La ruptura de Claudia Osborne en el día que confiesa cómo superó la depresión

Claudia Osborne, la hija menor de Bertín Osborne y Sandra Domecq, ha terminado su relación con el que desde hace unos meses era su novio, el empresario Daniel Arigita, según asegura el portal 'Look'. Esta noticia nos llega a la vez que su entrevista en la revista '¡Hola!' en la que cuenta cómo ha superado dos depresiones, ambas por rupturas sentimentales, en un extenso reportaje fotográfico en el que también profundiza en su nueva faceta como coach.

Cuando en la revista se interesan por su actual pareja, contesta: “Pasemos a la siguiente pregunta”, algo que se entiende mejor cuando comprendemos que en ese momento ya estaba finalizada su relación, que habían mostrado con lujo de detalles en las redes sociales. Daniel, expareja de Elena Tablada, había ocupado el corazón de Claudia tras finalizar su relación con Manuel Ferrero de la Puerta, con quien se especulaba que había encontrado la estabilidad total, y romper posteriormente con el australiano Hugh Hawkins.

“Sufrí dos episodios de depresión, en los que estaba muy mal pero no me permitía estarlo. Entré en un bucle de mucha ansiedad”, dice la joven en '¡Hola!'. “Cuando estás sumida en la tristeza al final te obligas a mirar adentro para ver qué está pasando. Me ha ayudado a crecer. Tenía que pasar por esto”. Claudia asegura que, además del apoyo familiar, la ayuda profesional ha sido clave para ella: “La primera vez con un psicólogo, la segunda con un coach”.

De hecho, el coaching es, tras pasar por el mundo de la moda, su nueva aventura profesional. Su nuevo proyecto se llama 'El universo de Clo' y es un trabajo que, como ella misma comenta, es el fruto de "una época muy intensa" que se ha hecho realidad gracias a la voluntad de todos los que la han ayudado, como su hermana Eugenia. Reconoce que quien más ayuda le pide son mujeres de unos 30 años que sobre todo necesitan autoestima.

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También asegura que sus hermanas solicitan sus consejos como coach, pero que con ellas “no puede ser objetiva porque las conozco mucho y tengo prejuicios”. Así mismo reconoce entre risas que a su padre le vendría fenomenal el coaching. “Es muy sabio, pero su personaje público despista y oculta su esencia. Ahí donde le ves, tan casual y bromista, te puede soltar grandes lecciones”.

También reflexiona sobre el peso del apellido Osborne cuando le preguntan si alguna vez le ha pesado. “Probablemente en el entierro de mi madre. Me sentí violentada”, recuerda Claudia. “Algunos fotógrafos se metieron en el cementerio y sacaron fotos en ese momento tan desgarrador. En ese instante sentí todo el peso del apellido”.