Gabriel Ferrán el heroico embajador en Kabul y 'orgullo' de su cuñada Cristina Cifuentes

Admiración absoluta. Gran trabajo y excelente ética. Excelente talla humana y profesional. Las redes sociales se deshacen en elogios con Gabriel Ferrán Carrión, el embajador español en Kabul que junto a 17 policías ha decidido permanecer en un Afganistán ya en manos de los Talibán para crear pasillos que ayuden a la evacuación. El diplomático está a la espera de ser repatriado junto a todo el personal de la embajada, los españoles residentes en Afganistán y los afganos que han colaborado con ellos durante estos últimos años.

Su tarea es más encomiable aún, ya que tras ser acreditado como embajador de España en el país asiático en octubre de 2018, había sido cesado en el cargo el pasado 3 de agosto. Incluso rechazó una segunda jefatura en la embajada española en Holanda para viajar a un país que lleva sumido en un estado de guerra durante los últimos veinte años.

Después de que los primeros 53 españoles y afganos evacuados de Kabul ya estén en Madrid, el ministro de Exteriores José Manuel Albares ha garantizado que se evacuarán a España a todos los afganos que han colaborado con España, entre ellos los traductores, "en total seguridad, lo antes posible", según ha dicho a la agencia EFE.

Muchos de los locales que están en la lista confeccionada por la Embajada de España en Afganistán están teniendo dificultades para llegar al aeropuerto de Kabul debido a la vigilancia desplegada por los talibanes en sus inmediaciones. El ministro ha subrayado que la situación en la capital afgana es "extremadamente compleja", después de que los insurgentes se hicieran con su dominio el pasado domingo, y que existe "un cierto cuello de botella" en el aeródromo a pesar de que el Ejército de Estados Unidos mantiene su control.

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La heroicidad en las tareas de evacuación que coordina Gabriel Ferrán, además de haber servido como críticas al Gobierno de Pedro Sánchez, le han valido el reconocimiento y la admiración de personajes conocidos como el cantante José Manuel Soto y de un buen número de políticos. "¡Gracias!", escribía en mayúsculas la portavoz de Interior del PP, Ana Vázquez, destacando que pese a haber sido cesado, decidió "no subir al avión y ser el último en salir del infierno de Afganistán".

También ha recibido las alabanzas de su cuñada, la expresidenta de la Comunidad de Madrid Cristina Cifuentes. Esta ha compartido numerosos tuits sobre las tareas de Ferrán, que está casado con su hermana Ana, contestando a una de ellas con un admirativo "¡Orgullo!".

Este es uno de los pocos detalles que se conocen sobre la vida privada de este veterano abogado madrileño de 60 años que lleva la diplomacia en la sangre, ya que su padre, Gabriel Ferrán de Alfaro, fue quien firmó el tratado de adhesión de España a la Unión Europea en 1985 y después se convirtió en primer embajador cuando nuestro país se adhirió un año más tarde.

Tras licenciarse en Derecho, en 1990 decidió ingresar en la carrera diplomática, comenzando a trabajar en la segunda jefatura de las embajadas de España en el Líbano y Malasia. En 1996 fue destinado como Consejero de Cooperación en la Embajada de España en Costa Rica. Después ocuparía varios de responsabilidad en países como Marruecos hasta llegar a Afganistán en sucesión de Emilio Pérez de Ágreda.

La valentía demostrada por el diplomático español contrasta con la actitud de otros países europeos como Holanda, Suecia y Alemania, que retiraron al personal de sus Embajadas en Afganistán, pero decidieron no evacuar a ningún colaborador de nacionalidad afgana incluso siendo conscientes del riesgo que corren en un país sumido ahora en el caos.

"Los capitanes son los últimos en abandonar el barco. Va a aguantar hasta el final", asegura sobre las intenciones de Ferrán en Afganistán a 'El Español' una persona muy cercana a él.