Casper vuelve por Halloween: el fantasma que nos enamoró, su vínculo con Barcelona y qué ha sido de Devon Sawa y Christina Ricci

La festividad de Halloween nos devuelve a un fantasma que, además de no darnos miedo, adorábamos. Hollywood se ha volcado con la celebración del 30 aniversario del estreno de 'Casper', que llegó a las salas en julio de 1995 y vuelve a los cines norteamericanos este mes de octubre.

En España aún no hay fecha para un hipotético reestreno, pero a los más fieles les diremos que, desde finales de agosto, pueden comprar una nueva edición en Blu-Ray y, desde hace unos días, podemos revisar la película gracias a Filmin.

Remontándonos más de treinta años atrás (muchos más), los norteamericanos Seymour Reit y Joe Oriolo no sabían que estaban creando un icono cuando imaginaron un cómic protagonizado por un fantasma con rasgos de niño pequeño, a finales de los años 30.

Ambos vendieron los derechos de Casper a Famous Studios por la irrisoria cantidad de 200 dólares. Y fue ese estudio, a partir del cortometraje 'The Friendly Ghost' en 1945, el que popularizó aún más al pequeño espectro en una época en la que proliferaban los cartoons que acompañaban las sesiones de grandes clásicos de Hollywood. Betty Boop, Popeye, Bugs Bunny o Mickey Mouse eran como de la familia para todo el mundo.

A finales de los 50, se estrenaba una serie animada con el personaje que llegó a tener muy buena audiencia.

Pero, para los milenials, Casper es, sin duda, el protagonista de la película que dirigió Brad Silberling en 1995; la primera que contó con un protagonista completamente diseñado por ordenador.

Los efectos digitales tuvieron, de hecho, bastante presencia en la producción. Si apenas dos años antes, 'Jurassic Park' había incluido nada menos que 63 tomas de CGI de menos de 6 minutos de duración, 'Casper' llevó esa cifra hasta las 350 por unos 40 minutos.

En el film, la historia de 'Casper' seguía siendo sencilla pero adquiría un tono mucho más oscuro que la de los dibujos animados: al heredar una desvencijada propiedad en la que se supone que hay un tesoro, la señora Crittenden contrata al torpe doctor Harvey para que libere la casa de los cuatro fantasmas que habitan en ella.

La hija de Harvey, Kat, y Casper, el benjamín de esos fantasmas, se harán amigos e incluso protagonizarán un tierno momento cuando (alerta SPOILER) al final de la película, el espectro cobra vida humana. Un anhelo que, con una ternura infinita, manifiesta a lo largo de todo el metraje.

La danza, en plena fiesta de Halloween, nos muestra a un Casper convertido en niño por unos minutos, bailando con Kat con la imborrable 'Remember me this way' de fondo musical. En el momento en el que suena la triste nana al piano compuesta por el desaparecido James Horner, el pequeño le dice a su amiga aquello de "¿Te quedas conmigo?".

Quizá no sea digna de un guion de Billy Wilder, pero aquella frase, corta y concisa, caló en el corazón de toda una generación. En parte, porque ese niño fantasmal tenía el rostro de Devon Sawa, todo un ídolo juvenil en la década gracias a su pelo rubio cortado 'a lo tazón' y sus ojos claros.

La niña protagonista era, no hace falta decirlo, una Christina Ricci que, durante el rodaje, no se sentía especialmente bien. Sus crisis de autoimagen en plena adolescencia la llevaron por un camino tortuoso y no muy fácil. Y Sawa estaba en parte de ese camino, ya los dos habían compartido un inolvidable piquito en la también generacional 'Amigas para siempre'.

Hace apenas unos días, y para deleite de los fans, Sawa y Ricci recrearon aquel emotivo baile en una foto que ha dado la vuelta a las redes estos días. Nostalgia en vena, y de la buena.

Si Christina Ricci tuvo una prolífica carrera posterior y apareció en cintas como 'Sleepy Hollow' (1999) a las órdenes de Tim Burton, o 'Búfalo 66' y la serie 'Miércoles', en la que la hemos visto hace poco tiempo, Sawa ha tenido una carrera mucho menos boyante.

De hecho, su gran momento de gloria cinematográfica lo tuvo en el año 2000, gracias a la lúdica y sangrienta 'Destino Final'.

Tras aquella película de terror, protagonizó una serie de olvidables títulos de serie B y ha vivido de apariciones esporádicas en capítulos de series muy menores. A sus 47 años, está casado con Dawni Sahanovitch, tiene dos hijos y muchos y muchas lo consideran más atractivo ahora que cuando era un inocente púber con estética noventera.

Las andanzas de su personaje en aquella mansión que estaba inspirada en la obra de Gaudí y que incluso motivó un juguete que quiso tener toda una generación (el castillo de Casper, con sus trampillas, sus pasadizos secretos y sus trucos) era una obra de arte de la dirección artística en el cine. Y, como ocurre con las imágenes que pueblan 'El retorno de las brujas', influiría en la vertiente más infantil de la 'estética Halloween'.

Pero lo más llamativo de la cinta fue, indudablemente, la ingente mezcla de imágenes reales y personajes generados por ordenador. Si los niños de los 60 vieron con ojos incrédulos a Mary Poppins bailando con pingüinos animados, los milenials de los 90 se quedaron deslumbrados con el Casper digital y la Kat humana interactuando con total normalidad.

Durante el rodaje, Christina Ricci y Bill Pullman, que interpreta a su padre, tuvieron que vérselas, en muchas secuencias, hablando con pelotas de tenis que hacían las veces de personajes. El resultado fue muy positivo. O, al menos, bastante verosímil.

Vista treinta años después de su estreno, 'Casper' es algo más que un film infantil con marco hallowiniano. Al fin y al cabo, es la historia de un niño que no entiende por qué razón tuvo que morir.

Y esa capa de melancolía, subrayada por la agridulce banda sonora de Horner, no deja de pesar mucho más cuando se analiza la cinta siendo un adulto.

Estrenada antes que las prisas, las redes sociales y los tiktokers apareciesen en nuestras vidas, ha quedado anclada en el recuerdo de unos milenials que, al contrario de lo que ocurre hoy día, veían las mismas películas al mismo tiempo.

Para la franja de edad de los 35 a los 45 años (y seguramente para muchas otras que la vieron después) tiene un especial significado aquel "¿Te quedas conmigo?". Al fin y al cabo, ¿quién no se quedaría con Casper a pasar la eternidad?.