El retiro de Víctor Ullate: se va al campo sin haber podido vender su mansión madrileña

Antes de verano se despidió de los escenarios y ahora da el último portazo: Víctor Ullate cierra su compañía y se retira de manera definitiva. En mayo, durante su primer paso atrás, el bailarín y coreógrafo decidió subastar al mejor postor su casa de San Sebastián de los Reyes, una mansión de 1.000 metros cuadrados construidos en una parcela de más de 4.000. Todavía está a la venta.

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El precio de salida de la casa fue de 1.850.000 euros, una cantidad al alcance de pocos. Además de esta casa madrileña, el bailarín y coreógrafo mantiene varias fincas rústicas en Jarandilla y en Villanueva de la Vera, donde disfruta ya de su dorado retiro.

En esta comarca extremeña tiene varias propiedades que juntas suman más de una hectárea. Las adquirió en 2017, cuando empezó a barruntar una posible retirada. Ullate, padre de tres hijos con Carmen Roche, ha formado después pareja con Eduardo Lao, con quien hace un sólido tándem artístico. Y personal. Porque es con él con quien vive en el campo.

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De ambos es además la casa de San Sebatián de los Reyes. Tras más de 30 años de intensa carrera, el bailarín todavía tiene a su nombre (y el de Lao) la casa que se compró en la urbanización Ciudalcampo, pese a que en mayo la puso a subasta. Son 1.000 metros cuadrados construidos en una parcela de más de 4.000, decorados con todo tipo de lujo, lo que también estaba incorporado al lote, tal y como adelantó Vanitatis en su momento.

La puja se celebró el 12 de mayo de este año y no hubo movimiento. Nos lo explican desde la inmobiliaria responsable de vender la casa: el contexto político actual ha afectado al mercado, que está ahora parado a la espera de las elecciones. El precio de la mansión, puntualizan, es estupendo. Lo que necesita este inmueble es un comprador ad hoc porque se trata de una propiedad muy especial. Así que saben que necesitan tiempo. Y parece que Ullate tendrá paciencia: después de vivir una vida intensa, quiere reposo.

Dos ataques al corazón

“En 2001 tuve dos ataques al corazón y pensé que me iba a morir sin haber hecho eso que siempre había deseado, una Casa de la Danza en la que niños sin recursos puedan tener lo que yo he tenido”, dijo hace unos meses a 'El Mundo'. Así que retirarse parecía la opción más sensata.

La casa que le podría facilitar una vida más tranquila, al menos en lo económico, cuenta con nueve habitaciones y ocho baños, y tiene en su interior 200 lotes de obras de arte, entre cuadros y esculturas, de firmas tan atractivas como Mompó y Matilla.

Tal como se puede leer en la inmobiliaria que comercializa la finca, “dispone de un fantástico espacio con una gran piscina, bar y barbacoa. La vivienda se distribuye en tres plantas. La planta principal cuenta con un gran salón comedor, con elegante escalera vista, que es eje central de la construcción convertida en patio y jardín. En esta planta se encuentra la cocina-office, vestidor y aseo”.

Golf y colegio privado

La urbanización donde se construyó la lujosa propiedad cuenta con múltiples servicios, tales como campo de golf de 18 hoyos, seguridad 24 horas, supermercado y colegio privado, reza en la web de la agencia.

Otro de los atractivos es una de las habitaciones, la más grande, que cuenta “con una fantástica terraza con unas increíbles panorámicas y doble altura, diferenciando ambientes; zona de lectura, de estar y otra delicia de terraza en la parte alta. La planta baja tiene salida al jardín a través de un elegante y delicioso porche porticado”.

Como empresario , Ullate ha constituido a lo largo de su carrera varias empresas. La principal, Ballet Víctor Ullate SA, la cerró en 2017, el mismo momento en el que se compró las fincas en la Vera. Además, ese año fue el último en el que presentó cuentas la Patrimonial Víctor Ullate SL, responsable de la escuela de baile que lleva su nombre. Las cuentas reflejan ganancias todos los años.

Lo que sigue en marcha, y parece que así seguirá, es la Fundación Víctor Ullate, a través de la cual el Premio Nacional de Danza ayuda a niños y jóvenes apasionados por la danza en situación de vulnerabilidad. Así se definen: "Somos una organización sin ánimo de lucro que hace ya más de una década nace de la mano de Víctor Ullate con el propósito de apoyar y difundir el arte de la danza con una clara vocación social. La principal finalidad de esta bella iniciativa es la promoción del ballet clásico en todas sus facetas, así como la formación técnica y humana de jóvenes bailarines que cumplen una serie de requisitos esenciales”.