Luis Miguel Rodríguez, tras el reportaje con Ágatha: "No sé si habrá reconciliación"

A Luis Miguel Rodríguez no le gusta aparecer en prensa y así lo confirma a Vanitatis tras la portada de 'Vanity Fair' de este mes de diciembre en la que aparece junto a Ágatha Ruiz de la Prada. El número se adelantó e imaginando el tirón que tendría se aumentó la tirada. Así lo cuenta el empresario en estas primeras declaraciones a nuestro medio.

“Me ha creado más problemas que satisfacciones y nunca he sacado ningún beneficio para la empresa. Puede ser que al revés, que me haya perjudicado”. Se refiere a sus problemas con Hacienda, que nunca habrían tenido tanta relevancia de no ser por sus parejas pasadas y presentes.

Pregunta. ¿Te costó decir que sí al posado?

Respuesta. Cuando la Flaca me comentó la propuesta que le había hecho la revista no estaba muy convencido porque no me gusta ese tipo de publicidad. Mejor dicho, no me gusta salir en prensa. Me ha costado muchos disgustos y más problemas que satisfacciones. Nunca he sacado ningún beneficio para la empresa. Puede ser que al revés, que me haya perjudicado.

P. Apareces vestido de fiesta, con esmoquin en tu desguace.

R. Fue lo que más me costó, porque los trabajadores nunca me han visto así. Me llevo muy bien con los empleados pero me daba vergüenza. Se reían y me gastaban bromas.

P. ¿Qué les ha parecido a tus amigos?

R. Me he quedado muy sorprendido porque me han llamado de todas partes comentando que lo han visto. Hasta unos amigos que tengo en Guinea me enviaron esta mañana mensajes por WhatsApp.

P. ¿Y qué te decían?

R. La mayoría me tomaban el pelo. Nunca me han visto en esa situación. Y a mi hijas no les he preguntado. Me imagino que bien.

P. ¿Hubieras preferido que no saliera?

R. ¿Y por qué no iba a salir? Lo hice y ya está.

P. Se supone que Ágatha y tu ya no estáis juntos.

R. Me llevo muy bien con la Flaca, nos hemos visto estos días y todo lo que a ella le parezca bien a mí también. Es una mujer increíble.

P. ¿A Carmen Martínez-Bordiú le ha gustado?

R. Sí, hablamos a menudo. Ella está en Portugal y viene menos a Madrid. Me llevo muy bien con ella, igual que con mi exmujer, que trabaja en el desguace.

P. ¿Hay un antes y un después de las publicación de este reportaje?

R. No lo sé. Lo único que digo es que confié en quien no tenía que hacerlo. Esa señora (Marcia Di Lele) me sigue enviando mensajes y se los enseño a Ágatha para que los vea. No quiero líos. Desde que aparecieron las fotos no salgo a ningún lado. Estoy todo el día aquí metido.

P. ¿Habrá reconciliación navideña?

R. No puedo adelantar nada porque no lo sé.

Hasta que no empezó su relación con Carmen Martínez-Bordiú, Luis Miguel era un desconocido para el gran público. A partir de ese momento, el dueño de Desguaces La Torre se convirtió en un habitual de la prensa social. Sus salidas y entradas con la Bordi, como él la llama, estaban documentadas para bien y para mal. En este último caso, por ser poco discreto con su vida alternativa. Esos deslices le costaron su relación con Carmen y, hace quince días, sucedió lo mismo con Ágatha Ruiz de la Prada. Unas fotos con una antigua amiga en la calle fueron la causa para que la diseñadora cortara (parece que temporalmente) la relación. Esta decisión tuvo también efectos colaterales.

Ágatha y el empresario eran los protagonistas de la portada de 'Vanity Fair' de este mes. El reportaje se había hecho con anterioridad y, por primera vez, Rodríguez posaba en su lugar de trabajo. El desguace servía de marco a estos dos años como pareja estable. Lo que nadie imaginaba era que volviera a suceder lo que ya pasó con otra portada parecida. En ese caso, los protagonistas fueron Pedro J. Ramírez, Ágatha y los hijos como unidad familiar. Días antes de su publicación, el periodista pidió el divorcio y ya era demasiado tarde para parar la edición. En el caso de Luismi, puede que esta publicación sirva para que Ágatha le dé otra oportunidad.