Fernando Schwartz: el diplomático 'antimachista' con pasado televisivo

Es posible que las generaciones más jóvenes no estén familiarizadas con su nombre, pero Fernando Schwartz fue un rostro habitual de la pequeña pantalla durante casi una década. Su pasado televisivo, en cambio, no es ni mucho menos lo más destacable de una trayectoria como diplomático que le ha llevado a ocupar importantes puestos públicos y conocer innumerables partes del mundo, mientras desarrollaba la de escritor, con una veintena de libros a su espalda e, incluso, un premio Planeta.

Nacido en Ginebra el 15 de noviembre de 1937, podría decirse que su destino en las instituciones estaba escrito, teniendo en cuenta que es hijo de Juan Schwartz Díaz-Flores, un diplomático español que, como embajador de España en Austria, contribuyó a la salvación de judíos perseguidos por los nazis. Su hazaña sirvió para que, con el paso del tiempo, le sigan recordando; no obstante, su hijo se ha esforzado para mantener el legado que dejó su padre hasta labrarse el suyo propio como intelectual.

Fernando Schwartz pasó parte de su infancia y juventud viajando por el mundo dado el trabajo de su padre. Lo hizo junto a su hermano, el economista Pedro Schwartz, que, como el propio Fernando, no ha tenido gran trascendencia mediática, pero sí mucha influencia en el ámbito de la política y empresarial. Su educación, en cambio, tuvo lugar en Madrid, por lo que él se siente plenamente español. Fue en la capital de nuestro país, precisamente, donde cursó Derecho y, posteriormente, se formó en la Escuela Diplomática, para pasar a ser miembro del cuerpo diplomático.

Así, no tardó en convertirse en embajador en Kuwait y, poco después, en Holanda. De hecho, se proclamó el embajador más joven que España haya tenido en el país árabe. No sería el único hito que llevaría a cabo en esa etapa de su vida porque, posteriormente, pasó a ejercer como portavoz del Gobierno para asuntos exteriores y ocupó otros cargos públicos. Su salto a la empresa privada vendría unos años después y de la mano de Prisa, donde fue consejero editorial de 'El País', portavoz del grupo y director de comunicación.

Tras probar suerte en la docencia, Fernando Schwartz tomó las riendas de su propio espacio de comunicación. Junto a Máximo Pradera, comenzó a presentar en 1995 Lo + Plus, de Canal +. Un magacín de tono informal, realizado en directo, donde se combinaban varias secciones con entrevistas a personajes relevantes de la cultura, la política, etc, y en el que también participaba como colaboradora y posterior presentadora Ana García-Siñeriz. Pedro Almodóvar, Mario Vargas Llosa, Anthony Hopkins, Constantino Romero, Sigourney Weaver... fueron solamente algunos de los muchos rostros conocidos que pasaron por el programa, consiguiendo grandes datos de audiencia, reconocimientos y hasta un premio Ondas.

En lo que respecta a premios, sin embargo, Fernando Schwartz debe estar acostumbrado porque en su haber figura un premio Planeta por su novela 'El desencuentro', un premio Primavera de Novela por 'Vichy 1940' y otro casi-premio Planeta cuando, en 1982, quedó finalista con su obra 'La conspiración del Golfo'. Su faceta como escritor le ha otorgado grandes alegrías, sin duda, y le ha llevado a conformar un nutrido grupo de fieles seguidores que no se pierden ninguno de los libros que lanza al mercado.

De su vida privada poco o nada se sabe, pues las contadas ocasiones en las que ha dado detalles más personales han estado relacionadas, precisamente, con sus novelas, en las que ha plasmado algunos de ellos. Sin ir más lejos, el pasado mes de noviembre en la presentación de 'Meneses en Skópelos', en el Club Diario de Mallorca, confesaba sus preferencias románticas: "Tengo devoción por las mujeres con carácter, fuertes, con convicciones y personalidad. Por eso siempre hay mujeres fuertes en mis novelas. Soy un antimachista", son las palabras que recoge el 'Diario de Mallorca'.

Es en Mallorca donde tiene fijado uno de sus lugares de residencia. Allí acude a visitarle siempre que puede su hija, Mónica Schwartz, tal y como ella misma contaba en una entrevista para 'Fuera de Serie', de 'Expansión'. "Adoro Estocolmo, París y algunos fines de semana vuelo a Mallorca, a casa de mi padre. Todo lo que sea calor y mar es mi patria". La empresaria y deportista parece haber heredado algunas de las aficiones de su padre como viajar o leer, que, a buen seguro, disfrutan juntos.