La bajada de precio y todos los detalles de la mansión que Norma Duval tiene a la venta

Hace poco más de dos meses que se hizo pública la intención de Norma Duval de vender la enorme mansión que ha sido su casa durante los últimos veinte años. El fallecimiento de su madre a principios de año precipitó una decisión que ya había pasado con anterioridad por su cabeza, pues se trata de una construcción enorme en la que ya solo vivían ella y su madre, aparte del servicio y de las visitas que su pareja, Matthias Khün, hace a España cuando deja Suiza, el lugar donde mantiene su otra residencia. Ahora Vanitatis tiene todos los datos de esta operación.

Según las fuentes consultadas, no hay prisa para vender pero tampoco pausa. En principio, la idea era cifrar la venta en 5 millones de euros. Sin embargo, habiendo pasado unas semanas sin ofertas en firme, se ha decidido bajar hasta los 4.800.000 de euros. Aunque pueda parecer una cifra desorbitada, lo cierto es que la vivienda está situada en La Moraleja, una de las zonas más exclusivas de Madrid con permiso de La Finca, y tiene dimensiones y comodidades que justificarían de sobra el número de ceros de su precio de venta.

De cara a la operación se pone en alza que se trata de un diseño exclusivo creado por un arquitecto español y que mantiene un estilo moderno con el lujo, el confort y la luminosidad como protagonistas. Se destacan los altos techos, los amplios ventanales y las grandes terrazas con vistas abiertas a la naturaleza.

Gimnasio, spa y terrazas

Está distribuida en tres plantas. La primera de ellas cuenta con un amplio salón con comedor independiente, chimenea y pantalla de cine, un cuarto de estar, cocina con office, cuarto de lavandería, tres dormitorios, dos baños, aseo de invitados, jardín, piscina exterior y pista deportiva. La planta de arriba es la más privada y en ella se pueden encontrar otros cinco dormitorios (tres de ellos con baño en suite), cuatro baños y tres terrazas con acceso directo desde las habitaciones. La nota diferencial la pone el sótano, que está aprovechado hasta el último metro y se compone de bodega, gimnasio, zona de spa, piscina interior climatizada con oxígeno, cuarto de calderas, despacho, dos trasteros y cuatro plazas de garaje. Asimismo, cuenta con otras dos plazas exteriores, un pozo y alarma perimetral además de la seguridad privada de la exclusiva urbanización.

Se trata, sin duda, de un espacio excesivo para una mujer sola o incluso para una pareja, pues sus hijos viven desde hace años de manera independiente. Sin embargo, es una decisión que Norma no había tomado hasta ahora porque, además de todas las comodidades antes descritas, ella tenía una zona completamente acomodada para su madre, en la que ha estado volcada desde que le diagnosticaron alzhéimer hace 11 años, y una persona interna para cuidarla las 24 horas del día. Y es que los últimos años la vedette se los ha dedicado por completo a ella. Ahora no hay razón para seguir allí, pues su idea es pasar más tiempo con Matthias y viajar junto a él, aunque sin alejarse de España, donde se siente en casa.

No es su única propiedad

La decisión de cerrar una etapa y decir adiós al lugar donde ha vivido no parece tener un móvil económico. A lo largo de los años, Norma ha ido invirtiendo en ladrillo aunque el resto de su patrimonio ya ha sido repartido entre sus hijos. Solo en Madrid cuenta con otros dos pisos, ambos en la zona norte: uno en Alcobendas y otro en San Sebastián de los Reyes. Se trata de construcciones mucho más modestas. La primera es un segundo piso de 100 m² con una terraza de 45 y su trastero y su plaza de garaje correspondientes. El segundo es una planta baja de 118 metros, también con terraza, garaje y trastero. Ella posee el usufructo de ambos, pero los propietarios son sus hijos en régimen de nuda propiedad. Esto quiere decir que ella es usufructuaria mientras viva y no pueden vender o alquilar sin su consentimiento, pero sobre el papel los propietarios ya son ellos. El más grande corresponde a Yelco y Cristian, y el otro, a Marc.

Fuera de la capital, Norma es propietaria de una casa en Mallorca en la que desde que está con Matthias Künn apenas se aloja, pues él cuenta con la mansión de la isla de Tagomago, y a su lado, todo es poco. También invirtió en Alicante, tal como ella misma le contó a Bertín en su programa por consejo de la que fuera su amiga Sara Montiel. Esta lo hizo en la isla de Tabarca y Norma se decantó por Altea. Desde entonces, casi todos los veranos pasa algunos días en la Costa Blanca. Pero también dispone de un terreno y una casita en el campo, en Segovia, donde al parecer le gusta mucho ir aunque a los tres días, según palabras propias, ya quiere volver.

De momento se desconoce si su idea es comprarse algo más pequeño, vivir de alquiler o pasar sus días junto a Matthias entre Mallorca y Suiza disfrutando del momento y de la libertad. Sea como fuere, lo evidente es que Norma tiene todo pensado y bien atado, y es que su carrera ha sido larga y prolífera. Ahora puede dejarse llevar.