Familia numerosa, sacrificios... La vida personal de Cristina Pardo

La periodista Cristina Pardo es uno de los rostros más reconocibles de La Sexta y, sin embargo, ha sido capaz de mantener a raya la curiosidad sobre su vida personal. A sus 41 años, esta profesional tiene una dilatada carrera que, a menudo, le ha exigido sacrificios y sobre todo mucha dedicación. Aunque en este caso, la sabiduría popular es aplicable y sarna con gusto no pica.

En una entrevista reciente con 'La Voz de Galicia' le preguntaron si había sacrificado su vida personal por el trabajo y ella dio un sí rotundo: "Mucho, para mí el trabajo es un modo de vida [...] Es verdad que ahí se difumina un poco la línea de la vida laboral de la personal porque siempre estás disponible, porque además mi entorno tiene mucho que ver con el periodismo, mis amigos. Al final hay veces que te vas a cubrir cosas y estás con tus amigos, y no con compañeros de otros medios de comunicación. Por ejemplo, mi padre se jubiló en verano y yo no pude estar en la despedida porque estaba en la campaña electoral en Canarias, así que me he perdido cosas y me ha dado mucha pena, pero bueno, esto es así".

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"Es muy nerviosa y algo peculiar, la recuerdo en la redacción dando volteretas laterales para relajarse", cuenta a Vanitatis un antiguo compañero, que no duda en alabar "su talento periodístico". "Sus amigos son periodistas y las únicas relaciones que le he conocido estaban siempre dentro de su ámbito profesional". Cristina mantuvo un tiempo una relación con un dirigente del Partido Popular ya retirado de la vida política, algo que se cerró de manera civilizada.

Pardo nació dos días antes de San Fermín, en Pamplona. Proviene de una familia numerosa en la que el talento no escasea. Su hermano Octavio Pardo es un diseñador gráfico destacado, un campo al que también se dedica otro de sus hermanos. Con ellos fue con los que aprendió a amar el periodismo deportivo. "Yo empecé a querer ser periodista con 17 años. Mi padre y mis hermanos escuchaban en la radio a José María García mientras veían el fútbol en la tele y yo decidí que quería hacer eso. Me parecía un genio porque era capaz de que yo me tragara seis horas de fútbol sin tener ni idea de fútbol. Decidí que quería estudiar periodismo y eso hice", contó en 'El Español'.

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Aunque hace años que reside en un barrio de Madrid, viaja a menudo a Pamplona, donde reside su familia. Con ellos mantiene una relación de camaradería, le gusta ponerles al límite, casi como en la televisión: "Toda mi vida he sido muy enredadora, muy de hacer rabiar, siempre intentando caricaturizar a mis hermanos, lo hacía y lo hago todavía, con mi padre, además me sigue mucho el rollo, enseguida se sube al barco, y en mi casa los tenemos a todos locos, y con mis amigos también. Yo me siento igual en un sitio que en otro", explicaba en el diario gallego. En su tiempo libre también le gusta coger la bici y ha recorrido varias veces el Camino de Santiago.

Este año pasará la Nochevieja lejos de ellos por segunda vez consecutiva. Cristina dará las campanadas acompañada del presentador de La Sexta Noche, Iñaki López. La pareja de presentadores intentará emular el éxito del año pasado, cuando obtuvo un 6,3% de cuota y 835.000 espectadores, 1,1 puntos más que el año anterior. Lo consiguieron convirtiéndose en la pareja más gamberra de la noche, incluyendo sketches con Antonio García Ferreras o Paco Marhuenda.

Su mejor jefe

Es la faceta más espectacular (de espectáculo, se entiende) de Pardo. Cristina estudió Periodismo en la Universidad de Navarra y tuvo que simultanearlo con su trabajo en la Cadena COPE desde tercero de carrera. Allí trabajó a las órdenes de Federico Jiménez Losantos, de quien siempre alaba su ingenio y su capacidad para remover conciencias. Pero a quien siempre reconoce como su mejor jefe es precisamente a García Ferreras. Le conoció con 19 años, en la facultad de Periodismo, y desde entonces mantuvieron contacto hasta que se puso a sus órdenes.

Pardo ha cubierto muchos años para él la actualidad del Partido Popular, pero la cadena le ofreció independizarse y ella no lo dudó. Ahora presenta 'Liarla Pardo', los domingos. El programa fue objeto de polémica el pasado fin de semana por un reportaje en que se identificaba a los votantes de Vox en el pueblo de Marinaleda. Pardo ha reconocido el error a través de un tuit. Un gesto de humildad.