierto caminos nuevos
Los Premios Princesa de Asturias de las Artes premian este año a estas dos talentosas mujeres, dos figuras clave que han cambiado la historia del flamenco
Este año, el Premio Princesa de Asturias de las Artes se viste de flamenco porque reconoce la trayectoria de dos profesionales de la talla de Carmen Linares y María Pagés. Trabajo, talento y dedicación gracias a las que han conseguido exitosas carreras, pero también convertirse en dos de las figuras más importantes de las últimas décadas, un esfuerzo que estos premios han querido recompensar, reconociendo su labor.
Premios que se entregan, como cada año, en el Teatro Campoamor de Oviedo, con la presencia de los Reyes, don Felipe y doña Letizia, pero también de la infanta Sofía y de la Princesa de Asturias, que aprovecha las vacaciones escolares para regresar de Gales y acudir a esta cita ineludible, en la que cada vez tiene más protagonismo. Premios anuales que reconocen el talento y la proyección de grandes estrellas, como Carmen Linares y María Pagés, que con su arte han dejado huella en la historia.
La voz de Carmen Linares
Aunque artísticamente se la conozca por el nombre de Carmen Linares, ella nació en Linares (igual que otros grandes artistas como Raphael) bajo el nombre de Carmen Pacheco Rodríguez. Mucho ha pasado desde entonces y mucho ha demostrado sobre lo que es capaz de hacer una persona con talento y esfuerzo, de hecho es, según los expertos, una de las voces más importantes del cante flamenco, tal y como recogen en la Fundación Princesa de Asturias.
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La primera cantante flamenca en actuar en el Lincoln Center de Nueva York, ha actuado en algunos de los escenarios más importantes del mundo, como el Teatro Colón de Buenos Aires, la Ópera de Sídney. Pertenece a una generación de grandes artistas del flamenco, como Paco de Lucía, Camarón, Enrique Morente, Pepe Habichuela o José Mercé. Su arte es reconocido y venerado por compañeros de profesión, pero también por la crítica y el público.
Ella tuvo suerte (además de talento), porque desde pequeña contó con el apoyo de su padre, que le acompañaba a la guitarra en sus primeras actuaciones. “Me animó a seguir en un momento en que los padres no querían que las hijas fueran artistas, porque era un mundo muy complicado”, recordaba en una entrevista para ‘El diario’. En ‘Radio Nacional’ recordaba hace tiempo las palabras de su padre: “Dios te ha dado unas condiciones y las debes de aprovechar porque no todo el mundo tiene buen oído y tiene voz para cantar y expresar lo que expresas tú”.
Otro pilar imprescindible para ella ha sido su marido, Miguel Espín, junto a quien ha tenido tres hijos. “Ha sido muy importante para compaginar mi trabajo con la vida de familia, los niños…”, explicaba para el citado periódico. “En esta profesión, o tienes una persona a tu lado que te apoya incondicionalmente, o es muy difícil mantenerse tantos años”.
De esto ella sabe, porque no hace demasiado, celebraba sus 40 años de carrera en solitario con una gira conmemorativa en la que ha compartido escenario con grandes artistas actuales, como Miguel Poveda, Luz Casal o Estrella Morente. Algunos de sus proyectos más recordados han esto relacionados con la poesía, interpretando a poetas universales como Federico García Lorca, Juan Ramón Jiménez o Miguel Hernández. A lo largo de su carrera ha sabido respetar la tradición y darle un toque de modernidad para convertir su arte en universal y eterno.
María Pagés y el baile flamenco
Aunque llevaba bailando desde los cuatro años, sus primeros pasos profesionales en la danza los dio en la compañía de Antonio Gades (quien fuera marido de Marisol), “fue primera bailarina en la compañía de Mario Maya, en el Ballet Español Rafael Aguilar y en el Ballet Español de María Rosa”, como nos recuerdan desde la Fundación Princesa de Asturias. Una larga carrera cargada de éxitos y que le ha llevado a recorrer buena parte del mundo, triunfando en escenarios como el Radio City Music Hall de Nueva York o el Teatro Romano de Verona.
La bailaora y coreógrafa no ha dejado de crecer como artista, ya en 1990 creó su propia compañía con la que ha producido numerosos espectáculos y donde mezcla tradición y modernidad mientras reinventa las formas del baile flamenco. Más recientemente ha creado, junto a su pareja, el escritor y dramaturgo Larbi El-Harti un centro que lleva su nombre (el Centro Coreográfico María Pagés de Fuenlabrada) y que se ha convertido en un lugar en el que reflexionar sobre la danza.
Sobre trabajar juntos, el escritor habló para ‘Crónica Global’: “Somos un equipo en vida, además de en lo profesional. [...] María se autodirige. No existe la jerarquía. Ella es el centro del proyecto y la dirección está diluida en el trabajo en equipo”. Una reflexión que compartía su pareja, quien entre risas confirmaba que, como director, con ella “Lo tiene muy complicado”. María es ejemplo de una danza donde la ética y el compromiso social están muy unidos y así lo refleja en sus espectáculos.
Este año, el Premio Princesa de Asturias de las Artes se viste de flamenco porque reconoce la trayectoria de dos profesionales de la talla de Carmen Linares y María Pagés. Trabajo, talento y dedicación gracias a las que han conseguido exitosas carreras, pero también convertirse en dos de las figuras más importantes de las últimas décadas, un esfuerzo que estos premios han querido recompensar, reconociendo su labor.