Urko Olazábal: del linfoma que le cambió la vida a su caída y resurgimiento

A muchos no les sonará su nombre, pero lo cierto es que su interpretación en ‘Maixabel’ es de esas que al verlas no se olvidan. Urko Olazábal tuvo unos comienzos convulsos en el mundo de la interpretación. De hecho, no empezó a hacer cine hasta hace apenas siete años, cuando tocó fondo para después resurgir con más fuerza que nunca. Por suerte, en los momentos más duros de su vida y en los mejores ha estado acompañándole su mujer, que fue quien precisamente le animó a lanzarse y empezar su carrera como actor.

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Nacido en 1978 en Bilbao, Olazabal ha impactado entre el público a sus 43 años. El actor encarna en la película de Icíar Bollaín a Luis Carrasco, uno de los etarras que asesinó a Juan Mari Jáuregui y el primero que habló con su viuda. Es precisamente esta escena la que ha conquistado a la audiencia. “El primer encuentro de Maixabel, el momento más esperado, es con mi personaje. Llega el clímax, un etarra hablando con la mujer del hombre que mató, y soy yo. Para los que tenemos una edad y hemos vivido el terrorismo en esta sociedad se nos hace muy extraño”, decía el actor en conversación con ‘El Correo’.

Y así es como consiguió el Feroz a Mejor Actor secundario de Cine y ahora el premio Goya a la Mejor Interpretación Masculina de Reparto. Reconocimientos que avalan el talento innato de un hombre que empezó formándose en interpretación y dirección en el centro BAI de Bilbao y vio cómo su vida se paraba en seco cuando le fue diagnosticado un linfoma. “Un proceso de año y pico con quimioterapia y radioterapia. Un momento en el que mi vida se paró en seco y empecé a fijarme en otro tipo de cosas. Estás contemplativo y ves la muerte de cerca”, contaba para el citado medio.

Por suerte, tuvo un final feliz y pronto le llamaron para ser protagonista de ‘Ira’, aunque la lluvia de ofertas de trabajo quedó ahí y decidió volcarse en su faceta como director. Gracias a su mujer, cuenta, volvió a retomar la interpretación. “Ella me hizo ver que la vida del director es mucho más difícil que la de actor [...] Por querer ser director me quedé en bancarrota y tuve que cambiar de gremio”. Efectivamente, empezó a trabajar en una pastelería y no fue hasta que tocó fondo y cambió de representante cuando le empezaron a llegar proyectos y experimentó su resurgir.

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Desde entonces, ha encarnado a una víctima de ETA, Manuel Zamarreño, en 'Patria'; y a dos etarras, Josu Bolinaga, secuestrador de Ortega Lara, en 'El instante decisivo', y Luis Carrasco, en 'Maixabel'. Para interpretar a este último se citó personalmente con Luis Carrasco, a quien, según dice, vio “profundamente arrepentido”.

Actualmente, es profesor de interpretación junto a Richard Sahagún ante la cámara en BIZIE, su propia escuela de interpretación en Bilbao. “Gracias a mis alumnos estoy en forma [...] En los momentos de máxima concentración, aplico los consejos que les doy a ellos”.