La discreta boda de la 'jet setter' Marina Gómez de Baeza (y otros enlaces del finde)

Todo el mundo espera poder hablar cuanto antes de la pandemia en pasado. Mientras este hecho se produce y las cifras de enfermos van rebajándose casi proporcionalmente al ritmo de vacunación, muchos están siendo los novios que están retomando sus planes de boda que el covid obligó a aplazar. Algunos de ellos pertenecen a la élite económica de nuestro país, otros a la aristocracia, al fin y al cabo todos al poder.

Una de esas parejas ha sido la formada por Marina Gómez de Baeza y Alberto Hevia. Él es uno de los amigos de Blanca Barrera, la flamante madrina de Rosario, la hija de Sofía Palazuelo y Fernando Fitz-James Stuart. Marina, la novia, es una cotizada analista financiera, hija de Pedro Gómez de Baeza, presidente del banco de inversión GBS Finance. La poderosa familia Gómez de Baeza extiende sus propiedades desde la exclusiva estación suiza de Gstaad, donde son vecinos de los Morenés Botín, hasta la isla de Lamu en Kenia, donde acostumbran a pasar sus veranos rodeados de su grupo de amigos. Tienen fama de excelentes anfitriones y son extremadamente discretos.

La boda civil entre Marina y Alberto ha servido para calentar motores a otra pareja que se convertirá en marido y mujer el próximo año. Se trata de Isabelle Junot, quien conoció a la novia en el internado suizo Le Rosey, y su prometido Álvaro Falcó. Isabelle es hija de Philippe Junot, quien fuera marido de Carolina de Mónaco; mientras que Álvaro es el único hijo que el marqués de Cubas tuvo con Marta Chávarri. A su boda en 2022 se espera que acudan como invitados parte de sus amigos de la jet, como Alonso Aznar, Felipe y Carlos Cortina (quienes también pasan por el altar este año con sus respectivas novias), Marta Ortega y Carlos Torretta o la modelo Eugenia Silva. Aunque la gran protagonista (con permiso de la novia) será Marta Chávarri, quien ejercerá como madrina del enlace.

Otra de las invitadas a la boda de Marina Gómez de Baeza y Alberto Honrubia ha sido la diseñadora Carlota Muñoz Vargas, que triunfa con su marca de moda Charlotte Blaz y está casada con el financiero Jérôme Zenteno. La pareja también estuvo presente en la llamada 'boda del año', que unió a Carlos Fitz-James Stuart y Belén Corsini, condes de Osorno.

La otra novia que ha sido protagonista de este fin de semana es Lucrecia Garcia-Atance Villalonga. Fruto del matrimonio que formaron en su día la artista María Villalonga y el poderoso financiero Salvador Garcia-Atance, quien fuera uno de los fundadores de AB Asesores, expresidente de Morgan Stanley y actual presidente de la Fundación Lealtad. Lucrecia se ha casado en la finca familiar de Segovia propiedad de su padre. Ella ejerce como psicóloga y está especializada en psicoterapia y desarrollo personal con adultos.

El 24 de julio, en la finca toledana de Robledo de Montalbán (San Pablo de los Montes), se casa Carmen Tur de Montis con Antonio Escudero. Carmen es la hija mayor del desaparecido Francisco de Asís Tur de Montis Figueroa, conde de Yebes, y de María Hornedo Muguiro. La intachable fama como cazador de Tur de Montis le llevó a compartir jornadas cinegéticas con grandes apellidos de la nobleza y el poder patrio. En 2019 Francisco fallecía en su finca mientras montaba a caballo con uno de sus hijos, y fue enterrado en el panteón familiar de los Romanones en Guadalajara. Allí donde descansan los restos mortales de la carismática Aline Griffith, condesa de Romanones.

Unas bodas vinculadas al poder económico y a la aristocracia que, a pesar de las limitaciones de aforo que aún están impuestas y todas las medidas de precaución que se deben mantener, no han logrado mermar la ilusión de unos novios deseando celebrar el que será el día más importante de sus vidas.