Este es el método japonés que proporciona calma a los amantes de los viajes
Lejos del turismo acelerado y de los itinerarios marcados por las redes sociales, el mushin invita a desconectarse de las pantallas y caminar sin mapas digitales
- Los diez hábitos japoneses para alcanzar la felicidad en cualquier etapa de tu vida
- Esta es la filosofía japonesa que está arrasando entre los más aventureros
En tiempos en los que los viajes suelen medirse por la cantidad de destinos y fotografías publicadas, una antigua filosofía japonesa propone una alternativa radical: viajar con la mente en calma. Se trata del mushin, un concepto zen que significa literalmente “no mente” y que, según un reciente artículo de Condé Nast Traveler, está ganando terreno entre quienes buscan serenidad y conexión durante sus desplazamientos.
Nacido en el contexto del budismo zen y las artes marciales japonesas, el mushin invita a experimentar el presente sin juicios ni reacciones automáticas. A diferencia de otros términos populares como el ikigai o el kintsugi, este enfoque no busca una meta o una reparación simbólica, sino una fluidez mental capaz de reducir la ansiedad y abrir espacio a la atención plena.
En la práctica, el mushin se traduce en viajar con menos peso, físico y emocional, y con más presencia. Una mochila ligera se convierte en metáfora de una mente libre de expectativas. Dejar de lado la planificación excesiva y permitirse improvisar puede transformar la experiencia, ya sea al detenerse en una cabaña de bambú, caminar entre arrozales o simplemente alargar la estancia en un mismo lugar.
La meditación es una de las puertas de entrada a este estado mental. Comenzar cada jornada con respiraciones conscientes o con unos minutos de quietud ayuda a despejar el ruido interno antes de explorar un nuevo entorno. También el yoga y el mindfulness son aliados para alcanzar esa claridad que caracteriza al mushin.
El artículo de Condé Nast Traveler sugiere además adoptar hábitos sencillos, como practicar la “mente como el agua”, Mizu no Kokoro, una expresión japonesa que alienta a fluir con los cambios del viaje sin aferrarse a nada. Observar una taza de café en Bangkok, escuchar el sonido de un mercado o escribir sin filtros lo que se vive en una libreta puede ser una forma de redescubrir el presente.
De este modo, lejos del turismo acelerado y de los itinerarios marcados por las redes sociales, el mushin invita a desconectarse de las pantallas y caminar sin mapas digitales. En ese silencio, sin notificaciones, sin comparaciones, el viajero descubre que la calma no siempre está en el destino, sino en la manera de mirar el camino.
- Los diez hábitos japoneses para alcanzar la felicidad en cualquier etapa de tu vida
- Esta es la filosofía japonesa que está arrasando entre los más aventureros
En tiempos en los que los viajes suelen medirse por la cantidad de destinos y fotografías publicadas, una antigua filosofía japonesa propone una alternativa radical: viajar con la mente en calma. Se trata del mushin, un concepto zen que significa literalmente “no mente” y que, según un reciente artículo de Condé Nast Traveler, está ganando terreno entre quienes buscan serenidad y conexión durante sus desplazamientos.