7 rutas por carretera para hacer durante la jubilación y ver las partes más bonitas de España

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La jubilación es, para muchos, el momento perfecto para redescubrir la vida a otro ritmo. Con el tiempo de su lado y sin las prisas del día a día, cada kilómetro puede convertirse en una experiencia, cada parada en un recuerdo. España, con su diversidad de paisajes, pueblos con encanto y carreteras que invitan a perderse, ofrece algunas de las rutas más bellas de Europa. Estas son siete rutas por carretera ideales para recorrer durante la jubilación, disfrutar del viaje sin prisa y dejarse conquistar por la riqueza natural, cultural y gastronómica del país.

1. La Ruta de los Pueblos Blancos (Cádiz y Málaga)

Entre la sierra gaditana y el interior malagueño se esconde una de las rutas más pintorescas de Andalucía. Arcos de la Frontera, Grazalema, Setenil de las Bodegas o Zahara de la Sierra forman parte de este recorrido que combina historia, naturaleza y tradición. Las casas encaladas, las calles empedradas y el aroma a azahar hacen de esta ruta una experiencia sensorial. Ideal para hacer paradas tranquilas, visitar miradores y disfrutar de la gastronomía local.

2. La Costa Verde (Asturias y Cantabria)

Si el cuerpo pide verde y mar, esta ruta por la cornisa cantábrica es un sueño hecho realidad. Desde Ribadesella hasta Santander, el viaje discurre entre acantilados, praderas y playas salvajes. Se pueden visitar joyas como Llanes, Comillas o Santillana del Mar, además de hacer pequeñas rutas por los Picos de Europa o degustar una sidra frente al Cantábrico. Es un itinerario relajado, perfecto para quienes disfrutan del aire puro y los paisajes infinitos.

3. La Ruta del Románico (Castilla y León)

Para los amantes del arte y la historia, recorrer el norte de Castilla y León es un auténtico viaje en el tiempo. Desde Palencia hasta Soria, pasando por Zamora y Burgos, se pueden visitar decenas de iglesias románicas perfectamente conservadas, pueblos medievales y castillos que cuentan siglos de historia. Además, la ruta permite disfrutar de la calma del interior y de la excelente gastronomía castellana: lechazo, vino y conversación pausada.

4. La Ruta del Cid (de Burgos a Valencia)

Inspirada en el recorrido que realizó el Cid Campeador, esta ruta histórica atraviesa ocho provincias y permite descubrir la España interior en toda su autenticidad. Desde los campos de Castilla hasta el Mediterráneo, el viaje pasa por ciudades monumentales como Burgos, Teruel o Valencia, y por pueblos llenos de encanto rural. Es una opción ideal para quienes disfrutan de la historia, los caminos tranquilos y los paisajes cambiantes.

5. La Costa da Morte (Galicia)

Misteriosa, salvaje y profundamente bella, la Costa da Morte gallega ofrece uno de los recorridos más impactantes del país. Desde Malpica hasta Finisterre, cada curva descubre un nuevo paisaje de acantilados, faros solitarios y pueblos marineros donde el tiempo parece haberse detenido. Es una ruta perfecta para disfrutar sin prisa, con paradas para saborear marisco fresco y contemplar atardeceres sobre el Atlántico.

6. La Alpujarra Granadina

Entre Sierra Nevada y el Mediterráneo, este conjunto de pueblos blancos escalonados sobre la montaña ofrece una experiencia única de tranquilidad. Pampaneira, Bubión o Capileira conservan su arquitectura tradicional y su esencia morisca. La carretera serpentea entre valles y barrancos, regalando vistas espectaculares. Es una ruta ideal para quienes buscan aire limpio, calma y buena comida, con platos como el famoso plato alpujarreño o las migas caseras.

7. La Ruta por los Pueblos Medievales de Girona

El interior de la provincia de Girona guarda joyas arquitectónicas como Besalú, Peratallada o Monells, donde pasear por sus calles empedradas es como viajar siglos atrás. La ruta combina historia, arte y paisajes rurales de gran belleza, con la ventaja de estar muy cerca de la Costa Brava, por lo que se puede combinar cultura y mar en el mismo viaje.